Un día, Maruja Torres y Mónica G. Prieto empezaron a hablar de todo lo que las une: las dos son periodistas, aunque de distintas generaciones (Maruja nació en 1943, en Barcelona, y Mónica en 1974, en Badajoz), y trotamundos -o trota submundos-, ambas están especializadas en información internacional y corresponsalía de guerra, una de las variantes más extremas del Periodismo, donde la jefa queda lejos y en la que hay que saber hablar de todo, porque el trabajo no es temático sino geográfico. Maruja, ganadora de los premios Planeta y Nadal, ha sido nuestros ojos en Libia, Panamá y Palestina, en momentos en los que estas zonas se desangraban en conflictos. Mónica ha sido corresponsal en Moscú, Roma o Jerusalén, y escrito ríos de tinta sobre las invasiones de Afganistán e Irak o las revoluciones de la Primavera Árabe, entre otros episodios de nuestra historia reciente, que vivió in situ.

En su conversación, Mónica define a Maruja como un ejemplo de mujer transgresora y profesional libre, alejada de todo convencionalismo en un mundo dominado por los hombres. Maruja dice que Mónica tiene la esencia de la reportera que ella misma querría haber sido, especializada en conflictos internacionales, lo que le ha permitido observar de cerca cómo se desarrolla la Historia. Ambas recuerdan sus primeras crónicas, analizan el mundo árabe con perspectiva histórica, hablan de los cambios que se producen en la prensa a golpe de clickbate, de si la de corresponsal es una profesión en peligro de extinción, del machismo en las redacciones, la impotencia ante un mundo injusto, la religión como salida cuando te lo niegan todo, la estigmatización de la mujer y de familia.

En 2017, la Revista 5W trasplantó la charla a papel, y la publicó en su colección Voces de libros - diálogo. El actor y director Miguel Rellán leyó el texto durante un trayecto de metro, y quedó tan fascinado como cubierto de dudas: ¿somos personas informadas o entretenidas? ¿Tener información es tener conocimiento? En el negocio de la información, ¿mandan las empresas? ¿Quién decide lo que se cuenta de entre todo lo que ocurre en el mundo? ¿Sirve de algo transmitir las atrocidades de una guerra? ¿Es equivocado el concepto de medio de masas? ¿Es el Estado Islámico parte del espectáculo informativo? ¿Cómo debemos representar a las víctimas?

Y ahora, con las actrices Amparo Pamplona e Isabel Serrano y la producción del Teatro del Barrio, crea y dirige una puesta en escena, Contarlo para no olvidar, que lleva a un nuevo escenario, el teatral, este viaje por el mundo y nuestra forma de verlo que guían las voces críticas y honestas de Maruja y Mónica. La pieza estará en cartel del Teatro del Barrio del 30 de septiembre al 24 de octubre, y con ella, este teatro de Lavapiés refuerza y visibiliza su intención de ser, también, una sala de repertorio: por un lado, contribuyendo a la sostenibilidad de los proyectos artísticos de las creadoras, produciendo piezas como Los que hablan o Feminismo para torpes, ya estrenadas y en gira, o Contarlo para no olvidar y Homenaje a Billy El Niño, que se esperan esta temporada 2021/2022 y tienen que ver con voces de la intrahistoria que quedaron sepultadas por las narraciones oficiales; por otro, creando una constelación de habitantes habituales del teatro, artistas en repertorio como Alberto San Juan, Los Torreznos, Pamela Palenciano, el Colectivo Más que Palabras, Patricia Sornosa, Silvia Albert Sopale, Pepe Viyuela y Amás Escena.   

 

irectores como Boby Moresco o Tim Robbins.