Ponerte los cascos, dar al play y que suene Califato 3/4 es recibir Andalucía en el hipotálamo. Pero una Andalucía reinterpretada. Con trazos clásicos, tradicionales, sacrosantos, reconvertidos en electrónica, cumbia, rock. Un folklore futurista con trazos añejos. Y todo bajo el amparo del 'Êttandâ pal andalûh' y un respeto absoluto por la cultura de la patria Andaluza.

Un grupo coral que acaba de sacar un disco en homenaje a la figura de Lola Flores. Una mujer que revolucionó el arte español.  En una conversación a cuatro voces con ElPlural.com, Califato 3/4 habla de La Faraona, Andalucía y la Semana Santa.

Pregunta: Acabáis de sacar el EP, Lola, en el que versionáis una serie de temas icónicos de Lola Flores.

Chaparro: Todo parte de un directo que hicimos desde una terraza de Madrid para Movistar+. Luego nos fuimos a un retiro en la sierra de Huelva y estuvimos en una casita montando las canciones y viendo por dónde podían ir.

Esteban Espada: El proceso entero fueron tres meses. Nos lo dijeron, hicimos las canciones en unas seis semanas y al mes siguiente ya estábamos tocándolo. Fue un reto.

Lorenzo Soria: Parte de un encargo que nos hizo Movistar+ debido a que este año Lola habría cumplido 100 años. Teóricamente iba a ser solo un directo.

Esteban Espada: Y nos fuimos a un pueblo cerca de Jabugo.

Chaparro: Nos decidimos por el jamón.

P: Han participado también artistas de la talla de Tomasito, La Cebolla o Negro Jari.

Lorenzo: De puta madre, la verdad.

Chaparro: Son todos de calle, de barrio. Es un trato de tú a tú, muy divertido.

Lorenzo: No son nada estirados. Gente normal.

Chaparro: Tomasito era en plan, me voy a echar la siesta (hace el gesto de tumbarse y cubrirse con una manta).

P: Recuerdo a La Zarzamora por Mano Negra. ¿Ha significado algo para vosotros este grupo? Quizás sea cosa mía pero veo algunas similitudes con Califato 3/4.

Chaparro: A mí me gustaba más que Manu Chao.

Esteban: Era mestizaje total de culturas.

Chaparro: También era un grupo muy de guerrilla. Metía cosas de flamenco, de salsa. Manu Chao, ya sabes. Hacía música con el sonido del metro, con las chapas. No sé si has visto el capítulo de Muchachada Nui.

Pregunta: Sí, que va por ahí Joaquín Reyes con el gorrito ese andino.

Chaparro: Es mortal.

Esteban Espada: Cuánto más cariño tienes algo más te puedes meter con eso. Y lo chanantes lo hacen muy bien.

P: Lola Flores.

Esteban: Tenía una actitud única para su época.

Chaparro: También estamos muy jartos de eso de que no sabía cantar, ni bailar. ¿De qué coño estáis hablando? Es barrio, es temperamento. Le ha dado muchísimo trabajo a la gente Jerez. A gente pobre. Tomasito, de hecho, debutó con ella porque su madre le llevaba al teatro, a Lola Flores le hacía gracia sus bailes y lo metía.

Esteban: Tomasito nos contó una anécdota muy bonita. Cuando se conocieron, él veía que hacía lo de los demás y no desarrollaba su personalidad al máximo. Un día se quedó sin ir al ensayo y Lola le llamó a casa para preguntar qué le pasaba. Tomasito dijo que quería hacer otras cosas. Y Lola le dijo, haz lo que quieras.

Chaparro: ¿Quieres grabar un disco? Vamos a grabar un disco.

P: Empezando así lo tienes todo enfilado para empezar una carrera.

Esteban: Imagínate, escuchando eso desde niño.

P: Puristas ya pocos, ¿no?

Chaparro: Los viejos que quedan. Mira el caso de Lole y Manuel. Al principio decían que eso no era flamenco hasta que tuvieron que reconocer que no había más flamenco que eso.

P: Si algo tiene el flamenco es su facilidad para combinar a la perfección con otros estilos.

Chaparro: Tiene la cualidad de ser único. Puedes cantar blues, jazz, o lo que quieras mejor que nadie. Pero si no cantas flamenco no vas a saber cantar flamenco. Por el contrario, si cantas flamenco, luego puedes cantar lo que quieras.

P: Hay un vídeo de Pepe Blanco en el que dice que la música española es racial y del pueblo. Dice que nadie en el mundo puede cantar un fandango, una jota o un pasodoble. Y que cualquiera podría cantar como Sinatra. Y se pone a imitarle. Y acto seguido dice que Sinatra jamás podría cantar Farina o Antonio Molina, por ejemplo. Y empieza a cantar flamenco. 

Esteban: Al revés, no. Exacto.

P: Pone los pelos de punta, la verdad.

Chaparro: Pues si se te pone los pelos de punta, eres andaluz. Al menos en estado mental.

