J. Noa sigue quemando etapas y te hace sentirte mal. Con 19 años, ha conseguido su segunda nominación a los Grammy. A esa edad, otros estábamos matando neuronas y desaprovechando la vida. Ella va demasiado deprisa y otros, quizás, demasiado lento. ElPlural.com ha podido compartir los momentos previos a su subida al escenario de la sala Villanos de Madrid. Dice adiós a España para desembarcar en Miami, donde el próximo 14 de noviembre se celebrarán los Latin Grammy 2024: "Es bueno tener tanta experiencia siendo tan joven, aunque a veces te jode, ya que a veces sabes demasiado", refleja.

Llega a Madrid tras un periplo europeo que le ha llevado a pisar las calles de Londres y Oslo. Una niña dominicana de barrio, con miedo a volar, lanzando rimas en la Vieja Europa entre blanquitos nórdicos y llevando a lugares inóspitos la gira Mátense por la Corona: "Brillo por mi misma y no necesito ninguna corona", destaca con una pétrea confianza y alejada de la chulería. A continuación, con un rostro todavía estupefacto, Noa narra su viaje europeo: "En Noruega había muchísima nieve, imagínate. En el avión iba con el corazón en la mano", relata. Según Noa, "fue muy heavy porque había noruegos que se sabían mis canciones. Se han vuelto locos conmigo y mi flow; estaba muerta de la risa", expone. Frente al sol de Santo Domingo, la oscuridad nórdica: "A las 15:00 horas ya era de noche, pero hay que adaptarse a los cambios".

En estos momentos duros que vive España y ante la fatalidad provocada por la DANA, resulta difícil hablar de cosas banales. Sin embargo, J. Noa se muestra solidaria con lo sucedido en Valencia: "Sigo a mucha gente de España, veo todo lo que comparten y la ayuda que están dando. Es una pena todo lo que está pasando", señala. A pesar de todo, el pueblo también necesita música. Y más en los momentos más duros.

Sobre el escenario, la joven rapera imprime una fuerza sobrenatural. Quizás sea el pelo rubio y los diamantes de su ropa vaquera, en contraste con su piel de ébano. Su melena trenzada roza el suelo y uno se pregunta qué difícil debe ser vivir con esos tirabuzones rebotando por tu cuerpo. "Tengo que tener cuidado cuando me siento porque lo puedo pisar. O en el carro, se pueden sentar encima de él". Ese cabello, como el de Sansón, imprime fuerza. Un símbolo de poderío: "Ya verás el problema de quien me lo corte", ironiza. 

 

Un poderío femenino, pero elegante. Noa ha sido bendecida por el dios de las letras y exprime el diccionario mejor que un anciano con una letra de la RAE en su poder. Sin trabarse ni confundirse, Noa bombardea al público con sus letras.

Entre las canciones elegidas para el directo ha estado, por supuesto, Cabecear, su segunda nominación a los Grammy. Un tema con atmósfera metalera a través del cual Noa puede mostrar su versatilidad: "Me siento muy contenta y agradecida con la Academia. Tengo las expectativas de que salga todo bien y vivir una nueva experiencia. El año pasado estuve en Sevilla y ahora toca Estados Unidos. Estoy feliz". Noa, de forma sincera, señala que no se sintió decepcionada por no ganar el gramófono dorado: "Valoro mucho que me tomen en cuenta y reconozco que mi carrera no tiene tanto tiempo para competir con otros artistas con una carrera más extensa que la mía. Es obvio que ganen ellos. La nominación y que piensen que merezca formar parte de la Academia de la Música Latina es un premio".

Otro tema ha sido Su Lady, con el rapero Israel B, quien ha subido al escenario de Villanos para acompañar a J. Noa. Un anfitrión de lujo para la rapera caribeña: "Estaba trabajando con la gente de Lowlight y se dio la opción de trabajar con Israel B. No pudimos coincidir en el estudio, pero sí en la grabación del vídeo. Vine de Santo Domingo, grabé y me volví. Pero siempre feliz de venir a Madrid".

Antes de terminar, Noa no descarta establecerse en la capital española: "Si fuera por mí lo haría sin duda. Fuera de Santo Domingo, solo viviría en Madrid o Miami. Pero Miami es muy caro. Algún día me verán aquí con mi maleta".

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