Un residente de guardia explicó a El País que vio al exmarido de la Infanta Elena, Jaime de Marichalar, quien llegó al hospital antes que Ana Botella. Al parecer, todos habían salido a cenar y uno de los miembros del grupo habría sufrido un percance leve.

La lucha de los trabajadores de La Princesa
Los trabajadores de La Princesa llevan días de movilizaciones para pedir que la Comunidad de Madrid paralice su plan de convertir el hospital en un centro especializado en las patologías de los mayores de 75 años, que significa, según han expresado profesionales del hospital, paralizar los proyectos de investigación que se llevan a cabo, y desmantelar unidades de referencia, además de interrumpir muchos tratamientos especializados que se ofrecen de manera habitual a los pacientes de la zona.

La repercusión en Twitter de la firma de Botella
Uno de los trabajadores del centro tomó una foto de la alcaldesa mientras firmaba y de la hoja donde Ana Botella había dejado su impronta. Ambas instantáneas fueron subidas a Twitter y las reacciones no se hicieron esperar. En los hashtags #GraciasAlcaldesa y #AnaBotella los internautas han ido dejando sus comentarios. Uno de ellos, desde la cuenta de las protestas contra la privatización del hospital de Arganda expresa: “#Graciasalcaldesa porque queda claro que ni dentro de su partido saben lo que quieren”.

¿Se habrá enterado Ana de lo que firmaba?
La sorpresa de los propios trabajadores de La Princesa quedó reflejada en el comentario de una enfermera del centro, @eva7due, que preguntaba: “¿Se habrá enterado Ana de que se firma para #NoalcierredelaPrincesa, no? Tengo mis dudas”, escribió la trabajadora.

Ana Botella firmó contra “el desmantelamiento” de La Princesa, que forma parte de las iniciativas incluidas en el llamado Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público que el presidente regional, Ignacio González, y el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, compañeros de partido de la alcaldesa, anunciaron días atrás.

La guerra entre Botella y González
La alcaldesa y el sucesor de Aguirre, Ignacio González, viven una tensa calma desde que este asumiera el cargo y Botella pidiera un congreso del PP madrileño para elegir por votación un nuevo líder regional. Luego, con la tragedia del Madrid Arena, que costó la vida a cuatro adolescentes, los dos políticos han tensado la cuerda con declaraciones espinosas.

Mientras Botella y los suyos alegaban que existe “un vacío legal sobre las macrofiestas” y defendía mejorar la normativa municipal, pero también la autonómica y estatal en un intento por repartir responsabilidades, desde la Comunidad de Madrid, el consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, salió a responder al Ayuntamiento que esperaba “que se depuren responsabilidades a todos los que han violado la Ley de Espectáculos y sus estrictos requisitos”. La Comunidad de Madrid defiende que esta ley ya “establece estrictos requisitos de aforo, menores, objetos peligrosos, seguridad y control de accesos”, y que lo que hay que hacer “es cumplirla”, puntualizaba el hombre de González. La propia Aguirre intervenía en esta guerra abierta entre Botella y el sucesor de la expresidenta para proteger a González, al afirmar que ella seguirá al frente del partido en Madrid y exigir, por otra parte, que se investigue lo ocurrido en el Madrid Arena, “caiga quien caiga”.