Vera Wenzel es el proyecto personal de Eugenio Civera, quién se inició en la música en la década de los 90 con bandas como Fluzo y The Light junto a Undo, pero es en 2007 cuando empieza a componer por su cuenta asumiendo el rol de vocalista del proyecto y con la vocación de que fueran canciones para tocar con banda.

En 2008 decide fundar una banda y bautizarla con el nombre de Vera Wenzel (nombre y apellido de su abuela materna). En 2011 La Produktiva Records publica su primer disco, Verbena, disco que les llevó a realizar conciertos por todo el territorio. En 2014 la banda se transforma y graban su segundo disco, La cosecha. Álbum que refleja aquel momento de transición, de querer buscar nuevas maneras de hacer que le alejasen del código de la música independiente más habitual. Cinco años después, publica Llega la noche, el tercer disco de Vera Wenzel, un disco muy trabajado con respecto a la producción, pero con más espacio, con una sonoridad más directa para el oyente y donde, por primera vez, estaba realmente contento del registro conseguido con la voz. Las letras reflejaban las experiencias sentimentales vividas en aquel periodo, pero desde una perspectiva muy universal, con la que es fácil identificarse.

Este 2022, Vera Wenzel reaparece con El Porvenir, un nuevo giro en la trayectoria de Vera Wenzel. Aquí el deseo es el de encontrar un lugar propio y más tranquilo, aunque esté alejado de las corrientes más "mainstream". En aras de conocer un poco mejor esta última creación, ElPlural.com ha mantenido una conversación con Eugenio Civera:

PREGUNTA (P): En primer lugar, ¿podrías hablarme de la portada? 

RESPUESTA (R): Gorka Eizagirre, el diseñador, juega mucho en su trabajo con la estética del arte cinético. Esa corriente trasladada al diseño consigue crear movimiento en imágenes que son estáticas. Me gusta mucho el hecho de que tiene algo abstracto, cada cual puede ver lo que quiera, no hay un mensaje cerrado.

P: Tras Verbena, La cosecha y Llega la noche, publicáis “El Porvenir”. ¿Qué has querido mostrar en este nuevo proyecto?

R: No han cambiado mucho ni las temáticas ni la forma de componer canciones, pero sí el interés por vestirlas musicalmente de otra forma. El motor esta vez ha sido conseguir que la música se pareciese lo menos posible a los discos anteriores de Vera Wenzel, alejándonos de las coordenadas del indie de guitarras con las que se podía identificar el proyecto antes. Tengo la suerte de trabajar con Ferran Resines y Cristian Pallejà de Caballo Grande en la producción, que son muy buenos, para conseguir poner cualquier dirección que se nos ocurra. Todo esto que parece sesudo, en realidad tiene que ver con llegar al estudio con la mente abierta y ganas de jugar.

P: En una situación bastante conflictiva, el tema El porvenir nos invita a pensar en la contemplación, en alejarnos de los que nos preocupa y fiarlo todo al porvenir. ¿Podrías lanzarme una reflexión sobre este concepto?

R: Esta canción es la más antigua del ep, aproximadamente de 2018. En aquel momento el contexto era totalmente distinto. No habla tanto de una filosofía de vida como de un momento puntual, en el que por un instante sientes que puedes confiarlo todo al porvenir. Después nunca es así, el porvenir no coloca todas las piezas de tu vida o las del mundo en el sitio que te acomoda a ti y a los demás, pero las canciones pueden ser solo eso, fotos de un momento pasajero donde has creído que podía pasar.
 
P: Me parece de maravilla esta posición, soy víctima de ella en repetidas ocasiones y todos buscamos lugares en los que refugiarnos. Pero, ¿no crees que esta posición evita la resolución de conflictos?

R: Sí, totalmente, es una posición escapista y el momento actual pide otras actitudes. Con todo, me pareció que bautizar el ep con este título y en este momento, era un acto de rebeldía contra el desánimo y el cenicismo general que nos rodea: “Se acabó la era de la abundancia”. Tener fe en el futuro es importante; no hablo de ser un inconsciente desconectado de lo que pasa en el mundo, hablo de no bajar los brazos con lo que depende de nosotros, de no pensar que no hay absolutamente nada que podamos hacer.

P: ¿Podrías hablarme un poco de la canción Las Olas? Entiendo que, por mucho que quieras borrar ciertas cosas, siempre acaban volviendo, como las olas del mar.

R: Así es, habla de las cosas que no puedes eliminar de tu reflejo por más que lo intentes, las puedes perder de vista un momento, pero eso es todo. Otra vez, es una canción que refleja un aspecto muy concreto en el que uno no se pasa la vida instalado. Siempre me ha gustado la música que se puede catalogar como alegre/triste, como In between days de The Cure. Algo de eso hay en esta canción, la música es festiva y con un punto tropical, la letra no lo es, pero con este envoltorio colorista entra mejor.
 
P: Los videoclips de Las Olas y El Porvenir evocan a una estética de los 70.

R: Los videoclips los ha realizado Murciano Total. La estética de los dos tiene que ver también de forma general con el arte cinético. En el primero la referencia fueron las portadas de los libros de psicología de los 70 (¡bien visto!). En el segundo, la referencia fue la esterografía, que son esos dibujos que se consiguen haciendo girar con un boli sobre el papel una pieza redondeada de plástico que parece un engranaje.

P: Conga me ha parecido una alegoría sobre la muerte. Quizás estoy deprimido.

R: Wow, esta sí que no lo veía venir, nunca he pensado detenidamente en qué explica esta canción. Seguramente habla sobre el paso del tiempo y sobre la tensión que puede existir cuando hay cosas que deseas hacer, pero para las que no te sientes preparado o capacitado. Tal vez sí hay algo de miedo a la muerte en el sentido de que no poder realizar algo que deseas, puede ser lo contrario a sentirte vivo. A la vez, en la coda final hay un giro total en el que el protagonista dice: espera, no pases de largo, me empieza a salir y quiero probarlo, quiero subirme, quiero sentir el poder de la conga. Así se cierra el ep, empieza y acaba con esperanza.
 
P: Para terminar, recomendación cultural: Libro, película y álbum que te haya marcado últimamente.

R: Libro: Un verdor terrible, de Benjamín Labatut. Película: Licorice Pizza, de Paul Thomas Anderson. Álbum: I’m your man, de Leonard Cohen.