La despoblación es uno de los grandes problemas que sufre el medio rural. El éxodo de vecinos de los pueblos a las ciudades no solamente provoca que estas zonas se vean duramente afectadas por la bajada de población, sino que también trae consigo la merma de recursos y de oportunidades. El problema ya es una realidad en todo el territorio nacional y existe conciencia de que hay que ponerle solución.

Carolina López, alcaldesa del Ayuntamiento de Villagatón-Brañuelas, formado por 13 pedanías y situado en el puerto del Manzanal, en León, es un claro ejemplo de la lucha contra el éxodo rural y por la reinvención. Este municipio tuvo una gran importancia cuando las minas de carbón de la zona estaban en activo, pero el cierre de las mismas lo ha llevado a la despoblación, merma de servicios y a la lucha por reinventarse. Con motivo del 40 aniversario de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), ElPlural.com se ha puesto en contacto con una serie de alcaldes del panorama nacional para hablar sobre esta fecha, pero también sobre los retos presentes y futuros de unos municipios que cuentan con diferentes realidades.

Este es el caso de Carolina López, alcaldesa de un Ayuntamiento leonés que ha tenido que reinventarse para sobrevivir tras el cierre de su principal motor económico, las minas. 

PREGUNTA: Se cumplen 40 años de la Federación Española de Municipios y Provincias. ¿Qué ha supuesto la creación de esta organización para los Ayuntamientos?

RESPUESTA: Creo que ha sido un paso muy importante para los municipios, sobre todo para los pequeños, porque nos han podido dar voz y nos han ayudado a sacar adelante proyectos y tener voz para explicar cuáles han sido los problemas de estos municipios y, dentro de las posibilidades que hay, darles solución.

P: En tiempos del coronavirus, ¿considera que el peso de esta pandemia ha recaído en gran parte en las administraciones locales? ¿Cómo han hecho frente a esta crisis?

R: Ha caído el peso que creo que en ese momento caía para todos. Era una cosa nueva a la que no estábamos acostumbrados, no sabíamos cómo gestionarla porque cada día era algo nuevo y las administraciones íbamos a golpe de lo que iban marcando el Estado y la autonomía. Sí caía responsabilidad en el caso de gestionar, de coaccionar o medir un poco las pautas y cómo había que hacer las cosas. En el caso de los municipios pequeños ha recaído un gran peso porque había que someterse a todo lo que se iba determinando y legislando, entonces había que tomar muchas decisiones, pero creo que a nivel municipal se ha hecho un esfuerzo enorme.

En el caso de residencias, escuelas y demás, aunque no tengamos la competencia, tenemos que hacer que funcione todo. No solo responsabilidad, también suponía un gasto.

P: ¿Cuáles son las mejores políticas y actuaciones para combatir la despoblación y el abandono rural que se está viviendo desde hace años?

R: Las mejores políticas y actuaciones es conocerlo. Conocer cuáles son los municipios y el medio rural. Cuáles son sus debilidades y también sus fortalezas. Una vez conocidas las fortalezas hay que legislar y trabajar en base a ello. En el mundo rural no vale hacer para todos, tenemos que hacer traces a medida para el mundo rural.

El mundo rural tal como lo conocemos si que tiene mucho futuro, lo que pasa que tenemos que conocerlo, legislar y tomar medidas que tengan una discriminación positiva hacia esas zonas rurales que ahora más que nunca tienen futuro. Lo que para Valladolid o para León puede servir no nos vale para nosotros, no tiene nada que ver un municipio de menos de 1.000 habitantes con uno de 9.000.

P: El teletrabajo se ha visto como una oportunidad para volver a vivir en los pueblos. ¿Lo considera una buena baza para rehabitar las zonas rurales? ¿Qué problemas puede tener?

R: Sí, sí lo es. Además, ha venido para quedarse. Es una oportunidad para las zonas rurales porque la gente ha visto que laboralmente podemos trabajar sin estar permanentemente en una oficina, y que lo podemos hacer desde cualquier lugar del mundo. Para la zona rural es muy importante porque es una muy buena forma de conciliar, eso que tanto nos preocupa.

Teniendo un buen servicio de internet y conectividad para nosotros es una de las cosas que nos puede beneficiar. Espero que el teletrabajo se quede y haya gente que vuelva a sus pueblos a trabajar.

P: ¿Qué medidas o iniciativas pueden tomar las administraciones locales para atraer y mantener a los jóvenes en los pueblos?

R: Lo primero que tenemos que tener es trabajo, un medio de vida. Muy importante para que se fije una familia, y sobre todo una familia joven. Pero luego tenemos que tener unos servicios. Si no tenemos los servicios básicos de transporte, educativo y sanitario… poco importa que haya trabajo, porque eso es primordial. Por mucho trabajo que tengas si no tienes estos servicios es muy difícil que te quedes y más cuando alguien quiere tener una familia.

En nuestro caso, que tenemos los consultorios cerrados, es muy difícil fijar población estable. No queremos ser ciudades, pero tenemos que tener los servicios que tienen las ciudades y eso pasa por estos tres servicios primordiales.

P: ¿Cómo pueden ayudar a las zonas rurales los fondos europeos?

R: Pueden ayudar mucho si los gestionamos y somos capaces a decir y expresar cómo los queremos. Tenemos que ser capaces de mirarlos como una oportunidad para generar riqueza, no solamente para este momento, sino también para el futuro. Tenemos que sostenibilizar lo que tenemos en los pueblos y mantenerlo o aumentarlo.

Por ejemplo, desde la FEMP hay que señalar por dónde tienen que seguir esas líneas, por dónde tienen que ir saliendo… para cada vez hacer más a medida justamente a nuestras zonas rurales.

P: El turismo es el principal motor económico de muchos municipios de España, ¿cómo se puede aprovechar en este municipio y en las zonas despobladas en general?

R: Sí se puede aprovechar en el sentido de que, por ejemplo, en mi municipio tenemos que trabajar mucho, porque es uno de los factores que nunca habíamos puesto en valor. Sin darnos cuenta creemos que no tenemos cosas que pueden ser atrayentes para otras personas, pero si les vamos poco a poco poniendo el valor podemos asentar puestos de trabajo.

Como el patrimonio etnográfico, cultural y natural que tenemos. Se pueden ver emprendimientos como el de la resina o el de un bar-restaurante, que la gente venga a hacer la ruta senderista que hemos creando. No es una cosa fácil de un día para otro, porque requiere una iniciativa primero pública y luego privada, pero el turismo también nos va a ayudar a crear esos puestos de trabajo y dinamizarlos, lo hemos visto aquí. Tenemos que intentar ver que no se trata de un municipio solo, que se trata de ver todo el conjunto. Si a todos los municipios de alrededor les va bien, a todos nos va bien. Abrir la mente y trabajar en conjunto, eso es lo importante.

P: Finalmente, ¿qué opina de la descentralización de instituciones que promueve el Gobierno de Pedro Sánchez? ¿Cómo puede ayudar al reto demográfico?

R: Es una labor muy importante que afronta el Gobierno y es un paso decisivo para nuestro país, sobre todo para nuestros territorios. Estaría muy contenta de verlo, y creo que se va a conseguir. Esa descentralización tiene que llegar, ya se están dando pasos, pero las instituciones tienen que descentralizarse. Estamos acostumbrados a tener todo centralizado en grandes ciudades y creo que si descentralizamos sí va a ayudarnos a fijar población, porque son muchos puestos de trabajo los que hay en esas instituciones.