El expresidente del Partido Popular de Castellón, Carlos Fabra. El expresidente del Partido Popular de Castellón, Carlos Fabra.



El recorrido judicial del caso Gürtel puso en evidencia al entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Juan Luis de la Rúa, quien archivó la causa de los trajes contra Francisco Camps, decisión que posteriormente enmendó el Tribunal Supremo. Ahora, otro fallo del alto tribunal coloca en el ojo del huracán al presidente de la Audiencia Provincial de Castelló, Carlos Domínguez, al revocar un auto de éste que descartaba que Carlos Fabra pudiera ser juzgado por cohecho. Un juez, Carlos Domínguez, cuya amistad con Fabra es notoria y al que se ha señalado públicamente de ser el “protector” del cacique popular.

El actualmente magistrado de lo Social del TSJ valenciano, Juan Luis de la Rúa, dijo sentirse “feliz” de que Camps lo considerara “más que un amigo”, una relación que no consideró motivo para abstenerse en la causa contra Camps por supuesto delito de cohecho impropio. Pese a los indicios que sí vio el magistrado de su misma sala, José Flors, De la Rúa firmó el archivo definitivo de la causa, provocando el enojo de muchos magistrados al considerar que su actuación casaba poco con el principio de imparcialidad. Luego tuvo que ver cómo el Supremo ponía a cada cual en su sitio.

Los recursos, siempre a favor de Fabra
Del presidente de la Audiencia Provincial de Castelló, Carlos Domínguez, y del expresidente de la Diputación, Carlos Fabra, no se conocen declaraciones públicas en las que hayan hecho profesión de fe de su estrecha amistad. Sí se sabe que, además de su confraternidad, comparten afición por el futbol, los toros y el golf. Y, sobre todo, se constata que el magistrado Domínguez ha tramitado y resuelto recursos que hasta ahora siempre han favorecido a su amigo Fabra.

El papel relevante de la Audiencia
Ya es conocido que en los más de nueve años que se prolonga el caso Fabra, su instrucción ha pasado por las manos de nueve jueces y cuatro fiscales, a los que se les ha acusado directamente de la dilación del proceso.  Unas idas y venidas por el juzgado de Nules que instruye una causa que quemaba en las manos del juez instructor, que huía a otro destino en cuento podía. Pero en la demora también ha jugado un papel relevante la Audiencia Provincial y su presidente con la tramitación y resolución de los recursos que estratégicamente ha ido presentando el exlíder del PP provincial.

El juez amigo anuló la vista oral
Así, cabe recordar la decisión tomada en 2006 por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que también preside el magistrado Domínguez, de tramitar y resolver uno de los recursos que supuso un retraso de varios meses en la instrucción. O el fallo adoptado en 2010 de declarar prescritos cuatro de los cinco delitos fiscales de los que era acusado Fabra. La más relevante, la resolución de la Audiencia Provincial de marzo de 2012 de devolver el caso al juzgado de Nules, anulando la vista oral y eliminando de los presuntos delitos cometidos por Fabra el de cohecho. Una decisión que colmó la paciencia del último juez instructor, Jacobo Pin, quien pidió el amparo del Consejo General del Poder Judicial al considerar que la Sección Primera de la Audiencia Provincial lo perturbaba en su independencia como instructor.

Una profesionalidad cuestionada
El fallo adoptado este jueves por unanimidad por los cinco magistrados de la sala de lo Penal del Supremo, da “absoluta libertad” al juez instructor para que vuelva a dictar auto de apertura de juicio y acuse a Fabra también por cohecho. Una resolución que no solo acerca más al exdirigente del PP al banquillo de los acusados. También cuestiona la profesionalidad con la que el juez Domínguez ha ido dirimiendo los distintos pasos del proceso judicial contra su amigo Fabra.

“Domínguez es el protector de Fabra”
Para el coportavoz de Compromís en Castelló, Carles Mulet, el auto del alto tribunal “vuelve a dejar en evidencia” al juez Domínguez, “convertido curiosamente en el principal apoyo que tiene Fabra dentro de la Justicia para evitar que se le juzgue por todos los presuntos delitos de los cuales está acusado”. “Cuando el Supremo le dice al juez Pin que puede juzgar también por cohecho a Fabra”, -resalta el dirigente nacionalista”- demuestra cuánta razón tenía el juez al denunciar las injerencias de Domínguez”.

“Que el Poder Judicial tome medidas”
Mulet recuerda “la por todos conocida estrecha relación de Fabra y Domínguez, y ahora, con el nuevo varapalo del Tribunal Supremo, algún estamento se tendría que plantear las actuaciones de Domínguez y tomar medidas”.  “Domínguez –denuncia Mulet- se ha convertido en el protector de Fabra, y siempre, como se ve, de manera contraria a derecho como ha interpretado el Supremo; no entendemos cómo desde el Consejo General del Poder Judicial no se toma ya ninguna medida al respeto”.