El artículo de Gabriel Elorriaga Pisarik, diputado del PP, presidente de la comisión de Hacienda del Congreso y miembro de la directiva del partido, publicado en aquella fecha en El Mundo decía: “Lo que ahora se necesita es un liderazgo renovado, sólido e integrador, y eso es algo que, aunque me pese, Mariano Rajoy no está en condiciones de ofrecer”. Aquello, venido de quien había sido uno de los más estrechos colaboradores del líder popular, como secretario de Estado de Administraciones Públicas, director de la campaña electoral de 2004 y secretario de Comunicación, hizo mella en la confianza durante las horas bajas de Rajoy, en 2008, tras su derrota electoral.

La profunda decepción que genera Rajoy
Pedro J. se vale este domingo de esa crítica para hacer la suya propia, demoledora, contra el presidente del Gobierno. Dice el director de El Mundo en su columna: “La profunda decepción que la gestión de Rajoy está generando entre el conjunto de los españoles, incluido un amplísimo sector de los votantes del PP, ha vuelto a poner de actualidad los aspectos sustanciales de aquel diagnóstico. Nunca un jefe de Gobierno ha tenido a los seis meses de llegar al poder el rechazo explícito del 56% de la población y nunca un líder de un partido se ha encontrado en ese momento supuestamente cenital con que más de dos tercios de sus propios votantes tienen ‘regular’ o ‘mala’ opinión de él”, según un sondeo de su periódico.

España, peor que con ZP
Ramírez recuerda que cuando falta ya menos para el primer año del PP en el poder, “España está peor que entonces. Ha subido el paro -hasta los 5,5 millones-, ha crecido la deuda y se ha encarecido dramáticamente su coste, no dominamos el déficit, se ha hundido el consumo y hemos entrado en recesión”.

El gatillazo del presidente
Pedro J. Ramírez asegura que “durante este verano el estribillo de cualquier conversación política ha sido el ‘gatillazo’ que para el centro derecha está suponiendo haber llevado a Rajoy a La Moncloa” y que algunos creen que “a este paso hará bueno a Zapatero” y otros “que el pronóstico de que sería mucho mejor gobernante que líder de la oposición ha resultado ser un espejismo”.

Ni liderazgo renovado ni renovador
“Hasta el día de la fecha Rajoy no está encarnando un liderazgo ni “renovado” ni renovador. Desde el punto de vista formal nunca nadie, ni siquiera Calvo-Sotelo, había sido capaz de concitar menos empatía e ilusión desde la cima del poder ejecutivo”, escribe Ramírez.

Ni sólido ni previsible
Para el director de El Mundo, Rajoy “no está encarnando un liderazgo ‘sólido’, ni siquiera en la modalidad de lo ‘previsible’, de la que tanto le gustaba alardear. En pocos meses los españoles se han acostumbrado a relativizar el valor de las afirmaciones del presidente. No le ven como un mentiroso sino como un veleta, como un ‘saltarín’ -Shakespeare: the skipping king- que puede decir un día A y al siguiente explicar, con un mohín como para que le compadezcamos, que no ha tenido más remedio que hacer B”.

Se rodea de mediocridad para estar a gusto
Ramírez cree que en la forma de dirigir el Gobierno tampoco se aprecia en Rajoy “esa necesaria solidez”, ya que “parece como si deliberadamente se arrimara en tablas a la mediocridad para sentirse a gusto. Que nadie busque hoy la tabla redonda de Camelot en La Moncloa; sólo encontrará una mesa camilla con brasero y un ama de llaves con toquilla haciendo calceta”, afirma el director de El Mundo.

"Mejor hubiera sido salvar a Miguel Ángel Blanco"
Pedro J. se muestra crítico con la decisión del Gobierno de conceder la libertad provisional al etarra Bolinaga y critica que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz haya defendido que “no haberle concedido un tercer grado que la ley establece como discrecional al torturador de Ortega Lara y responsable de varios asesinatos habría sido una prevaricación. “¿Es que Fernández Díaz ni se sabe la ley ni se acuerda de los principios? Más de uno habrá pensado que para terminar transigiendo de este modo, mejor hubiera sido salvar la vida de Miguel Ángel Blanco”, sentencia el director de El Mundo.