El pasado lunes 3 de febrero se celebró la solemne apertura de las Cortes Generales presidida por el rey Felipe VI y los flecos que de ella derivan aún colean. Tras el discurso del monarca, al concluir el acto, los diputados saludan uno a uno a la Familia Real. En el caso del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, se trató de un saludo particular por la discapacidad del dirigente morado. Pasó por delante de Felipe VI, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía; pero no pudo extender su mano por motivos obvios. Sin embargo, hay quien vio en este hecho una afrenta al rey y así lo denunció.

Es el caso de una usuaria de Twiiter llamada Esther Sanz, quien tildó de “deleznable” y maleducado a Echenique, a pesar de que ya ha borrado el tuit.

Sanz es concejala de Seguridad y Familia de Vox en el municipio madrileño de Fuente el Saz. La también coordinadora y portavoz de la formación a nivel municipal. Su formación fue tercera fuerza política en las elecciones municipales del pasado 26m, con 382 votos. El Partido Popular arrasó con 1.261, siendo el PSOE segundo con 671 y Ciudadanos tercero con 387. IU recibió 350.

La mala educación de Pablo Echenique es deleznable”, decía la dirigente de Vox, tal y como puede observarse en Google, donde el tuit aún permanece.

Tuit de una dirigente de Vox contra Echenique
 
 
El propio Echenique respondió a las acusaciones con un tuit irónico:
 
Pero el portavoz parlamentario morado no es al único al que le ha faltado al respeto Sanz durante esta semana.

El pasado 30 de enero, Miquel Montoro, un joven de 13 años de Sant Llorenç (Mallorca) que hace vídeos sobre su vida en el campo, estuvo en el programa La Resistencia. Dejó varios momentos memorables. Todo carisma, buen humor, buena vibra y conocimientos; todo contenido en un solo niño.

Pues bien, mientras toda España caía rendida a los pies de Miquel, Esther Sanz optó por cargar contra él: “Un niño español de 13 años que no sabe hablar castellano en condiciones y con naturalidad. Es tremendo”.

Como era de esperar, la comunidad tuitera no tardó en reprocharle su actitud recordándole que en el primer caso, el de Echenique, su enfermedad y problemas de movilidad le impiden hacer el saludo habitual; y en el segundo, porque ya no es que se le entendiera perfectamente en castellano, sino que debería resultar normal que un niño pudiera hablar en la lengua con la que se ha criado.

La semana no ha sido precisamente buena para Esther Sanz. En ambos casos fue a por lana y salió trasquilada. De hecho, hay un tuit que ironiza a la perfección con los días que ha pasado: