El próximo Congreso de Podemos no deja de generar novedades. Si ayer en Palma de Mallorca, el secretario Político de la Formación y portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, sufrió los abucheos de un grupo de asistentes a un acto, este domingo ha sido el secretario de Organización, Pablo Echenique, el que ha opinado acerca de lo que puede salir de lo que ya se ha dado en llamar Vistalegre II.

Echenique ha sido bastante claro al asegurar que está convencido de que habrá cambios, porque "es sano", en el proyecto político y en la dirección tras dicho cónclave, si bien, al igual que ha hecho Errejón en las últimas horas, ha indicado que no ve a otro distinto a Pablo Iglesias liderando el proyecto.  

Siendo más concreto, el dirigente morado se ha referido al cambios de rostros, porque desde el primer Vistalegre han pasado "muchas cosas", entre ellas la aparición de los "ayuntamientos del cambio", la representación de Podemos en los parlamentos autonómicos y el apoyo del PSOE a la investidura de un "presidente de derechas", asuntos de los que hay que "aprender" y "plasmar en nuevos documentos políticos".

Más candidaturas

Además ha mostrado su deseo de que más personas presenten también su candidatura, algo improbable debido a que el grupo de Iglesias cuenta con una mayoría clara. No obstante, Echenique ha señalado que, "previsiblemente", Pablo Iglesias seguirá siendo secretario general, aunque ha advertido de que en Podemos nada es "precocinado" y habrá que esperar a lo que decida la gente para conocer si esto será así.

Por lo que respecta a lo que muchos llaman crisis interna entre las distintas sensibilidades que cohabitan en la formación, el responsable de Organización ha negado que el partido llegue "fracturado" a Vistalegre, porque entiende que existen "los mimbres" para salir de este encuentro "con más unidad", dada la "voluntad de coagular al partido" del único candidato a la secretaría general y la intención de debatir de "ideas y de política".