Los diputados extremeños del PSOE y de Podemos han asistido a lo que consideran el colmo del cinismo: Un diputado del PP, Juan Antonio Morales, “autoreprobándose” como franquista, antes que dimitir. Una historia digna de representarse en alguna de las películas de Berlanga donde se retrataba aquella España de los setenta, pero que ha tenido lugar en enero de 2017.

Historia de un homenaje y unas palabras

La historia es así. Juan Antonio Morales Álvarez, diputado regional popular, pero además secretario provincial (número dos) del PP en Badajoz, fue homenajeado el pasado dos de diciembre por la Fundación Francisco Franco en una cena en Madrid. El acto, como contamos en ELPLURAL.COM en su momento, estaba organizado para conmemorar el 60 aniversario de la propia Fundación y el 124 del nacimiento de ‘el Caudillo’.

Como parte del acto, se homenajeó a una serie de personas, entre ellas al citado Juan Antonio Morales, así como a alcaldes que mantienen el nombre del Caudillo o de Franco en su topónimo, entre ellos el de Antonio Pozo, edil de Guadiana del Caudillo, o Ana Rivelles, alcaldesa de Alberche del Caudillo.

En la hora de los discursos, y según nota de la propia Fundación que recogimos entonces y que después fue borrada, Morales elogió el Plan Badajoz “por el que nuestro Caudillo expropió 225.000 hectáreas a terratenientes para dárselas al pueblo…”, y se mostró “profundamente agradecido” por el reconocimiento que el premio significaba a la “lucha política permanente que mantienen contra el Presidente de la diputación Provincial de Badajoz y el Partido Socialista, en su afán por borrar cualquier vestigio del franquismo”.

"Ni Francos, ni Maduros, ni Castros"

Al conocerse el contenido de la cena y la intervención del alto cargo del PP, PSOE y Podemos pidieron la reprobación y la dimisión de Morales. Pero éste se ha negado a dimitir, y desde su partido, la dirección ha echado balones fuera. En concreto, Morales pidió perdón por acudir al acto, y la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Cristina Teniente dijo que su partido no quería “ni ‘Francos’, ni ‘Maduros’, ni ‘Castros’”, con lo que consideraban cerrado el asunto como, literalmente, vino a decir el jefe de Juan Antonio Morales, el presidente del PP en Badajoz, Francisco Javier Fragoso.

Pero ni PSOE ni Podemos aceptaron estas explicaciones y se plantearon la reprobación del diputado Morales. Puesto que la figura de la recusación en sí no existe para quienes no ocupan cargos en la Asamblea, decidieron presentar una moción parlamentaria para que se inste “al Gobierno de España y los ayuntamientos de Extremadura a que cumplan y hagan cumplir la Ley de la Memoria Histórica”. Una forma de abrir la puerta a poder pedir la dimisión del diputado homenajeado por el franquismo.

Las pruebas familiares en el iPad

La sesión ha tenido lugar este jueves. Y para sorpresa de los diputados socialistas y de Podemos, Morales, como el resto de diputados del PP, se ha sumado sin despeinarse al voto positivo de la moción en lo que, dado sus antecedentes, no puede sino interpretarse como una “autoreprobación política”.

Eso sí, para completar la situación berlanguiana, Juan Antonio Morales ha pedido la palabra acabada la votación y, como puede verse en el vídeo que acompaña esta información, después de asegurar su “lealtad con la Constitución”, dijo a los demás diputados que “quiero presentarles a mi familia”, y en un iPad mostró “la foto de mi madre, de mi mujer, de mis hijas.., de mi padre fallecido…” para a continuación pedirles “que vayan a mi pueblo y pregunten” para que vean que nada de lo dicho en la sesión tenía que ver con la realidad.

Eso sí, Juan Antonio Morales no ha desmentido ni el homenaje, ni lo que dijo en él, y que es por lo que piden su reprobación.