Almudena Grandes falleció el pasado 27 de noviembre a los 61 años de edad dejando un importante legado literario. Grandes no solamente fue una gran escritora que ha legado una importante obra, sino que también destacó por su labor como articulista, destacando especialmente sus reflexiones en El País, donde anunció que padecía cáncer el pasado mes de octubre.

Trabajó de manera incansable y hasta el último momento de su vida. Así, dejó prácticamente terminada la novela que verá la luz de manera póstuma. Almudena Grandes ya no podrá concluir los Episodios de una guerra interminable, su aplaudido proyecto narrativo de seis novelas independientes que relatan momentos significativos de la resistencia antifranquista desde 1939 a 1964. Inés y la alegría (2010), El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017) y La madre de Frankenstein (2020) son los cinco episodios que cautivaron a los lectores durante la última década y que lamentable ha quedado inconclusa, ya que no podremos conocer la historia de Mariano de Bidasoa, el sexto y último episodio que la escritora tenía previsto.

Pero como consuelo para todos sus seguidores llegará el trabajo que la escritora sí dejó escrito y que con toda probabilidad verá la luz durante el 2022. Se trata de otra novela que puede considerarse como un séptimo episodio relacionado con los demás. Una historia que se le metió en la cabeza con la llegada de la pandemia del coronavirus y que le hizo cambiar las tornas y dejar aparcada la idea que tenía para el sexto episodio de la saga.

Tal como ha apuntado Juan Cerezo, su editor en Tusquets, la última voluntad de Almudena Grandes fue “que se publicara”, aunque todavía no se conoce nada sobre su título y la fecha de publicación.

Un adiós a la altura

Cientos de personas acudieron el pasado lunes al cementerio civil para dar el último adiós a Grandes, muchas de ellas acompañadas con un libro de la escritora. Esta iniciativa espontánea, promovida por el periodista Ramón Lobo y a la que respondieron cientos de lectores fieles, dejó muestra de lo querida que es y será la escritora.

Su marido, el poeta Luis García Montero, le dedicó un precioso adiós a su mujer. El poeta se acercó a la sepultura para depositar en ella el libro, después de darle un beso cargado de simbolismo, Completamente viernes: 1994-1997, un poemario que publicó en 1998. Esta imagen preciosa se producía mientras de fondo sonaba Noches de boda, una de las canciones más icónicas de la carrera de Joaquín Sabina, íntimo amigo de la pareja.