Tal y como ha denunciado este medio en distintas ocasiones, la consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia, incumple normativas en distintos ámbitos, desde la acumulación de material caducado y residuos químicos sin control en la base de Xinzo de Limia, hasta el informe demoledor que emitió Inspección de Trabajo sobre incumplimientos laborales y tareas de extinción, que afecta a los 19 distritos forestales en los que Medio Rural divide a la comunidad y que el gobierno de  Alberto Núñez Feijoo ha ignorado.

Ahora la empresa británica Babcock, adjudicataria del servicio integral de  helicópteros destinados a la prevención y defensa contra los incendios forestales del departamento de Medio Rural del gobierno gallego, lleva al menos tres días haciendo servicios de mantenimiento integral, es decir, inspecciones  que corresponden por horas de vuelo o tiempo, en una base de la administración autonómica situada en Toén (Ourense) y nos preguntamos quién ha autorizado a una empresa privada a hacer estas tareas en una base pública fuera de contrato de campaña de incendios, cuando el lugar legal más cercano para realizar este tipo de trabajos es el aeropuerto de Santiago de Compostela. 

En este emplazamiento se encontraba el helicóptero modelo Puma, que tras ser retirado para su inspección, tendría que haber sido sustituido, según el pliego de condiciones que la adjudicataria ha subscrito con Medio Rural, que dirige Ángeles Vázquez, por dos helicópteros, uno modelo Bell 412 y otro B3. En estos momentos no hay el último modelo, ni el piloto.

Vulneración de la normativa vigente

La sorpresa llega cuando se encuentran durante estos días, un día 3 helicópteros y dos otro, modelo Bell 412 y varios mecánicos de la empresa.

Según fuentes consultadas por este medio el modelo matrícula EC-MKS, que puede verse en la fotografía, vulnera la normativa legal vigente sobre el mantenimiento de aeronaves de transporte aéreo, concretamente el parte 145 de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que regula los requisitos técnicos, operativos y administrativos que debe cumplir una Organización de Mantenimiento de Aeronaves, incluyendo los correspondientes a su certificación como organización aprobada.

 

Un experto en la materia, asevera, que nunca se deben realizar trabajos de mantenimiento fuera de la pista según las normas de Aviación Civil. En este caso podemos comprobar como uno de los helicópteros está aparcado en medio del monte, lo que quiere decir que lo han despegado de la pista de forma ilícita y lo han aparcado fuera para hacer un mantenimiento programado o directamente ha aterrizado fuera de pista, lo que implica una ilegalidad.

Este mantenimiento se ve claramente en la fotografía, afirma la fuente consultada, con las 4 palas que forman la hélice de la aeronave, juntas. Por motivo de avería, continúa nuestro interlocutor, se separan normalmente una a una, pero cuando se separan todas y están con cinta de carrocero en la parte más cercana a la unión con el helicóptero, indica que las están pintando con un tratamiento para inspección. Además, explica, una de las palas es negra, diferente a las otras tres de franjas rojas y blancas, por lo que parece que es de sustitución. Esto nos remite de nuevo a la normativa AESA parte 145, que obliga a realizar el trabajo en un hangar equipado, ya que se utilizan disolventes y trapos, que a su vez deben de ser tratados con productos protectores, ya que son cancerígenos, por lo que es obligatorio el uso de mascarillas, guantes y otros útiles adecuados. Esta circunstancia se agrava por la prohibición de utilizar productos de alta toxicidad para el medio ambiente fuera de una plataforma habilitada para ello. 

Llegados a este punto la cuestión es saber también, cuánto se está ahorrando esta empresa usando inadecuadamente instalaciones públicas de la Xunta de Galicia.