Puede que haya sido un tema de conciencia, de tiempos o por asumir que, casi 14 años después, ya era hora de asumir responsabilidades políticas. El caso es que este martes la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha reconocido que el vuelo del Yak-42 “nunca debió despegar” y se ha comprometido a investigar.

La realidad es que este mover ficha por parte de la ministra sólo ha llegado después de que el Consejo de Estado asegurase que Defensa tuvo responsabilidad en el accidente y que no veló por la vida y la seguridad de los 62 militares fallecidos.

Tras una lluvia de criticas y peticiones de dimisiones, los familiares han conseguido ser recibidos y escuchados y, por el momento, aseguran estar "un poco más aliviados" y "esperanzados". Según han explicado en una rueda de prensa posterior a su encuentro con Cospedal, la ministra ha reconocido que el Yak no debió despegar y que, por ello,  se “compromete a investigar” aunque no puede prometer llegar a ninguna conclusión nueva.

“Ella se ha comprometido con nosotros a dos cosas” ha anunciado el presidente de la Asociación de Víctimas del Yak-42, Miguel Ángel Sencianes. Cospedal “asumirá el informe del Consejo de Estado como propio” y es más, “hará un cambio de criterio respecto al ministerio que en aquel momento gestionó el siniestro”, el del entonces ministro Federico Trillo.

Por que “nosotros hemos llevado a esta reunión la voz de nuestros familiares de cuando ellos se quejaban y entendían que esos aviones eran inseguros. Cuando nos decían que les daban taquicardias, que eran aviones piratas”.

Cambio de actitud

Lo sorprendente es este cambio de actitud. Hace sólo una semana, cuando se conoció el informe del Consejo de Estado, el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguraba que no había nada que investigar porque ya estaba todo “sustanciado jurídicamente”. Es más, aunque el ministerio de Defensa tenía en su poder el informe desde octubre, Rajoy aseguró que no sabía ni de qué documento le preguntaba la prensa ni su contenido. Y es el presidente del Gobierno.

Además, Cospedal rompe con la actitud mostrada hasta ahora por Federico Trillo, que asegura que no hay nada que estudiar, que todo se hizo bien e insinúa que lo que buscan los familiares es polémica partidista e indemnizaciones. “Para las familias, dejar de sentir que todo está acabado, que no todo está juzgado…Sólo por este cambio para las familias ha sido un alivio y tenemos grandes esperanzas de que el informe sirva de homenaje para 62 personas que murieron pudiendo haberse evitado”, ha expresado uno de posportavoces de las víctimas.

Los documentos ‘perdidos’

“Le hemos pedido que investigue, que aparezcan las contrataciones de los 42 vuelos anteriores” sobre los que los militares se quejaron y con los que avisaron de que un accidente como el que pasó iba a llegar más tarde que pronto.

Y aquí esta una de las claves: esa documentación no aparece. Ni en la etapa de Bono, ni en la de Chacón en Defensa se consiguió saber el paradero de esos contratos aunque se buscaron. Ahora Cospedal ha asegurado que volverá a preguntar por ellos. Eso sí, ya ha adelantado que no puede prometer nada.

Junto a esos documentos, también han desaparecido otros, como la póliza del supuesto seguro que, al final, al no encontrarse, "tuvimos que pagar todos los españoles”. “Ninguna aseguradora finalmente contrató”.

Estas son, de forma íntegra, las 82 páginas del informe del Consejo de Estado: