Inés Arrimadas protagoniza el posado principal de la revista Telva en el mes de abril. Lo hace en el Parlament de Cataluña, a pocos metros del despacho del president, Roger Torrent, y en el Born de Barcelona. Lo hace con un atuendo de altura que supera de largo los 2.000 euros: vestido de noche de satén y gasa de Diane Von Furstenberg, zapatos de Jimmy Choo y pendientes de diamantes.

Tanto los vestidos de la diseñadora belga como los zapatos del malayo superan los 500 euros cada uno en sus facetas más económicas. Y es difícil encontrar unos pendientes de diamantes por menos de 1.000 euros.


Inés Arrimadas posa para el número de abril de la revista TELVA. Imagen de Toni Mateu.

Pero ni con esa selección Arrimadas se ha sentido incómoda. Así explica la Cristina Larraondo, autora del reportaje, cómo se fraguó: “Le propusimos el reto de ponerse un vestido poderoso. Extiende sus brazos hacia las cortinas de terciopelo rojo enmarcadas entre dos columnas de mármol, se gira, y, retadora, mira a cámara como si lo hubiera hecho toda la vida”. La única queja de Arrimadas vino de su peinado: “Con este moño me estoy pareciendo muchísimo a mi abuela”.

Arrimadas también habla de su matrimonio con un ex diputado de CiU nacionalista, al que está reconduciendo. “Mi marido era nacionalista. Ahora intento apartarle de todo esto”, dice la líder de Ciudadanos, quien señala que su esposo, Xavier Cima, “abandonó el partido cuando dejó de ser lo que era o lo que parecía que era”.