Hay música que necesita más espacio en el planeta Tierra, y música que ha sonado hasta en el espacio exterior. Ya en las misiones Gemini, Skylab, y Apollo, en 1965, la NASA transmitía música para los astronautas delos transbordadores, y en 1969, la misión Apollo 9 que fue a La Luna les permitió a los astronautas llevar al espacio cassettes, adaptados a la ausencia de gravedad, en los que sonaron Suspicious Mind de Elvis Presley o Sugar Sugar de The Archies. En décadas más recientes, desde la estación en Houston, ha sonado, por ejemplo, Viva La Vida de Coldplay.

Ahora, el Sónar, Festival de Música, Creatividad y Tecnología, con ocasión de su 25 aniversario, ha enviado música al espacio con un objetivo que va más allá de conectar con nuestros hombres del espacio: su misión interestelar es comunicarse con una civilización extraterrestre más allá del Sistema Solar. Se trata de una iniciativa pionera en la Historia que el festival ha bautizado como 'Sónar Calling GJ273b'. Las emisiones se realizan por transmisiones de radio que se envían a un exoplaneta cercano, la Estrella de Luyten b, potencialmente habitable.

Las primeras comunicaciones se enviaron los días 16, 17 y 18 de octubre, a través de la antena de la Asociación Científica Europea de Dispersión Incoherente (Eiscat), ubicada en Noruega. El mensaje del primer envío incluye 33 piezas de música de 10 segundos cada una, comisariadas por Sónar, y creadas por artistas afines al festival como Richie Hawtin, Autechre, Carsten Nicolai, Modeselektor, Laurent Garnier, Holly Herndon, Matmos, Jean-Michel Jarre, Nina Kraviz, The Black Madonna, Kate Tempest, Kode 9, Laurel Halo o Daito Manabe.