El expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana creó hasta 25 empresas pantalla para esconder las comisiones que obtenía de las adjudicaciones a la familia del exconseller Juan Cotino, según el informe enviado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al juzgado, en el marco del caso Erial, y que adelanta la periodista Loreto Ochando en Valencia Plaza.

Los investigados están acusados de presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude en la contratación, cohecho, delito contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a los funcionarios, falsedad documental, blanqueo de capitales y organización criminal.

En este caso, además de Zaplana, entre los principales imputados están el exconseller Juan Cotino y sus sobrinos José y Vicente Cotino, los supuestos testaferros del expresidente Joaquín Barceló y Francisco Grau, el presidente de la mesa de contratación que adjudicó las ITV Juan Francisco García o la mujer y las hijas de Zaplana.

El dinero estaba en cinco cuentas suizas

El expresidente de la Generalitat valenciana contrató a al testaferro uruguayo Fernando Belhot, que le presentó supuestamente su íntimo amigo, el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González. Belhot, que colabora en este caso con la Justicia, fue también la persona que dio acceso a las cuentas bancarias en las que estaba ingresado el dinero negro, cinco de ellas en el Bank Julius Bäer de Suiza.

Aunque Zaplana creó 25 empresas ‘offshore’ para camuflar y blanquear el dinero, en realidad, el dinero nunca salió de las cinco cuentas suizas. Las empresas estaban radicadas en Holanda, Uruguay, Hong Kong, Panamá, España, Suiza, Reino Unido, Italia, Irlanda, Alemania y Francia. 

Una empresa en Suiza se utilizó para transferir dinero para una operación urbanística, y en la que constan 2.955.000 euros. Según los investigadores, la operación urbanística tenía como objetivo blanquear parte del dinero B procedente de las mordidas.

Zaplana pedía dinero en efectivo

En su declaración, Fernando Belhot contó que, además de las inversiones o las compras de propiedades, el expresidente también le pedía dinero en efectivo. La UCO cifra, a través de lo dicho por Belhot, en 2.300.000 euros el dinero que le fue entregado al expresidente Zaplana en metálico desde dos de las cuentas radicadas en Suiza a lo largo de siete años.

El expresidente de la Generalitat valenciana tenía a su disposición, además de las cuentas en Suiza, dos cuentas en Andorra de dos empresas radicadas en Panamá, Punkak Services y Merceron Investments, a nombre de uno de los presuntos testaferros de Zaplana, Joaquín Barceló. 

En la cuenta de Punkak llegaron a haber casi 5.600.000 euros, de los que 1,5 millones terminaron en las cuentas suizas controladas por Belhot. En la de Merceron había 3.431.000 euros, de los que 3.309.000 también acabaron bajo la supervisión del Uruguayo, según Valencia Plaza.

El dinero había pasado antes por una empresa creada por los Cotino, Imison Internacional, y que fue gestionaba la intermediaria Beatriz García Paesa. Los 7.870.000 de euros, procedentes de Andorra y España, se transfirieron a una primera empresa, Natland, radicada en Holanda y que, posteriormente pasó el dinero a las cinco cuentas bancarias suizas, aunque pareciera que el dinero estaba repartido en más de 20 empresas.