La revista Telos, editada por la Fundación Telefónica, nació en 1985 para convertirse en un instrumento para la reflexión sobre las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) y para el análisis de su impacto en la sociedad. La edición 112 de la revista se centra en exponer el papel que juegan diferentes disciplinas, como la filosofía, la historia, la geografía, la antropología, las ciencias de la comunicación, la música o las artes escénicas, entre otras, en un tiempo que está marcado por la inmediatez, el cambio constante, las mutaciones y el proceso tecnológico y científico.

En este número, la imagen de portada y la entrevista central es la escritora, editora y gestora cultural mexicana Mónica Nepote, un claro exponente del artista que reconoce, estudia y emplea la tecnología para expandir la creatividad humana. En la entrevista que se le ha hecho desde ElPlural.com asegura sentirse muy emocionada y entusiasmada por aparecer en la portada de esta revista de investigación en comunicación, tecnología y sociedad: “Lo que más me entusiasma es dar espacio a la voz de las mujeres en asuntos que no necesariamente tienen que ver con ellas. Si hay un sesgo que me interesa resaltar, desde el punto de vista de alguien que está muy cercana a los activismos feministas, es que en la idea de las tecnologías resulta importante centralizar y asomarnos a mundos que proponen y ven el mundo de la vida y la tecnología”.

En este número también se rinde homenaje a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), donde por tercer año consecutivo tiene presencia la revista. Mónica Nepote asegura que la primera participación que tuvo con la revista fue en el marco de presentaciones en la feria mexicana: “Ahora que he tenido tiempo de revisar los materiales, me entusiasma mucho coincidir con varios colaboradores de la revista en una mirada crítica hacia la tecnología, una mirada que pregunta también al servicio de quién están. Es un trabajo editorial bien importante de resaltar, lejos de estar en una idea de abrazar el progreso, sino poner al servicio del lector puntos de vista que ponen en manifiesto la importancia de reflexionar sobre el papel de las humanidades y del papel de la ciudadanía en relación con el uso de tecnologías”.

Cambio de paradigma: literatura digital

Mónica Nepote dirige el proyecto de e-literatura o literatura digital del Centro de Cultura Digital de Ciudad de México y asegura que uno de los aspectos claves, como punto de partida, de la literatura digital es que trata de una práctica de escritura que se piensa junto al lenguaje de la programación: “Es un tipo de literatura que también está pensada para la salida en ordenadores, pero ya se pueden ver ejemplos de escritores que se pasan al libro, que van y vienen de la programación y después publican el resultado en formato papel”. Sitúa como otra de las características claves de este tipo de literatura la hipertextualidad, en la que el lector decide el transcurso de la historia.

La llegada de Internet ha sido el hecho principal que ha influido en el crecimiento de este tipo de literatura, aunque no el único. La escritora mexica comenta la importancia de que la sociedad conozca las claves de este cambio de paradigma, “porque es importante saber que lo que hay en Internet va más allá de lo que hay en las redes sociales, que hay una serie de preguntas y prácticas que demuestran la relación con los servidores y plataformas. No solo es verter y checar nuestros datos, sino también reflexionar sobre la forma en que estamos en el mundo”.

Cuando se le ha preguntado por el futuro que espera para la literatura digital, ha argumentado: “Yo creo que el futuro será una transición continua entre la creación digital y el salto al libro. Todavía hoy hacemos producciones híbridas, porque el libro es una tecnología que ha resuelto y ha funcionado muy bien, por eso todavía estamos en ese salto, con un pie en el libro y el otro en lo digital. El formato de la literatura del futuro podría ser tal vez algo que apenas está materializándose, algo como un objeto nuevo, incluso tan solo una práctica. Lo que sí me gustaría sería que ese objeto que resulte no esté condicionado por los fabricantes, como lo está hoy en día, ese es mi deseo”.