Este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno, los decibelios han alcanzado cotas inimaginables. Tacos, vituperios, aplausos interminables… El enfrentamiento retórico entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, fue de los más duros que se recuerdan desde que ambos lideran sus respectivos partidos. Pero aquella no fue ni mucho menos la única escena de acusaciones, gestos, aspavientos y alocuciones malsonantes.

Tras la sesión de control se han sucedido diferentes intervenciones de sus señorías. En una de ellas, concretamente en la del diputado socialista César Ramos, se ha producido un encontronazo con un representante de Vox. Ramos estaba en el uso de la palabra desde la tribuna de oradores cuando ha visto algo que no le ha gustado en absoluto y se ha visto obligado a parar la ponencia para reprocharle el gesto.

“Lo he dicho antes, estábamos teniendo un debate interesante porque no hay mucho público, no lo estropee ahora”, ha argumentado el portavoz de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sin identificar al diputado de Vox y refiriéndose en repetidas ocasiones a este de dicha forma. 

Ramos ha vuelto a retomar la ponencia, pero nuevamente, tuvo que parar. En esta ocasión, se lo tomó con más humor y, mientras se reía, exclamó: “Pero, ¡no entiendo qué hace con el dedo!”. “Es incomprensible”, ha continuado.

En este momento, el presidente de turno del Congreso ha instado a Ramos a continuar con el objeto de la ponencia y cejar en el reproche hacia el diputado de la bancada de Vox. “Es bastante desagradable, pero bueno…”, ha respondido el socialista.

Al concluir, y ya desde una tribuna bien distinta como es Twitter, Ramos ha insistido: “Los señores de Vox que dicen provenir de familia “bien” son muy maleducados, interrumpen y señalan como matones cuando no les gusta lo que escucha. Tenemos que sacar a estos señores de las instituciones, porque nunca creyeron en la democracia”.