Íñigo Errejón ha vuelto a plantear este martes un movimiento en el tablero para desbloquear la situación en la comunidad de Madrid. El dirigente de Más Madrid, a la espera de que finalmente las tres derechas no se pongan de acuerdo, sigue insistiendo a los regidores naranjas para que, de una forma u otra, recapaciten la orientación de su voto y elijan a Gabilondo por encima de las pretensiones de la extrema derecha.

De hecho, Errejón ha pedido a los de Rivera que cedan “tres votos” para que la aritmética sonría a los intereses del líder socialista. Sin embargo, Ignacio Aguado, líder de los naranjas en la Asamblea de Madrid, no ha querido valorar la petición y ha dado un sonoro portazo al reparto de apoyos que planteaba su homólogo.

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“¿Es así como entiende Errejón la política? ¿Está proponiendo un tamayazo? ¿Así entiende la política, con tamayazos?”, ha preguntado Aguado. Además, ha aconsejado al líder de Más Madrid que “que deje de ver series de televisión” porque “esto es la vida real”. Después de la crítica a su adversario, ha vuelto a explicar la hoja de ruta de su formación: un gobierno de coalición con su socio preferente, el PP, que no incluya a Vox a pesar de que necesiten sus apoyos.

Sin embargo, en Génova no acaban de fiarse. Más allá de si Vox y Ciudadanos acaban llegando a un acuerdo, los azules tratan de que Juan Trinidad (Cs), presidente de la Mesa de la Asamblea, proponga a Díaz Ayuso para la investidura y no a Ángel Gabilondo. Sin embargo, si atendemos al Reglamento de la Cámara, el órgano rector de la Asamblea debería proponer a aquel candidato que cuente con un mayor número de apoyos.

Así las cosas, las cuentas están claras: mientras el socialista cuenta con el ‘sí’ del PSOE, Más Madrid y Podemos (64 votos en total), el PP sigue a la espera de alcanzar un acuerdo a tres que parece muy lejano y sigue a la espera de recabar sus apoyos (a día de hoy, solo tendría el ‘sí’ expreso de sus propios regidores: 30).

Sin embargo, la líder popular ha convocado a la prensa y ha evidenciado la ‘triquiñuela’ que se está planteando entre bambalinas: “Nuestros apoyos están en camino”, ha alegado antes de pedir a Trinidad ser ella la propuesta para someterse al plebiscito de la cámara el próximo 11 de julio.ç

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Con Vox amenazando con una repetición de elecciones y Ciudadanos instalado en el miedo a la cesión frente a la extrema derecha, el Partido Popular trata de ahogar las posibilidades socialistas para evitar que tres posibles díscolos naranjas acaben cediendo y provoquen que Madrid, 24 años después, se tiña de rojo.

Aguado, foco de las críticas por su acercamiento a Vox

Fuentes internas de Ciudadanos no esconden su descontento con su líder regional. Escorado a la derecha, Aguado es uno de los máximos exponentes del 'no es no' al PSOE, aunque para ello haya que pactar con la extrema derecha a la que trata de vilipendiar públicamente a diario. Sin embargo, sus críticos advierten de que este desdén que se profesan en cada aparición pública tiene más que ver con el blanqueamiento de sus decisiones que con la realidad. 

"No nos sentaremos con la extrema derecha", repetía como un mantra tiempo atrás. "No pactaremos con la extrema derecha", moduló después de que la prensa anunciara que mantuvo encuentros con Rocío Monasterio. "Hemos tratado de incluir al máximo número de grupos, pero esto no es la formación de ningún Gobierno", dijo Rivera después de sentar a Vox en la Mesa de la Asamblea por delante de Más Madrid, aunque éstos cosecharan un mayor resultado en las urnas. 

Las cesiones han sido continuas, las críticas internas también. Algunos como Toni Roldán, Javier Nart o Juan Vázquez hicieron público el descontento, pero son muchos más los que, a la espera de que el sector no oficialista se movilice, espera su turno. Así las cosas, la cúpula madrileña teme que los desencuentros acaben con votos en contra de la disciplina marcada. Tanto es así que las primeras investigaciones ya han empezado a producirse: hay que dejarlo todo atado y bien atado.