En el marco de las continuadas protestas que se han concentrado durante más de una semana ante la sede del PSOE en Ferraz, ahora, con la investidura de Pedro Sánchez en los próximos días, se espera que las concentraciones se desplacen hasta el Congreso de los Diputados con la posible repetición de una imagen histórica: el movimiento ‘Rodea el Congreso’ impulsado por sectores de izquierdas en 2016 en contra de la investidura de Mariano Rajoy.

Cuando en estas fechas y en el marco de la crítica a pie de calle promovida por la derecha y ultraderecha en contra la amnistía y los pactos de los socialistas con formaciones independentistas catalanas, cabe recordar que las que se produjeron hace seis años atrás contra el que fue expresidente del Gobierno popular protagonizadas por la izquierda fueron fuertemente criticadas por sectores de derechas.

Ahora, los papeles se han cambiado. La derecha, en aquel momento, sentenció y criticó fuertemente las marchas promovidas por la izquierda en contra de la investidura de Rajoy y, años después, la situación se repite con un giro de roles, siendo en estos momentos Pedro Sánchez el objetivo final.

Volviendo al plano actual, este lunes el Ministerio de Interior ya ha dado orden a la Policía Nacional para blindar las inmediaciones de la Cámara Baja cuanto, entre el miércoles 15 y jueves 16 tendrán lugar las dos sesiones parlamentarias de investidura. Un despliegue en el que se ha dispuesto para evitar altercados mayores como los que se han sucedido en los últimos días y, por ello, se cortarán todos los accesos por todas las avenidas próximas hasta la Carrera de San Jerónimo. A partir de este lunes, hasta que Sánchez vuelva a ser nombrado presidente del Gobierno central a finales de esta semana, estos accesos estarán blindados y protegidos a nivel policial, al igual que en otros puntos candentes de la capital proclives en donde se puedan convocar otras manifestaciones del mismo calado.

¿Qué fue de la movilización ‘Rodea el Congreso’?

Bajo este telón de fondo, y en ciertos aspectos, las movilizaciones ciudadanas vuelven a repetirse envueltas en un escenario político convulso. La marcha de ‘Rodea el Congreso’ fue promovida por formaciones nacionalistas como EH Bildu y apoyada por Podemos. El lema rezaba: “Ante el golpe de la mafia, democracia. No a la investidura ilegítima” y, desde el corazón de la capital, se escucharon proclamas como “sí se puede” desde la Puerta del Sol.

La investidura de Rajoy en 2016 con la que consiguió la revalidación de su cargo en La Moncloa vino después de diez meses de bloqueo político hasta que el Congreso avaló su candidatura. Buena parte de la protesta fue criticada por la derecha, pero multitud de las críticas fueron dirigidas para los dos grandes partidos y contra la Jefatura del Estado: el rey, “la mafia de Nóos” -por el caso Nóos, en el que se vio principalmente implicado Iñaki Urdangarín-; el PSOE, “la mafia de los ERE”; y el PP, “la mafia de la Gürtel”.

En la movilización, una vez se levantaron las restricciones que rodeaban el Congreso, un grupo de manifestantes se trasladó hacia este punto, en la calle Cedaceros y, a la salida de algunos diputados, se escucharon fuertes abucheos e insultos.

En los últimos días, y ante la convulsión política, distintas voces han recordado las manifestaciones que se concentraron el 13 de marzo de 2004, un día antes de las elecciones generales, ante la sede del PP, en la calle Génova 13, en contra de las decisiones del Ejecutivo de José María Aznar y sobre el marco de la autoría de los atentados del 11M, donde murieron 192 personas. “Manifestación ilegal e ilegítima”, con estos términos tacharon los populares estas concentraciones.

El Congreso se prepara

Tras más de diez días consecutivos de manifestaciones alentadas por la derecha y extrema derecha ante la sede estatal del PSOE en la calle Ferraz en Madrid, se espera que en estos días dichas movilizaciones también se desplacen hacia las inmediaciones de la Cámara Baja, pudiendo darse un ambiente convulso en los días más señalados del calendario: miércoles y jueves.

No sería una imagen diferente a la que hemos visto en los últimos días: en la multitudinaria convocatoria del pasado martes y en una de las que ha tenido lugar este fin de semana, cientos de personas se concentraron en la Carrera de San Jerónimo, donde el cordón y agentes policiales les frenaron el paso, aunque no dejaron de protagonizar sentadas y entonar cánticos en contra de la amnistía y del Gobierno de Sánchez e, incluso, instalar tiendas de campaña para pasar la noche en señal de protesta.