Fernando Paz, cabeza de lista por Albacete en Vox, anunció este jueves su renuncia irrevocable a seguir representando al partido. El dirigente, a través de sus redes sociales, alegó que su suerte se había visto truncada por la manipulación mediática y el linchamiento personal de los medios afines a la izquierda sobre su persona.

Sin embargo, según ha podido saber ElPlural.com, el pasó atrás de Paz responde principalmente a una cuestión interna. Sus polémicas declaraciones, negando el Holocausto judío, han sido el desencadenante de su caída. Los adversarios exteriores y la crítica informativa pesan, pero lo que realmente ha provocado la rápida defenestración del ex cabeza de lista en la provincia manchega ha sido el peso de sus propios aliados.

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El Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) -un grupo armado que figuró en los informes internacionales como banda terrorista hasta 2012- ha impuesto su ley. La dependencia económica de la extrema derecha años atrás llevó a los de Abascal a atarse, implícitamente, con los intereses de este lobby judío-iraní.

Según El País, la organización envió mediante donaciones secretas cerca de 971.000 euros a la cuenta de la formación entre diciembre de 2013 y abril de 2014. Un montante que sirvió a los ultras para seguir creciendo, financiar la campaña a las elecciones europeas y cubrir los gastos del día a día. “Los fondos de los exiliados iraníes no solo sirvieron para pagar la campaña europea en 2014, sino también para poner en marcha Vox”, reconoció en enero Alejo Vidal-Quadras, primer presidente y fundador de la formación.

Cerca de 141 transferencias y un millón de euros que exige, todavía hoy, una relación bilateral y rendir cuentas en según qué situaciones. A este grupo de presión judío-iraní no le sentó nada bien escuchar de boca de uno de los dirigentes de la formación que el Holocausto era una farsa. Suficiente para levantar el teléfono, exigir la dimisión y sentar cátedra sobre los límites existentes.

Financiados por un grupo terrorista

Como ya informamos en ElPlural.com, Vox financió el 80% de su campaña europea con dinero procedente del CNRI, un grupo opositor estrechamente vinculado al grupo terrorista Muyahidín-e Jalq (MKO, por sus siglas en ingles).

El MKO es el brazo armado de la organización opositora al régimen iraní y figuró en la lista negra de organizaciones terroristas durante varios años.

Asimismo, se les considera responsables directos de la muerte de más de 17.000 iraníes, según datos de Hispan TV, un medio afín al Gobierno de Irán. Otros rotativos, como el New YorkTimes o la Revista Comuna, cifran la cantidad de bajas del MKO en algo más de 10.000.  

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El MKO nació en el año 1965 como grupo opositor al sah de Persia, Mohammad Reza Pahleví, y llegó a perpetrar atentados contra personas norteamericanas. Sin embargo, tras la revolución islámica, perdió el apoyo popular y se refugió en Francia, donde actualmente posee sus principales sedes. 

Ímprobos esfuerzos por blanquear su imagen

Volcados en organizarse políticamente para contrarrestar el régimen iraní, el MKO protagonizó una batalla judicial entre 2003 y 2014 para salir de los listados internacionales que los catalogaban como terroristas. Un ímprobo esfuerzo para reconducir su posición que acabó fructificando.

Sin embargo, todavía son muchas las voces críticas con la decisión. El diario The Guardian denuncia el uso del dinero, el clientelismo pagado a golpe de talonario y el silenciamiento inequívocamente interesado de las altas esferas.

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Con el beneplácito de Estados Unidos

Aliados de Occidente, muchos esfuerzos de Washington se dirigen a colocar al CNRI al frente de Irán, país con amplios recursos naturales que la Casa Blanca mira con anhelo. Con fuertes apoyos internacionales, este lobby trata de pagar intereses, adentrarse en todas las estructuras internacionales y tener peso y voto en todas las mesas de negociación posibles.

Valga como ejemplo la declinación forzada de Fernando Paz en España. Poderosos aliados con una red cruzada de pesos pesados que imponen el mazo como juez y parte cuando difieren.

Aznar y Zapatero, los otros invitados del CNRI

Como recoge El Confidencial, la oposición a Teherán ha reunido a otros candidatos españoles. Inmersos ahora, desde la lejanía, pero sin perder de vista el objetivo, en el proyecto de Vox, merece la pena recordar cuando en 2014 reunió a dos expresidentes españoles en un acto en París llamado “Free Irán”.

Entre los conferenciantes, y bajo el lema All for freedom (Todo por la libertad), estuvieron José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega.