PSOE y Ciudadanos han llegado a un acuerdo que han bautizado como de “gobierno reformista y de progreso” y que ha sido fruto de muchas horas de negociación y desvelos. En la misma medida, los socialistas se han esforzado en intentar explicar a posteriori el pacto, pero, sobre todo, las dudas que ha arrojado y que parecen superar las certezas.

La mayor polémica ha surgido por las reformas del mercado laboral, que en el acuerdo no vienen recogidas bajo los términos “derogación de la reforma laboral” que tantas veces usó Pedro Sánchez en los mítines de campaña. Desde el equipo negociador del PSOE aseguran que la derogación está, pero disgregada en las reformas de los puntos “más lesivos” que incluye la ley aprobada por el PP.

Estos puntos serían tres y son los que se refieren a acabar con la supremacía del empresario en los convenios laborales, el fin de la ultra-actividad (la extensión infinita de un convenio laboral ya caducado, pero para el que no hay acuerdo de renovación) y “el poder del empresario para modificar el contrato laboral”.

En términos más literarios, los socialistas explican que “El Quijote es El Quijote” aunque no se mencione el título y se apele a la introducción de “en un lugar de La Mancha”. Así explican que sí se derogará la reforma laboral, aunque no se especifique. Pero no dejan claro si los puntos “lesivos” se reformarán sobre el actual marco legal o se hará una nueva ley desde cero.

Mercado laboral

Fuentes socialistas han asegurado a este periódico que la omisión de la palabra “derogación” no ha sido una exigencia de Ciudadanos, ni tampoco un despiste, pero creían que desglosando las medidas se entendería. Lo cierto es que el tira y afloja entre ambos partidos ha producido cesiones en ambas partes.

En Ciudadanos han dejado de lado su exigencia de crear un contrato único. Por el contrario, habrá dos contratos: se mantiene el indefinido y se reforma el temporal, que sólo podrá ser prorrogado durante dos meses – aumentando la indemnización por despido de 12 a 16 días del primer al segundo año- que se convierte en indefinido a partir del segundo año -con 20 días de despido-. Siempre y cuando se hable de despidos procedentes, mientras que los improcedentes se indemnizan en una escala de 20, 25 y 33.

A cambio, Ciudadanos ve cumplida su idea de instaurar la "mochila austriaca", un fondo en el que los trabajadores vayan ingresando parte de su salario para el momento en que se queden en paro o que sea recuperable y que el texto recoge así: "Un sistema de seguro contra el despido que incentive la movilidad laboral sin perder derechos adquiridos y que se convierta de no ser despedido el trabajador, en un complemento a su pensión".

Desde el PSOE, la mayor cesión ha sido la de aceptar revisar la permanencia de la Diputaciones Provinciales. Una idea que no genera muchas simpatías entre los socialistas, como ya han demostrado desde Córdoba y Jaén, porque ellos sí tienen poder en dichos órganos, lo que no ocurre con Ciudadanos. La idea es sustituirlas por Consejos Provinciales de Alcaldes, algo que ha aceptado la formación naranja porque lo ven como un nuevo comienzo y serían instituciones que sólo sirvan para Ayuntamientos que necesiten una ayuda administrativa superior.

Sin acuerdo

Sólo ha habido tres cuestiones que no han podido acordarse: el aborto en las menores de edad, la maternidad subrogada (conocida coloquialmente como vientres de alquiler) y la custodia compartida. El primer aspecto, sin embargo, sí ha sido incluido en el acuerdo bajo la aclaración de que “el Partido Socialista se reserva la posibilidad de impulsar la reforma de la Ley del aborto en relación con las jóvenes de 16 y 17 años”. Y especificando que ambos partidos están de acuerdo con la Ley de plazos.

Con la Ley Mordaza ocurre lo mismo que con la Reforma Laboral: no se especifica que vaya a haber una derogación. Por el contrario, se habla de una “reforma” en la que se revisarán aquellos puntos que el PSOE ha recurrido ante el Tribunal Constitucional, además de aquellos “que reconocen facultades excesivas de intervención por las fuerzas de seguridad” o los que dan a estos cuerpos capacidades represivas en base a meros “indicios y sospechas”.

Otros de los aspectos en los que los socialistas han conseguido la cesión de Ciudadanos es en la universalización de la sanidad pública, que alcanzará a “todos los extranjeros empadronados”. Para luchar contra el turismo sanitario sólo se reclamarán los gastos generados a los extranjeros visitantes. “La idea es volver al marco anterior al Gobierno del PP”, aseguran dichas fuentes.

“No habrá recortes del gasto social” ha sido una de las promesas de los socialistas, quienes han asegurado que al llegar al Gobierno se negociará con Bruselas los recortes de 8.000 millones de euros que exige la Comisión. Algo que se hará en base a “la herencia recibida en deuda y déficit” del actual Gobierno, que aún es desconocida. “En cualquier caso, los ajustes se harán por el lado de los ingresos y lo pagarán las grandes fortunas”, han comentado.

El documento no incluye una memoria económica, pero sí habrá un “presupuesto rectificativo” a través de un decreto ley que modifique las cuentas actuales. Y las principales medidas, comentan, buscan resarcir a los tres principales sectores de “afectados por las crisis”. Esto es, los niños, a los que se ayudará incrementando la ayuda por hijo al cargo. Los ciudadanos “sin ingresos” a los que irá destinada la creación del Ingreso Mínimo Vital. Y los ciudadanos que tengan trabajo, pero cuyos ingresos les sigan dejando bajo el umbral de la pobreza; para ellos se destinará un complemento salarial. Todo con un coste de “7.000 millones de euros”, según los socialistas.