Isabel Díaz Ayuso continúa con su pugna interna con Génova y tras la tensión vivida con su interés por liderar el Partido Popular de Madrid, la dirigente regional sigue adoptando posturas contrarias a las que defiende la dirección nacional, como está ocurriendo con los actos de Navidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, como el resto de líderes autonómicos populares, recibió una notificación desde Génova en la que, "por el incremento de la tasa de contagios", les recomendaban "suspender las celebraciones navideñas previstas".

Aunque el Partido Popular de Madrid ha decidido no continuar con dichas cenas tras el aviso de la dirección nacional, algunos de los afines a Ayuso han mostrado su rechazo a la notificación mandada por Génova y creen que es una estrategia para separar a la dirigente autonómica de los militantes.

Fuentes populares confirmaban hace unos días a ElPlural.com, que la presidenta de la Comunidad de Madrid contaba con una gran cantidad de cenas de navidad agendadas en muchos de los municipios y distritos de la región y, tras el mensaje desde Génova, algunos militantes creen que es una estrategia de Casado.

Con el congreso del PP de Madrid a la vuelta de la esquina, que debería celebrarse en el primer semestre de 2022, los afines a Ayuso han mostrado su postura contraria a la de la dirección nacional. Tal y como revela el diario El Mundo, defienden que Génova "no quieren que se acerque a los militantes porque han visto en las cenas de las semanas pasadas que todo el mundo está con ella, le regalan flores, le cantan..".

La misma estrategia que con Pedro Sánchez

Gran parte del éxito de Ayuso en las pasadas elecciones autonómicas ha residido en su estrategia de gestión de la pandemia del coronavirus contraria a los pasos marcados por el Gobierno de España y el Ministerio de Sanidad.

Un discurso con el que la presidenta madrileña ha reiterado en numerosas ocasiones su malestar con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y su intención de "cerrar Madrid" como medida política. Algo que la dirigente regional podría estar usando desde dentro de su propio partido.

Ante la recomendación desde Génova de suspender todos los festejos navideños en todas las comunidades, y las llamadas de la secretaria general, Ana Camíns, a miembros del PP de Madrid para informarles de que las celebraciones están prohibidas, Ayuso lo ve como un ataque contra ella.

Desde hace semanas, la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha dado un baño de masas con afiliados y simpatizantes en Parla, Getafe, Rivas-Vaciamadrid, Arganda o en el distrito madrileño de Latina, entre otros. Y tras el impacto que han tenido dichas celebraciones, desde El Mundo revelan que el entorno de Ayuso ha criticado la recomendación de la dirección nacional, en lo que consideran un interés por que no se acerque a sus fieles.

"No queremos una estrategia nacional"

La dirigente autonómica dejó claro el pasado 9 de diciembre que desde la Comunidad de Madrid no quieren seguir la agenda marcada por Pablo Casado con la llamada ley de pandemias que propone el Partido Popular y ante ello, Ayuso rechazó con rotundidad apoyarla: "No queremos una estrategia nacional".

"Lo que vamos a seguir es ahondando en la misma política de libertad, de responsabilidad, de comunicación con los ciudadanos y de test en las farmacias", justificó la presidenta madrileña el pasado jueves en la Asamblea de Madrid, en la enésima postura contraria a la fijada por la dirección nacional.

La cena de navidad del Grupo Parlamentario

Ayuso será la que mantenga o no el pulso con Génova y, aunque en esta semana la dirigente madrileña tenía hasta siete actos agendados con los populares de distintos puntos de la capital, será el del jueves, en la Asamblea de Madrid, cuando se compruebe si la presidenta regional adopta los pasos que recomiendan desde la dirección nacional.

El próximo 16 de diciembre, el Grupo Parlamentario Popular en el Parlamento autonómico debería celebrar su habitual cena de navidad con todos los diputados, aunque, tal y como han revelado fuentes populares a este medio, el acto podría simplificarse a una copa entre los parlamentarios.