El 6 de junio de 1944 se produjo el desembarco de Normandía. Se acuñó un término para referirse a esa jornada como el Día D, una locución que los militares utilizan con cierta asiduidad para referirse al día en el que se inicia una operación de combate. Pues bien, la batalla judicial de Mariano Rajoy en el marco del caso Gürtel arranca este miércoles. La fecha señalada en rojo en el calendario se acerca inexorable. Todo un presidente del Gobierno de España será interrogado en calidad de testigo en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares para rendir cuentas sobre la financiación ilegal de su partido. En concreto, deberá responder sobre la pieza separada que investiga la corrupción popular en las comunidades Madrid y Valencia entre 1995 y 2005. Pero, ¿por qué declara Rajoy exactamente?

Trama Gürtel, el macrocaso de corrupción por antonomasia

El caso Gürtel es el nombre con el que se conoce la investigación de la Audiencia Nacional que indaga en la presunta financiación ilegal del Partido Popular. Los populares acudían dopados a las elecciones gracias, presuntamente, a las mordidas aportadas por empresarios que, a cambio, recibían licitaciones públicas a dedo. El empresario Francisco Correa (quien da nombre al caso -Gürtel significa ‘correa’ en alemán) hacía las veces de intermediario y conseguidor. Era la correa de transmisión, tal y como él mismo ha declarado en sede judicial, entre empresarios y el Partido Popular, siendo el extesorero Luis Bárcenas el hombre con el que mantenía contacto directo.

“Es el momento”: Rajoy, a juicio

La Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) pidió al Tribunal Gürtel que citara al presidente del Gobierno. Sin embargo, su solicitud fue desestimada ehasta en dos ocasiones. En una de ellas, mediante un auto fechado a 4 de febrero de 2016, con un matiz: “… sin perjuicio de que en otro momento se pueda acordar por la Sala que testifique, de considerarlo necesario, a la vista del desarrollo del juicio oral”. En este sentido, “ese momento ha llegado”, rezaba un auto emitido por el tribunal gürteliano el 18 de abril.

¿La razón? La “significativa posición procesal del Partido Popular”, motivo por el cual, a fin de “contar con todo el material probatorio necesario que debidamente propuesto por las partes nos permita llegar a una deliberación en las mejores condiciones”, se cita a declarar a Mariano Rajoy como testigo “por los cargos que ocupaba” y la “actividad que en función de ellos debía desarrollar en el periodo temporal abarcado”.

Rajoy siempre ha estado ahí

Si hay alguien en el PP que siempre ha estado ahí, ese, es Rajoy. Desde 1990 es el único que ha ocupado la vicesecretaría general, la secretaría general y la presidencia de la formación popular. En otras palabras, mientras la Gürtel campaba a sus anchas por el partido, él ocupaba altos cargos. De hecho, la primera pieza investiga hasta 2005, y desde 2004 Rajoy es presidente del PP.

El propio Luis Bárcenas se encargó de dejar claro que fue Rajoy quien echó a Correa de Génova 13. En este punto nos preguntamos si le conocía, si le echó porque era consciente de las actividades que venía desarrollando o si bien le relegó al exilio porque no le cayó del todo bien. Además, el nombre de Rajoy aparece en los Papeles de Bárcenas. ¿Quién mejor que él para explicarlo?

Rajoy se niega a abandonar el plasma

Tras conocer la citación, el Partido Popular emitió un comunicado asegurando que a pesar de “no compartir” que Rajoy tuviera que acudir en calidad de testigo, lo respetaban y colaborarían con la Justicia. Un argumentario al que han recurrido cada vez que algún dirigente -incluido el propio presidente del Gobierno- era preguntado. Sin embargo, la cooperación tuvo poco recorrido. Rápidamente, el PP remitió un documento a la Audiencia Nacional pidiendo que la declaración se realizara por videoconferencia alegando motivos de agenda dado su cargo público y razones de “seguridad” y “orden público”.

De hecho, Rajoy se lanzó a la búsqueda de planes fuera de España, viajes internacionales que le impidieran tener que personarse en la AN. Pero dado que los motivos no eran suficientes (la AN está a 30 minutos en coche desde Moncloa y pocos lugares son más seguros que un Juzgado, máxime si se trata de la Audiencia de San Fernando, cuyo polígono permite un dispositivo policial seguro al tratarse de una zona urbana de red cuadrada y calles largas), el Tribunal le citó de manera presencial.

¿Dónde se sentará?

El presidente del Gobierno puede dormir tranquilo este martes: evitará la misma foto que Correa o Luis Bárcenas. Rajoy se sentará a la derecha del Tribunal, a la misma altura que los abogados. El Partido Popular se libra así de una fotografía que marcaría la presidencia de su líder, pero no lo ha conseguido solo. El presidente del Tribunal, Ángel Hurtado, se ha encargado de echarles una mano desde dentro: emitió un voto particular para evitar su citación y, después, una vez llamado a declarar, emitió otro voto particular pidiendo que lo hiciera vía plasma.

Lo que dirá

Independientemente del lugar que ocupe en la Sala, Rajoy tendrá que responder preguntas. El presidente del Gobierno lleva varios días encerrado con sus abogados preparando el interrogatorio. Hay tres argumentos que se barrunta que utilizará. En primer lugar, el ya conocido “yo no sabía” o “no me consta”. Por otro lado, dejará todo en manos del siguiente en desfilar por la Audiencia, el presidente del Senado, Pío García- Escudero, el encargado de la campaña electoral de 2003, que se financió con fondos de la Gürtel. También puede recurrir al “yo eché a Correa”. Sin embargo, esta última tesis puede suponer un arma de doble filo para Rajoy. Si le echó es porque le conocía y podía estar al tanto de actividades irregulares, lo que podría provocar que Rajoy entrara al Juzgado como testigo y saliera como investigado. ¿Quién sabe que ocurrirá? Solo el Día D tendremos la respuesta.