Los Comunes han propuesto resto de grupos parlamentarios la elaboración de un Código Ético que regule la conducta de sus señorías para evitar que se repitan escenas como la que sufrió la ministra de Igualdad, Irene Montero, objeto de asquerosos insultos machistas vertidos por la diputada de Vox Carla Toscano, quien sostuvo que su único mérito es “haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”. Jaume Asens, presidente del grupo confederal, ha recordado varios episodios semejantes y ha afeado que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no está arbitrando correctamente; lo que hace necesario un manual que recoja posibles sanciones. Otros grupos como Más País e incluso fuentes del mismo Unidas Podemos manifiestan sus reservas, mientras el PSOE pide mayor "autocontrol" en las intervenciones.

El dirigente de los Comunes ha criticado durante una rueda de prensa que, de igual forma que se insultó a Montero, en los últimos días se ha agitado el bulo de que Begoña Gómez, cónyuge de Pedro Sánchez, es transexual. “El acoso a Begoña Gómez no es una estrategia nueva. Hay un modus operandi que suele ser el mismo: humillar a una mujer para desacreditar a su cónyuge”, ha expuesto Asens, quien ha abundado en que, a su entender, va más allá de la anécdota: “Es una estrategia globlal”.

"Hay un modus operandi que suele ser el mismo: humillar a una mujer para desacreditar a su cónyuge"

Asens ha descargado la responsabilidad sobre la extrema derecha, pero también ha señalado a la presidencia del Congreso. Considera que Batet tiene parte de culpa porque, como árbitro, ha de “pitar las faltas” cuando se producen. Entiende que no lo está haciendo y, por tanto, concluye que “hay un vacío de poder y de autoridad”. Unidas Podemos espera que la reunión de la Mesa de este martes aborde los exabruptos proferidos por Toscano y se discuta cómo debiera obrar la presidencia de la Cámara para contener la hemorragia de insultos.

Dudas y una apuesta por el "autocontrol"

Los morados aún no han trabajado un borrador concreto. Asens se ha limitado a deslizar la idea y apostar por la reforma del Código Ético que ya regula el conflicto de intereses, la transparencia o la aceptación de regalos como vía para concretarla. “No es nada nuevo”, ha precisado, recordando la experiencia de la tenencia de la alcaldía de Barcelona, que aprobó una suerte de código de conducta.

El presidente del grupo confederal ha instado a estudiar casos de países del entorno porque “legislar en caliente” no es buena idea. También permitiría analizar las posibles sanciones, amonestaciones públicas, multas o suspensiones temporales del ejercicio parlamentario. “Hace pocos días, en Francia, a un diputado de la extrema derecha se la multó y suspendió”. Se refiere al diputado el partido de Marine Le Pen Gregoire de Fournas, quien le espetó a un parlamentario negro “vuelve a África”. La Asamblea le prohibió la entrada en la institución y le recortaron el sueldo.

Los Comunes pretenden urdir un código de consenso, pero aliados habituales ya han manifestado sus reservas. Fuentes de su propio grupo parlamentario lo ven complicado porque concierne a representantes públicos electos y creen que poco se puede hacer más allá de expulsarles del hemiciclo. El Reglamento actual ya lo permite y, de hecho, ha precedentes recientes. En septiembre del 2021 José María Sánchez (Vox) fue expulsado del pleno por gritar “bruja” a la socialista Laura Berja. Al negarse, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, sustituto en ese momento de Batet, suspendió la sesión. En el receso, conversaron ambos con Macarena Olona e Iván Espinosa de los Monteros y alcanzaron un acuerdo salomónico: no abandonaría el hemiciclo si se retractaba. Es decir, que se salió con la suya y no fue expulsado. Según fuentes, este caso concreto se ha comentado en la Junta de Portavoces celebrada este martes y la Presidencia de la Cámara ha hecho autocrítica.

Desde el PSOE han evitado pronunciarse. El asunto se ha abordado en la Junta de Portavoces y Batet ha abroncado a sus señorías, pidiéndoles mayor respeto a las instituciones y manteniendo las formas. El portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, ha emplazado a aplicarse en ello, ejercer “más autocontrol” y “veremos qué pasa después”.

El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha evitado pronunciarse porque desconoce la contenido de la propuesta, pero por lo pronto, ha manifestado sus dudas. “¿Qué hacemos cuando se salta la norma un diputado? Las faltas de respeto se combaten con más y mejor cultura política”, ha agregado. Además, considera que el debate situaría de nuevo a la extrema derecha en el epicentro de la polémica y “ya está de capa caída”, con lo que “no creo que convenga” devolverles protagonismo.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha secundado la iniciativa con un tajante “lo veo, claramente”, esgrimiendo que “a ver si entre todos podemos llegar a un acuerdo político para rebajar el clima de rabia y de odio”.