El Rey ha centrado su tradicional discurso de Nochebuena en realizar un llamamiento a la “convivencia” entre españoles. Todo ello en un momento de alta tensión política en España y con Cataluña como telón de fondo.

“Debemos ser capaces de alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España”, ha afirmado Felipe VI recurriendo sin disimulo al tono conciliador habitual de sus discursos navideños.

El monarca ha evitado pronunciar la palabra Cataluña, aunque sus palabras se enmarquen en pleno proceso de negociación entre el Gobierno de España y la Generalitat -para disgusto del Partido Popular, Ciudadanos y la base más radical del independentismo-.

Felipe VI tampoco se ha referido a la moción de censura que este año desalojó al Partido Popular de La Moncloa en el que ha sido su primer mensaje navideño de Felipe VI con un Gobierno socialista. El monarca también ha preferido obviar el ascenso de la extrema derecha y del populismo en España -con la irrupción de Vox en el parlamento de Andalucía-, en un discurso pronunciado en el marco del 40º aniversario de la Constitución.

La convivencia y el diálogo

“El pasado 6 de diciembre, con motivo del 40 aniversario de nuestra Constitución, recordé nuevamente los ideales que animaron y unieron a los españoles durante la transición política y que han sido el fundamento, la base de nuestra libertad y de nuestro progreso de estos últimos 40 años: la reconciliación y la concordia; el diálogo y el entendimiento; la integración y la solidaridad”, ha recordado Felipe VI antes de realizar de nuevo un llamamiento a la convivencia que “exige el respeto a nuestra Constitución”.

“Y esta es la reflexión que quería haceros llegar esta noche: que la convivencia -que siempre es frágil, no lo olvidemos- es el mayor patrimonio que tenemos los españoles. La obra más valiosa de nuestra democracia y el mejor legado que podemos confiar a las generaciones más jóvenes; y, por ello, debemos evitar que se deteriore o se erosione; debemos defenderla, cuidarla, protegerla; y hacerlo con responsabilidad y convicción. Así lo hemos demostrado durante estos últimos cuarenta años de libertad porque hemos creído en nosotros mismos y en nuestras propias fuerzas.

“Que las reglas que son de todos sean respetadas por todos”, ha insistido el rey, reconociendo estar “muy seriamente preocupado” ante la siguientes cuestiones: nuestra democracia; sobre la cohesión social y territorial, la economía y el paro o la educación; también sobre la corrupción, el terrorismo, o la violencia contra las mujeres”.

Violencia machista y los problemas de los jóvenes

Precisamente, ha sido en el tema de la violencia machista, justo en un contexto en que partidos como Vox apuestan por derogar la Ley de violencia de género, donde el monarca ha sido más contundente: “Una violencia, de tan triste actualidad y que merece siempre nuestra repulsa y condena más enérgica y el empeño de toda la sociedad para erradicarla de nuestra vida”.

Cabe además destacar el reconocimiento que Felipe VI ha realizado de los problemas que atraviesan los jóvenes, realizando un llamamiento a que obtengan “salarios dignos”: “Sabéis que es muy difícil encontrar trabajo sin una adecuada formación. Muchos la tenéis, pero a veces os veis obligados a ocupar un puesto de trabajo que no es para el que os habéis preparado o que no responde a vuestras expectativas. Y os tenemos que ayudar: a que podáis construir un proyecto de vida personal y profesional, con un trabajo y un salario dignos, a tener un lugar adecuado donde vivir y, si así lo queréis, a formar una familia y poder conciliar con la vida laboral”.