El Ayuntamiento de Boadilla del Monte, Madrid, cuyo alcalde es Antonio González Terol, diputado del Partido Popular, ha pagado 24.000 euros de dinero público por agua y refrescos a la empresa del padre de un concejal, tal y como desveló El Plural la pasada semana. El Consistorio tenía contratada a la compañía desde el año 2008, en 2015 aterrizó como concejal-delegado de Participación Ciudadana David Mesa Vargas, hijo del dueño de la empresa, y hasta junio de 2016 no se puso fin a la relación contractual. Según ha podido saber este periódico, desde que Boadilla cambió de proveedor gasta la mitad en agua y refrescos, y el precio unitario es tres veces más barato.

Desde que Mesa Vargas es concejal el Ayuntamiento de Boadilla (solo coinciden entre junio de 2015 y el mismo mes de 2016) su padre ha recibido casi 6.000 euros de dinero público. Teniendo en cuenta el montante total, el Ayuntamiento se deja al año una media que pivota en torno a los 5.000 euros (varía en función del año). Así, en 2013 el montante total superó los 5.800 euros y 2014 los 4.800.

Fuentes del Consistorio dicen que fue el propio concejal quien advirtió que se estaba contratando con la empresa de su padre. Se puso fin a la relación contractual en junio de 2016 y Boadilla comenzó a solicitar los suministros de agua y refrescos a través de una Central de Compras. Y según ha podido saber El Plural, el modus operandi y el costo es significativamente diferente.

En los seis primeros meses de 2016 (hasta junio) Boadilla contrató con la empresa de Mesa Vargas, y se gastaron 2.569 euros; mientras que, en el segundo semestre, con Euricar Europa S. L. Mayoristas de Alimentación, el costo fue de 1.406 euros. El coste por unidad también es significativamente inferior: Mesa Vargas vendía la botella de agua de la marca Solán de Cabras a 0,30 céntimos por unidad; mientras que el nuevo proveedor, y suministrando otra marca, vende a 0,10 céntimos la botella de agua, según ha podido confirmar El Plural.

Existe también una diferencia en cuando al volumen de pedidos. Con la empresa del padre del concejal, se pagaban facturas de menor cuantía, con pedidos más pequeños y sin una periodicidad concreta. Sin embargo, con Euricar Europa S. L. Mayoristas de Alimentación las facturas son mensuales.

El Ayuntamiento de Boadilla del Monte justificó que “no se ha incurrido en ninguna incompatibilidad legal en la contratación” ya que, dada la cuantía del contrato, no es necesario realizar un concurso público y por la “relación de parentesco”, ya que padre e hijo no forman parten de la misma “unidad económica”: “La ley no determina que la relación de parentesco, en sí misma considerada, prohíba de forma automática una contratación ni suponga la existencia de un conflicto de intereses”.

De hecho, el Ayuntamiento se escuda en que no ha obtenido ningún trato de favor por ser el padre del concejal, sino todo lo contrario. Su empresa suministra bebidas desde el año 2008 y, después de que Mesa Vargas lo advirtiera, se dejaron de contratar sus servicios, por lo que “se le dejó de comprar a pesar de ser un proveedor habitual, es decir, la relación de parentesco solo ha tenido una incidencia directa en el procedimiento de contratación negativa”.

El motivo que llevó al Consistorio a contratar al padre del concejal es “su localización, ya que se encuentra a menos de 50 metros de las dos sedes físicas más importantes del Ayuntamiento”, lo que permitía un “servicio más rápido” en caso de urgencia.

Desde junio de 2016, y tras la advertencia por parte del concejal, el Ayuntamiento de Boadilla compra a través de una Central de Compras para prevenir “toda sospecha sobre su rectitud y moralidad”. El cambio se produjo meses después porque “las inercias en la Administración tardan un tiempo en corregirse, como en cualquier otra estructura”.

El concejal del PSOE de Boadilla del Monte Alberto Doncel, en declaraciones a El Plural, denuncia que “aunque sean cantidades que no parecen preocupar, está la ética de la compra”. E insiste: “Falta ética. Es muy poco elegante que lo haga el padre de un concejal o que lo haga el padre del que era presidente de NNGG (Mesa Vargas)”, dice Doncel, quien pone el foco en “que sea solo un proveedor, hay muchos negocios en Boadilla. Hay bares, fíjate si puede haber, supermercados… y el precio no era tan espectacular…”. Y sentencia: "Además de serlo, hay que parecerlo".

Desde el Ayuntamiento, fuentes municipales hablan del asunto como si de una victoria se tratase: “Es habitual evaluar los costes, consumos y contratos del Consistorio y que se trate, cuando se considere pertinente y posible, abaratar gastos, como ha sido con la partida de agua y refrescos”. Según las mismas fuentes, el recorte en gasto se debe a “un menor consumo”, al adquirir “el agua y refrescos a través de Central de Compras, que es más económico” y la “centralización las peticiones”.

“Hemos procedido en otras ocasiones con otros asuntos sin que tampoco nadie lo pidiera, como por ejemplo, con el alumbrado público, que estamos cambiándolo a led para ahorrar en costes. Tratamos de ahorrar tanto en los gastos menores como en los grandes", aseguran.