En círculos del Partido Popular lo llaman el 'CNI de Cospedal', que no es otra cosa que una vasta red de informadores, desestabilizadores profesionales, voceros del “régimen cospedaliano” y “fontaneros” al servicio de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que, entre otros objetivos, se ha fijado como metas preferentes el continuo desgaste político de la vicepresidenta del Gobierno y “enemiga” íntima y ancestral, Soraya Sáenz de Santamaría, y la apresurada elección de un candidato cunero para que encabece el cartel “popular” de las elecciones autonómicas de Castilla-La Mancha, toda vez que la también ministra de Defensa ha descartado volver a enfrentarse al socialista Emiliano García-Page, que atendiendo a las encuestas ganaría los comicios regionales, según fuentes del PP consultadas por ELPLURAL.COM.

Un cunero llamado Rafael Catalá

El caso es que el “servicio de inteligencia” de la ministra de Defensa ha lanzado al aire (uno más de los numerosos globos sonda que suele arrojar al espacio mediático castellano-manchego) el nombre del ministro de Justicia y diputado cunero del PP por Cuenca, Rafael Catalá, fiel aliado de Cospedal junto al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, cuya cartera ostenta gracias a la cuota perteneciente al ala más radical del Consejo de Ministros encabezada por la secretaria general del PP.

Catalá llegó a Cuenca por expreso deseo de Cospedal, ya que el ministro de Justicia, que accedió al cargo en septiembre de 2014 tras la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón, tenía asegurado un puesto en la lista madrileña encabezada por Mariano Rajoy. Sin embargo, la por aquel entonces presidenta de Castilla-La Mancha convenció a M. Rajoy para que Catalá encabezara la candidatura del PP por Cuenca y reforzar así el peso político castellano-manchego y de paso dejaba libre un hueco en las siempre saturadas listas de Madrid. Teoría que convenció al presidente del Gobierno, convirtiendo a su ministro de Defensa en un ilustre cunero, en un destacado “paracaidista”, que sabía de Cuenca lo mismo que de Soria o de Almería. Nada.

Sacrificio de Vicente Tirado

De confirmarse la candidatura de Rafael Catalá a las elecciones autonómicas de mayo de 2019, algo que está por ver, el fiel escudero de Cospedal en tierras castellano-manchegas y sucesor natural de la madrileña, Vicente Tirado, quedaría relegado a un segundo lugar y desautorizado su acreditado poder entre las filas conservadoras de Castilla-La Mancha. Tirado cuenta con la total confianza de Cospedal, que ni está ni se la espera por tierras de Don Quijote. Sin embargo, todos los líderes en el PP reconocen en privado que Tirado carece de empatía y carisma para enfrentarse al mediático y popular líder socialista, Emiliano García-Page.

¡Qué viene Ciudadanos!

En este sentido, las mismas fuentes ironizan sobre los posibles candidatos del PP, si como todo parece indicar Cospedal no repite en 2019, asegurando que sólo “nos queda una salida: fichar al hermano mellizo de Page y a lo mejor así cuela (risas)”. Pero bromas aparte, la realidad es que el PP no pasa por su mejor momento político en general y en particular en Castilla-La Mancha está amenazada su hegemonía entre el electorado de derechas por la ascendente e imparable trayectoria de Ciudadanos en el mapa electoral español.

Y es que el partido de Rivera, líder, por cierto, que guarda unas excelentes relaciones con Emiliano García-Page, a punto estuvo de entrar en el Parlamento manchego en 2015 con hasta tres escaños en detrimento del PP. Algo que, según los sondeos electorales, alcanzará con solvencia en las elecciones autonómicas de 2019.

“Leña a Soraya”

Pero el objetivo principal del “CNI de Cospedal” no es la búsqueda de candidato para Castilla-La Mancha. No. Sus deseos pasan por desgastar a Soraya Sáenz de Santamaría, aun más si cabe, e insistir en señalarla como la principal responsable de la debacle electoral del PP en Cataluña. El aparato diseñado por la ministra de Defensa emite casi a diario informaciones, análisis y estudios, e, incluso, propone y diseña campañas para que la “inteligencia” de María Dolores de Cospedal consiga sus propósitos.

No es casual ni podemos olvidar que Cospedal reclamó a M. Rajoy el control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que en 2012 pasó a depender del Ministerio de la Presidencia (Sáenz de Santamaría), cuando desde su creación era un organismo controlado por todos los ministro de Defensa. Por todos, menos por Morenés y Cospedal. Y eso la secretaria general del PP ni lo olvida ni lo perdona.