De haber repetición electoral, estos nuevos comicios favorecerían claramente al bipartidismo, especialmente al PSOE, que se dispararía hasta el 32,6% -en las generales del 28-A consiguió el 28,7%-. Tras los socialistas, el segundo lugar volvería a ser para el Partido Popular, que pasaría de un 16,7% a un 19,4%. Este es el resultado que ha reflejado un sondeo de Sigma Dos para el diario 'El Mundo'.

Ciudadanos caería estrepitosamente de un 15,9% a un 13,1%, y perdería la tercera plaza en favor de Unidas Podemos, que cosecharía el 13,2% de los votos. El quinto en discordia volvería a ser Vox, aunque la extrema derecha también perdería apoyos y se quedaría en un 8% de intención de voto. En cuanto al resto de partidos, ERC seguiría creciendo (de un 3,9% hasta un 4,2%) a costa de Junts per Catalunya (de un 1,9% a un 1,7%) y el PNV se mantendría sin cambios, con un 1,5% de los votos.

El motivo de esta caída tan abrupta de los de Albert Rivera y Santiago Abascal hay que encontrarlo en los pactos autonómicos y municipales surgidos a raíz de las elecciones del pasado 26 de mayo -la encuesta se realizó el pasado 21 de junio, cuando todas las cartas ya estaban sobre la mesa. La decisión de la formación naranja de hacer un cordón sanitario al PSOE, y elegir a los populares como "socios preferentes", y sobre todo los pactos con la extrema derecha, ha llevado a Ciudadanos a un túnel sin salida.  

La izquierda, rozando la mayoría absoluta

De esta manera, el bloque de izquierdas mejoraría los resultados obtenidos hace poco más de dos meses, se situaría en un 45,8% de los votos, y se acercaría a la mayoría absoluta, aunque el entendimiento entre PSOE y Podemos volvería a ser fundamental. En la otra parte de la balanza, la derecha y la extrema derecha perdería terreno (40,5%) y recuperar el terreno se convertiría en poco más que una utopía. 

Por otra parte, hay gran división entre los entrevistados a la hora de responder sobre la parálisis política actual. Una ligera mayoría (49,1%) opina que Pedro Sánchez conseguirá sacar la investidura adelante y formar un Gobierno estable. Ante este porcentaje se enfrenta un 41,3% que apunta a una nueva cita electoral. Esta última facción se divide a su vez entre los que creen que el presidente socialista formará Gobierno pero será frágil y tendrá que adelantar los comicios (17,7%), y los que directamente creen que ningún candidato conseguirá los apoyos necesarios para ser investido como presidente (23,6%).