Isabel Díaz Ayuso lo ha conseguido. Sus desplantes en la Conferencia de Presidentes han colocado en el eje del debate público -de nuevo- el uso de las lenguas cooficiales. Lo que ha dejado en claro este cónclave interterritorial es que en Génova coexisten dos familias bien diferenciadas en este sentido: quienes reivindican su lengua como un “privilegio” y para quienes su utilización supone poco menos que una elegía “nacionalista”. Entre medias queda un Alberto Núñez Feijóo que antaño blindaba al gallego por encima de todo. El entorno del líder de la oposición se ha adentrado en un laberinto lingüístico para justificar la cruzada de la presidenta de la Comunidad de Madrid contra el catalán y el euskera. O al menos minimizar el impacto del reto que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lanzó a su homóloga en plena reunión al iniciar su discurso en gallego.
Génova, por supuesto, niega la mayor. Fuentes consultadas por ElPlural.com reducen el choque a una mera reivindicación englobada en la estrategia conjunta del partido para tal evento. Justifican que el presidente de la Xunta ha hecho “lo contrario” a confrontar con Ayuso. Es decir, “combatir” lo que el portavoz parlamentario del PP y mano derecha de Feijóo calificó como “parafernalia nacionalista”. “Pudo hablar en otro idioma y ha elegido hablar en el de todos – el español –“, explican.
La cuestión es que Rueda inició su turno en gallego, aunque el entorno del presidente conservador le reduce a “un párrafo” para escenificar su preferencia por hablar en castellano. “Es la forma de evidenciar que pudiendo elegir, elige lo normal y no lo que eligen los socialistas e independentistas”, abundan las fuentes consultadas, que aplauden la coherencia del barón gallego.
Asimismo, justifican que nadie del Partido Popular ha mandado un mensaje contra las lenguas cooficiales a pesar de que Ayuso ha puesto en el punto de mira al euskera y al catalán. Tampoco Miguel Tellado, quien aseguran que lo que hizo - como el resto de la formación – es clarificar la postura unánime del partido, que no es sino la defensa de que “si hay dos personas que hablan el mismo idioma, lo utilicen”. “Eso es decir que no tiene ningún sentido que hablando dos personas un idioma, una de ellas escoja el que no conoce su interlocutor”, apostillan, agregando que es una situación que se daría si dos personas coincidieran en otro país como Reino Unido con “un pakistaní”. “Hablaríamos en inglés para entendernos, ¿no?”, rematan.
Pulso de Rueda
La controversia idiomática abre una brecha entre las baronías del Partido Popular. Herida que generó la presidenta de la Comunidad de Madrid con su empeño de convertir la Conferencia de Presidentes en un plebiscito sobre las lenguas oficiales. Advirtió durante la semana y cumplió con su amenaza. Apenas había pronunciado el lehendakari Pradales unas palabras en euskera, Ayuso se levantó y salió de la sala, con su bolso custodiando su sitio mientras escenificaba su boicot al euskera y al catalán. El problema creció con la intervención en gallego de Rueda, que sí contó con la presencia de la jefa del Ejecutivo madrileño.
El presidente de la Xunta de Galicia pronunció sus primeras palabras en gallego precisamente para reivindicar el uso de su idioma, leyéndose entre líneas como un acto contestatario contra el madrileñocentrismo de la baronesa conservadora. Incluso ha subrayado sentirse “muy orgulloso” de su lengua. Eso sí, tras exhibir su defensa del plurilingüismo y la oficialidad de los diversos idiomas en todo el territorio, se ha pasado al español.
Finalmente, Illa ha hablado en catalán y Pradales ha hecho lo propio en vasco. Durante sus dos intervenciones, la baronesa del Partido Popular (PP) ha abandonado el edifico y ha salido al exterior del recinto, donde la prensa pudiese verla, para hacer constar que cumplía lo anunciado. Después, ha retornado al interior. Sin embargo, Rueda ha sorprendido más tarde en gallego, aunque desde el equipo de Ayuso aseguran a ElPlural.com que la líderesa “entró en la sala y ya estaba hablando español”.
