Foto facilitada a ELPLURAL.COM por la familia de Janeth Beltrán Martínez, fallecida en el Hospital Provincial de Toledo tras esperar cuatro horas en Urgencias



“Con relación a la asistencia que le fue prestada el día 23/05/14, le rogamos que tan pronto le sea posible (…) nos aporten los documentos…le recordamos que, de no obtener contestación en el plazo de veinte días le pasaremos la factura a usted directamente”, dice la carta () enviada a la familia de la joven nicaragüense, Janeth Beltrán Martínez, que falleció en la noche del 23 de mayo en el servicio de urgencias del hospital toledano “Virgen de la Salud”, tras permanecer más de cuatro horas sin ser atendida por un médico, según denunció en primicia a ELPLURAL.COM Adriana, amiga que acompañaba a la fallecida y que durante esas agónicas cuatro horas estuvo pidiendo ayuda sin que nadie la prestara atención.

Amiga y ahora pagadora de un servicio gratuito
La carta llegó en primera instancia a Adriana por ser la única persona que acompañaba a la fallecida en el servicio de urgencias del hospital de Toledo. Servicio, por cierto, que es totalmente gratuito tenga el paciente o no cartilla sanitaria. De ahí la falta de sensibilidad de los remitentes de esta carta, que lejos de pedir perdón por el trato recibido por la malograda Janeth, se permiten el lujo de amenazar a familiares y allegados y apremiarles a presentar una documentación que, como decimos, no es necesaria, sabiendo como saben que la joven no “tenía papeles” y que trabajaba de forma ilegal en la localidad toledana de Mazarambroz cuidando a unos ancianos, sin estar dada de alta en la Seguridad Social y cobrando un sueldo en dinero negro.

La Fiscalía investiga la muerte
Lo que sí era necesaria es la intervención de la Justicia, que ha instancias del PSOE tomó parte activa en este turbio asunto. De hecho, el fiscal jefe de Toledo, Luis Ibáñez, abrió el pasado mes de junio diligencias de oficio. Entre otras iniciativas, la Fiscalía ha solicitado a la dirección del hospital Virgen de la Salud la investigación que el propio centro dijo que haría para esclarecer lo ocurrido.

Investigación sin la principal testigo
En este sentido, hay que destacar que la citada investigación realizada por el hospital, y para la que el director del centro pidió “máximo respeto”, no contó con la declaración de la principal testigo y acompañante de la fallecida. “A mí no me han llamado para que les cuente lo sucedido”, reconoció Adriana a este periódico, al mismo tiempo que señalaba estar dispuesta a “contar ante quien sea, jueces, policías… lo sucedido, que no fue otra cosa que dejarla morir sin prestarle ningún tipo de ayuda”.

“No denunciamos por miedo”
No solo eso, la familia directa de Janeth Beltrán, sus dos primas Alejandra y Yanina, junto a la madre de ambas, se negaron a denunciar el caso por miedo a represalias y porque “nosotras estamos aquí (en España) para trabajar, no para…”, reconocieron a ELPLURAL. COM. Eso sí, se encargaron de recaudar los cerca de 4.000 euros que costó la repatriación del cadáver, ya que ni la embajada de Nicaragua ni en Estado español movieron un solo dedo para trasladar los restos mortales de Janeth a Managua.