La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha pronunciado sobre la avería que ha ocurrido en el túnel de la línea de tren entre Madrid y Valencia, solicitando que "se pongan todos los medios para solventar la avería" y que "los viajeros "atrapados puedan ejercer su derecho a voto".

Así lo ha reclamado la presidenta regional tras ejercer esta mañana su derecho a voto en el Colegio La Inmaculada Marillac, donde ha vuelto a agitar el fantasma del fraude electoral al decir que espera que "todos los españoles que hoy van a ir a votar puedan hacerlo", como si hubiera algún impedimento para ello al llegar al colegio electoral o al haberlo hecho por correo.

"Y me refiero especialmente a todos los votantes que se han quedado en los trenes de Valencia a Madrid atrapados y que ahora mismo es posible que no puedan ejercer su derecho al voto. Pido que se pongan todos los medios para que se pueda producir", ha recalcado. Recordar que no es la primera vez en la que Ayuso cuestiona la integridad del sistema electoral español. En mayo de este año, en una entrevista en la Cadena COPE en plena campaña a las autonómicas y municipales, expresó: "Creo que las elecciones se producen en un tinte nacional y ocurre que la izquierda, y más en manos de Sánchez, es una maquinaria que no quiere abandonar el poder pase lo que pase y nos lo demuestran en cada momento". "Hago un llamamiento a votar masivamente el domingo para contrarrestar estos casos de fraude electoral", añadió, en referencia a los distintos casos de compra de votos que se conocieron en aquellos días. Sin embargo, no dijo nada de los casos que salpicaron al PP, los cuales, además, fueron la mayoría.

Ayuso se ha pronunciado así en la misma línea que dos de sus compañeros de partido: el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, y el senador 'popular', Rafael Hernando, que han publicado sendos tuits levantando las sospechas de fraude electoral por una avería en un túnel de trenes, por rocambolesco que pueda parecer.  Después de haber pasado las últimas semanas poniendo en duda la fiabilidad de Correos en la recogida y emisión de las papeletas para votar por correo, los 'populares' han encontrado en la avería de Madrid-Valencia un nuevo filón del que tirar.

"¿Qué casualidad, ¿no? Que los trenes repletos de madrileños no puedan salir de Valencia por un problema en un túnel", ha escrito Serrano, dejando caer que la avería ha sido buscada con la primera parte de su mensaje. 

El tuit de Rafael Hernando, por otra parte, ha ido mucho más lejos: "Muchos madrileños volvían hoy de las playas valencianas en AVE para poder votar, pero no van a poder hacerlo por un “incidente grave” en la línea. Tras el escándalo de Correos, ahora esto. Gobierno negligente e incompetente. Eso pasa con el PP en el Gobierno y se monta parda".

El supuesto 'escándalo' de Correos

El 'escándalo' de Correos al que hace referencia Hernando consistió, básicamente, en que cuando el servicio postal repartió la documentación para votar por correo a los solicitantes, hubo un pequeño porcentaje de ciudadanos que no pudo recibirla por no encontrarse en su domicilio tras dos intentos y quedó guardada en la oficina de Correos más cercana de cada ciudadano. O, lo que es lo mismo, lo que pasa con cualquier envío postal si el reparto se produce cuando el interesado está fuera de casa. Suele ser complicado que el cartero entregue algo si el receptor no se encuentra en la vivienda. En ese caso, se deposita el pedido en Correos y el interesado lo recoge cuando pueda. En el caso de las elecciones, los afectados por el reparto solo tenían que acercarse a sus respectivas oficinas y votar desde allí, como hicieron muchas personas.

Dichas difamaciones comenzaron a surgir de la mano del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, cuando pidió a los carteros que "repartieran todo el voto con independencia de sus jefes", cuestionando a la cúpula de Correos. Como si los repartidores de Correos no fueran profesionales técnicos que hacen su trabajo con independencia del Gobierno de turno, como si los sobres no fueran completamente cerrados y no fuera imposible saber el voto que contienen, o como si el propio Feijóo no hubiera sido presidente de Correos, la misma institución que ahora cuestiona, entre los años 2000 y 2003. A su vez, Feijóo no sólo cargó contra la integridad de los funcionarios, sino también contra la propia dirección de Correos: "Si fuera por mí estarían fuera", pronunció.

En la misma línea, cuando fue preguntado por la posibilidad de impugnar el resultado de las urnas dada su persistencia en sus declaraciones trumpistas, Feijóo negó hablar de "pucherazo" y dejó en el aire esta opción, al tiempo que apuntó nuevamente a los trabajadores. "A ver si vamos a tener un problema en España", manifestó.