La periodista Cristina Pardo mantuvo un tenso encuentro con uno de sus entrevistados. Javier Vilamor, portavoz de la asociación ultra Hazte Oír, ha defendido las prácticas de reconversión LGTBI, lo que provocó un encontronazo con la presentadora.

Pardo le ha preguntado por su experiencia. Vilamor ha relatado que conoció un caso en el que “un chico joven que fue violado por un homosexual cuando era pequeño y a raíz de eso, con 16 años empezó a consumir pornografía homosexual, acabó en un chat de Internet y con 16 años tuvo un encuentro sexual con un hombre de 30".

En este punto, la periodista ha cortado al portavoz: "Me está mezclando tantas cosas que se me acumulan las preguntas. Me está mezclando las consecuencias de una violación, que son traumáticas en todos los casos con una persona que se siente homosexual". 

Ante esto, se ha defendido argumentando que "solo le he puesto un ejemplo, lo que estoy diciendo es que cada persona es un mundo y vive su sexualidad de forma diferente. Yo soy heterosexual y si he sufrido alguna vez en mi vida por una relación con una chica me gustaría tener la libertad para que una persona me ayudara a acabar con ese sufrimiento. Y eso no es dejar de ser homosexual". 

No veo problema en que alguien que sufre por su condición sexual escuche a un cura en vez de escuchar a un psicólogo, que posiblemente le diga lo que la ley LGTBI impone", dijo Vilamor; quien matizó que prefería llamarlas “consultas psicoafectivas” porque él "la propia palabra terapia implica que hay una enfermedad, o algo que curar, y la homosexualidad no es una enfermedad, sino una orientación sexual tan válida como cualquier otra".

"Cuando estaba estudiando en la universidad, conocí a un chico que se abrió a mí, teníamos confianza y me contó que sufría porque tenía una tendencia homosexual, le gustaban los hombres, pero no se sentía atraído físicamente por ellos", contó, a lo que Pardo preguntó cómo es posible que te gusten los hombres pero no te atraigan físicamente: "Le puede atraer perfectamente la mentalidad de una persona, su aura. No lo sé, no soy homosexual en este aspecto. Pero una persona se puede sentir atraída por otra por muchas circunstancias, no sólo la sexual. Él no quería tener relaciones sexuales con un hombre".

A juicio de Vilamor, "es totalitario que se intente imponer a cierto colectivo la prohibición de no poder acudir a esto porque si una persona sufre por una tendencia es importante que pueda ir a que le ayuden".

"Si mi hijo me dice que sufre porque le gusta un chico, me gustaría llevarle a un sitio para que le dijeran si le pasa esto, lo otro... o simplemente confunde el cariño con un amigo con el amor", subrayó.