Nacieron en Madrid el mismo mes, aunque con un ano de diferencia. Las dos militan desde su juventud en partidos politicos antagonistas; son licenciadas en Ciencias Politicas y ambas regresaron del “exilio dorado” de Europa para formar parte de las candidaturas encabezadas por Rajoy y Zapatero en 2008. Tres anos despues, Ana Mato y Elena Valenciano se han convertido en “Las fontaneras” de Genova y de Ferraz, sedes del PP y PSOE. Las dos mantienen un duelo entre bastidores al llevar el peso de las campanas electorales de sus respectivos candidatos. Son dos mujeres y un destino: sentar a Mariano Rajoy o a Alfredo Perez Rubalcaba en La Moncloa. Mato vs. Valenciano, o las diferencias y paralelismos de las dos diputadas mas poderosas de la politica nacional. A partir de esta semana llega su hora de la verdad.

Cospedal y Blanco, en segundo plano
Además, ambas han desplazado a los número dos de sus respectivos partidos a un tercer lugar. Ana Mato ha materializado lo que ya era un secreto a voces, ella es ahora la mano derecha de Mariano Rajoy en detrimento de María Dolores Cospedal, que anda “lloriqueando” por las esquinas de La Mancha porque asegura que los socialistas no le han dejado ni “un puto” euro para pagar a los boticarios, que diría Esperanza Aguirre. Por su parte, Elena Valenciano le ha arrebatado a José Blanco la responsabilidad y el peso de la campaña electoral, de la que el gallego era dueño y señor desde 2000. Ahora, la madrileña decide y el ministro de Fomento “lidera estrategias”.

La experiencia de Mato…
Ana Mato lleva en el círculo del poder conservador desde sus tiempos de estudiante en la UCM, donde su profesor, Jorge Vestrynge, secretario general de Alianza Popular, la captó para la causa. Años después sería José María Aznar el que se la llevaría de asesora a Castilla-León para que formara parte del llamado “Clan de Valladolid”, que más tarde desembarcaría en Madrid para hacerse con las riendas del PP y posteriormente con las del Gobierno. Mato fue diputada autonómica (1991), contó con un escaño en el Congreso entre 1993 y 2004, año en el que “huyó” a Estrasburgo tras el batacazo del PP, para cuatro años después regresar a Madrid y formar parte de la candidatura de Mariano Rajoy, solo por detrás del fallido fichaje de Manuel Pizarro. En este tiempo (28 años) ha hecho de todo y conoce el partido como pocos, siempre pegada al jefe (fuera quién fuera), pero en la sombra, como buena “fontanera” que es.

…y la fuerza de Valenciano
Fue en Europa donde, precisamente, Ana Mato conoció a Elena Valenciano, su ahora antagonista. La socialista llevaba en la Eurocámara desde 1999 y se movía por Bruselas como pez en el agua, sobre todo en los lobbies femeninos, de los que viene formando parte desde 1992. No en vano, Valenciano es desde 1999 presidenta de la Fundación Mujeres, de ahí que sus compañeros digan de ella que es una “mujer de armas tomar”. Pero si Mato puede reivindicar su experiencia, Elena Valenciano le gana en veteranía militante. Le han salido los dientes en el PSOE y con solo 17 septiembres ya militaba en JJSS (1975), partido en el que le han sido encargadas importantes responsabilidades hasta su nombramiento como coordinadora de la campaña de Rubalcaba, quien no dudó en incorporarla a su equipo por la “fuerza” que emana, su capacidad de liderar grupos y su decisión sin titubeos: “Ésta no será una buena noche para el PSOE”, dijo el 22-M nada más cerrar los colegios electorales. Nadie se hubiera atrevido a ir tan lejos; ella no se confundió ni un milímetro.

Mato, salpicada por la Gürtel
Paralelismos que se distancian como líneas curvas en el infinito cuando se analiza la transparencia de ambas mujeres. Ana Mato, ex mujer de Jesús Sepúlveda, alcalde dimisionario de Pozuelo e imputado en el caso Gürtel por presunta corrupción, estuvo a punto de ser también inculpada por el mismo escándalo político, pero finalmente el magistrado Pedreira rechazó tal posibilidad al considerar que aunque hubiera pruebas de su implicación (coches, dinero, viajes gratis, etc., según la policía), “existiría prescripción en el hipotético supuesto de que concurriesen indicios delictivos”, sentenció el juez en connivencia con la Fiscalía. Mato se libró por los pelos, pero las sospechas todavía hoy planean por la planta noble de Génova.

…Y Valenciano, limpia como una patena
A diferencia de “La fontanera” de Génova, su homóloga socialista está más limpia que la patena. Ni siquiera la caverna mediática ha podido relacionarla con ningún caso sospechoso, ni mucho menos algo parecido a lo de Ana Mato. A lo sumo, Elena Valenciano ha sido señalada porque su marido, Javier de Udaeta Montaner, con el que tiene dos hijos, es propietario de inmuebles en la costa mediterránea, o de algún terreno en la misma zona. Pero de ahí a recibir coches y viajes gratis, como señala la policía respecto a Mato, va a un abismo que el PP ni ha podido ni ha querido explorar al comprobar que no hay nada de nada.

Mato arrastra el lastre de Pons…
Los equipos de Ana Mato y Elena Valenciano son copias de sus respectivos líderes. La inteligencia política encarnada por Rubalcaba, frente a la sesteada e indiferente posición de Rajoy, se pueden apreciar en sus equipos. Por eso a Mato no le queda más remedio que contar con Esteban González Pons como gurú de la comunicación popular y cargar con su verborrea matinal y sus titulares enlatados que ya no convencen a la prensa.

…Y Valenciano cuenta con Hernández
En el lado opuesto se encuentra Carlos Hernández, jefe de prensa del PSOE, apreciado, valorado y aplaudido por todos los medios, incluso por La Gaceta de Carlos Dávila, que ya es ser estimado. Pero al contrario que Mato, es la propia Valenciano la encargada de comunicar y responder, y no se achanta cuando acusa a Pons de “enredar en las notas de prensa”, al mismo tiempo que recuerda al deslenguado portavoz del PP que “allá donde gobernáis, donde os instaláis en el poder durante mucho tiempo florece la corrupción”. El valenciano no contestó.

Dos equipos; dos mujeres: un solo destino
El resto de los integrantes de los equipos de ambas “fontaneras” son sobradamente conocidos en círculos políticos, si bien los socialistas atesoran más peso político con la participación de los exministros Jesús Caldera y Cristina Narbona, a los que se une el actual ministro de Fomento, José Blanco, y el diputado Antonio Hernando. Por su parte, Mato cuenta con el apoyo de Baudilio Tomé (encargado de la redacción del programa electoral), Juan Manuel Moreno, Alfonso Serrano, Juan Carlos Vera y Jorge Moragas, que está donde siempre está “el jefe”, señalan a ELPLURAL.COM fuentes del gabinete de prensa del PP.