P: Soy cántabro, pero hay bastante relación entre dos tierras tan diferentes y alejadas. No sé si conocéis a Los Jándalos. Emigrantes cántabros que emigraron a Andalucía en busca de oportunidades y ya se establecieron allí, asimilando las costumbres andaluzas.

Lorenzo: Qué guapo.

Chaparro: Y no volvieron

P: Imagínate. Pasar de vivir en un pueblo de montaña, lloviendo todo el día e irte a Cádiz. Como para volver. En los escudos de Santander y Cantabria, además, tenemos la Torre de Oro de Sevilla.

Esteban: ¿Ah, sí?

Chaparro: Yo me quedé flipao cuando lo vi. La Torre de Oro se juntaba con la Torre de la Plata y entre ambas había unas cadenas para que no pasaran los barcos. Y fueron soldados cántabros quienes las cortaron durante la Reconquista.

P: Cuando voy a Andalucía o cualquier sitio de España, a pesar de las grandes diferencias culturales que veo entre pueblos, lo veo y siento todo como mío. No sé si, siendo tan andaluces, también os pasa cuando viajáis por España.

Chaparro: Para mí ya ir a Bilbao es como ir a Sevilla. Entre el río, la disposición, la gente. Nosotros con los norteños nos llevamos muy bien. De hecho, somos muy parecidos a todas las periferias. Somos todos pueblos pobres, castigados. A los que no nos parecemos nada es al centro.

El grupo andaluz, Califato 34 (1)

P: Al final lo verdaderamente importante es aprender y enriquecernos entre todos.

Chaparro: Y es lo que no quieren que sepamos. No somos diferentes y tenemos que estar todos unidos sin odiarnos. Pasa en Andalucía. Nos han enseñado a odiarnos. Divide y vencerás, colonialismo puro.

P: El andalucismo es un elemento crucial en vuestro movimiento. También en el lenguaje.

Esteban: No es solo cuestión política de actitud, del día a día. También lo del Êttandâ pal andalûh (EPA) es una cosa pensada por lingüistas y programadores. Vimos muy interesante el proyecto que estaban impulsando. 

Chaparro: Nació del odio de la gente hacia Andalucía. Hay un profesor de Mijas que escribió El Principito Andaluz. A partir de ahí le cayó la del pulpo. Que si era un cateto, que si eso no era un idioma... A partir de ese odio, se juntaron una serie de intelectuales para defenderlo y dar una explicación lingüística a lo que había escrito. Y a partir de ahí desarrollaron el standard del andaluz. 

Esteban: Es fonética. Crean algo que permite que todas las personas de Andalucía puedan leerlo a su manera. 

P: La gente a veces, no sé. Qué más te dará que alguien haya escrito eso.

Esteban: Ya ves. Es como, 'voy a pintar La Mona Lisa con colores verdes'.

P: En nada es Semana Santa.

Chaparro: Es como todo lo de Sevilla, una dualidad. Cuando era chiquitito y era gordo tocaba el bombo en La cigarrera chica. Luego me quedé canijo y comencé a tocar la trompeta. Luego me fui a otra banda... Este año me voy a jartar de ver pasos. Y el día 30 damos el pregón heterodoxo.

Esteban: Es justo esa dualidad. Con los códigos del pregón hacemos uno diferente. 

Chaparro: Quitando la religión, la Semana Santa y las hermandades son de los barrios. Es el barroco en movimiento, un lugar sin parangón. Ves los pasos en las callejuelas de Sevilla, con las luces apagadas, gente cantando saetas, la banda...

Esteban: El olor.

Chaparro: Los naranjos, el azahar, las velas, el jolgorio, la gente en éxtasis. Es de los pocos sitios en el mundo donde las obras de arte cobran vida y cuentan una historia durante una semana en la ciudad. Todo lo que tenga con Dios, la religión y la Iglesia, que le den por culo.

P: Esa dualidad es lo que más me fascina. Cómo se puede separar la fe de la propia Semana Santa, algo que por raíz no debería pasar.

Chaparro: Desde un principio las hermandades son el refugio de los pueblos perseguidos. Judíos conversos, esclavos. Cuando tenías que ser cristiano y eras perseguido, tenías que ser más cristiano que el propio cristiano.

Esteban: La religiosidad permite que cada uno rece a su manera. Y la Virgen de tu barrio, es como una segunda madre para ti. 

Chaparro: También está clara la figura de los mariquitas/maricones, como aquí los llamamos, en las hermandades. De toda la vida de Dios. Desde antes del franquismo, de la República. Gracias a ellos, se han desarrollado las hermandades. Porque no pertenecen al cura ni a la Iglesia ni al Vaticano. Pertenecen al barrio.  Es como una red vecinal en la que todos se ayudan.

Esteban: Es difícil encontrarte algo así fuera del plano religioso.

P: Luego todo lo que engloba a la Semana Santa es superado por algo que para mí está por encima de todo: la belleza.

Esteban: Exacto.

Chaparro: Aunque seas el más punky. A ti te pilla en una de esas esquinas bonitas, que va a girar La Macarena... Si no se te ponen los pelos de punta ni te emocionas, no eres ni persona. Es algo para los cinco sentidos.