Primera semana de confrontación en la guerra de comisiones en las Cortes Generales. La investigación parlamentaria sobre la adjudicación de contratos para la compra de material sanitario durante la pandemia arranca este lunes con una doble cita en sendas Cámaras. El Partido Popular, con mayoría absoluta, citará a Koldo García Izaguirre en el Senado. En paralelo, por la Carrera de San Jerónimo desfilará el exministro de Sanidad, Salvador Illa, quien también pasará la Cámara de representación territorial el próximo miércoles. Los socialistas, pese al inminente arranque de la campaña catalana, anticiparon la convocatoria del también candidato del PSC a la Generalitat para amortiguar la maniobra de los conservadores en su comisión.
En política hay una máxima que dice que quien golpea primero, lo hace dos veces. Precisamente es lo que ha buscado el PSOE desde el estallido del caso Koldo. Primero, con Ábalos de cortafuegos. Después, con la iniciativa de crear una comisión de investigación en el Congreso, apoyado en la mayoría de la investidura. Ahora, hará lo propio con Salvador Illa. El PP priorizó la comparecencia de Koldo García Izaguirre en el Senado, dejando al exministro para una segunda jornada. Un balón de oxígeno que los socialistas han aprovechado para anticipar en su comisión, la de la Cámara Baja, la comparecencia del líder y candidato del PSC.
Pese a que será la presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano, la que abrirá boca el lunes a las 11:00 horas en el Congreso, todos los focos están puestos sobre el exministro de Sanidad, a las 16:00. Salvador Illa será el protagonista de la jornada, máxime ante el inminente arranque de la campaña electoral en Cataluña el próximo viernes 26 de abril. Intervendrá en primer lugar el protagonista del día, dejando a cada grupo parlamentario un total de 15 minutos para la fiscalización.
Tranquilidad en el PSOE
La presencia de Illa dota a la primera jornada de trabajo de la comisión de calado mediático. Nadie duda del “componente electoral” que tendrá su comparecencia. De ahí que la totalidad de grupos parlamentarios guarde bajo llave sus estrategias, aunque el rumbo está meridianamente claro. En el PSOE asumen que Partido Popular y Vox buscarán arrastrar al compareciente por el fango y “mezclar todos los temas” para embarrar el trabajo, por lo que encarrilan la cita con absoluta tranquilidad y el ánimo de demostrar que el Congreso trabajará con un rigor del que adolecerá la comisión paralela impulsada por el PP en el Senado.
En el Grupo Socialista la estrategia es clara y pasa por diferenciarse y desmarcarse lo máximo posible de la guerra institucional que el PP plantea desde el minuto uno de la legislatura. “Queremos diferenciarnos y demostrar que no es igual”, deslizan voces de peso de la bancada socialista a ElPlural.com. El planteamiento inicial pasa por apuntalar y “poner en valor” el trabajo de Illa al frente de Sanidad en los momentos más duros de la pandemia. Incluso abundan en que el espíritu de la comisión no es otro que extraer “enseñanzas y conclusiones” de las contrataciones que se van a fiscalizar durante los cuatro meses de investigación parlamentaria. “Esto va de aprender. No tenemos problema, de hecho nosotros le incluimos en la lista”, resuelven estas mismas voces.
La primera sesión de la comisión, celebrada este pasado martes a puerta cerrada, despertó aspavientos en el flanco derecho de la Cámara. Derecha y ultraderecha salieron en tromba con un discurso compartido. Los de Feijóo y los de Abascal coincidían en tildar de “paripé” y de “vergüenza” los trabajos de la Cámara Baja, revistiendo de institucionalidad y rigor la investigación del Senado en contraposición. Discurso que abona, en parte, la estrategia que adoptarán sendas formaciones este lunes, aunque los conservadores, tal y como han reiterado en estas últimas semanas, sincronizarán sus engranajes con la maquinaria del Senado.
En el filo de la navaja
Al coincidir la comparecencia de Illa con la precampaña catalana, las miradas también están puestas sobre el sector independentista de la Cámara. El exministro lidera con solvencia las encuestas frente a Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Precisamente es lo que descoloca en cierto grado al Partido Socialista. Más que PP y Vox, al PSOE le “preocupa” la estrategia que adopten los nacionalistas, a quienes conceden un estrecho margen de maniobra. “Tienen que medir mucho. Si te pasas de frenada…”, barruntan fuentes parlamentarias en referencia a sus socios catalanes, aunque también lo hacen extensible al flanco derecho del Hemiciclo. En cualquier caso, los socialistas creen que tienen la baza ganadora con un perfil que se caracteriza por su “prudencia, educación y pragmatismo”.
En el fuero independentista saben que la comparecencia de Illa es una oportunidad, pero también puede tirar todo por la borda. Todo se mueve en el filo de la navaja, por lo que asumen que han de caminar con cuidado y sin cometer imprudencias. El “componente electoral” es evidente y palpable, pero no sólo para ellos, sino también para el exministro, que jugará con esa misma baza. Para ello, ERC lo fía todo a Gabriel Rufián, un hombre que se mueve como pez en el agua en este tipo de escenarios. Fuentes del Grupo Republicano precisan que, aunque “estas cosas tienen más de Jazz que de partitura”, se abonarán al “rigor” para desmontar la narrativa del candidato a la Generalitat.
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