"El sábado por la tarde estaré en la marcha del Orgullo en Madrid. Y estaremos para reivindicar todo lo que nos queda por conseguir y también para celebrar lo que hemos conseguido juntos: los derechos del colectivo LGTBI que se han conseguido en este país. Y lo haremos muchos, no sólo vamos a estar nosotras miembros del Congreso, sino también compañeros que van a venir de otras parte de España. Así que, os invito a uniros a nosotros. Lo estamos preparando todo para que sea un día de fiesta, un día de celebración, pero también de reivindicación. Y nosotros estaremos, ¡claro que sí! Como siempre. Porque allí donde se defiende la igualdad, allí siempre estará Ciudadanos. Le pese a quien le pese. Así que nos vemos todo este sábado por la tarde en la marcha del Orgullo en Madrid. ¡Hasta luego!". Con este alegato confirmaba Inés Arrimadas que la formación naranja asistiría a la manifestación, pese a que el colectivo y los organizadores de la festividad se han cansado de repetir que Ciudadanos no será bien recibido. 

Este anuncio, unido al de otras manifestaciones como el de la flamante vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, han sido la gota que ha colmado el vaso para muchos de los principales grupos del colectivo. El enfado y la indignación ha llegado hasta tal punto, que según ha podido saber ElPlural.com, se está barajando la posibilidad de boicotear la asistencia de Ciudadanos, con el objetivo de protestar contra la derechización de los naranjas, que se ha pronunciado en las últimas semanas. 

Por su parte, pese a que los de Albert Rivera frente a las cámaras se han mostrado tranquilos y confiados, lo cierto es que de puertas para dentro, el mensaje es bien distinto. La formación naranja es consciente de que los acuerdos con la extrema derecha pesan y mucho, y temen el Orgullo. Un miedo que han confirmado fuentes de Ciudadanos a este medio, pese a que la dirección lo ha desmentido tajantemente: "No, no y no".

Antecedentes peligrosos

En caso de boicot, no sería la primera vez que la formación naranja ve como son increpados y amenazados por diversas personas. Sin ir más lejos, la semana pasada, durante la celebración del Orgullo en Valencia, el autobús del partido fue atacado con pintura. Además, según denunció Ciudadanos, la concejal Rocío Gil y el diputado Jesús Salmerón fueron atacados. 

Los incidentes se volvieron a repetir también en Barcelona. En la Ciudad Condal, la manifestación transcurría sin sobresaltos hasta que apareció un autobús con el logo de Ciudadanos -al igual que en Madrid, habían sido vetados por sus acuerdos con Vox-. Entonces, un grupo de exaltados cortaron el paso al vehículo y con aerosoles pintaron encima palabras como "fascistas" y "fuera"

Un 'capote' inesperado

Sin embargo, no todas las asociaciones están en contra de la presencia de Ciudadanos en la festividad. El portavoz de Arcópoli, una de las asociaciones más influyentes dentro del colectivo LGTBI, Rubén López, ha manifestado a este periódico que a pesar de que "está claro que el Orgullo es político", no cree que sea conveniente "señalar únicamente a Ciudadanos", ya que "puede ser contraproducente"" y la "reivindicación se puede perder entre el ruido de fondo".