No ha sido fácil confeccionar el listado con lo mejor del año. El 2021 ha venido cargado de títulos infumables nacionales y extranjeros. Con todo, he salvado de la quema 11 series que me enamoraron y volvería a ver una y otra vez.

 “Secretos de un matrimonio” (HBO)

Protagonizada únicamente por Jessica Chastain y Oscar Isaac, la miniserie adaptación de la emblemática “Escenas de un matrimonio” que dirigió Ingmar Bergman en 1973,  narra  con sumo dolor  la ruptura de una pareja,  en medio del desaliento y las peleas frente  al desamor. Es hipnóticamente desgarradora,  bella y conmovedora.

“The Morning Show T.2” (Apple TV+)

Bradley (Reese Witherspoon)  y Alex (Jennifer Aniston) continúan disputándose magistralmente el reinado televisivo y personal tras hacer público  ellas mismas y en directo,  que la cadena encubría el  escandaloso acoso sexual de su compañero Mitch (Steve Carell). El titánico duelo interpretativo entre ambas,  está repleto de reflexiones y reproches a la cara la una a la otra,  que no tienen desperdicio. Sin duda es la mejor  ficción de Apple TV+ y gran favorita de los próximos Emmy.

“Condena” (Movistar+)

El brutal y desgarrador drama carcelario  de la BBC de 3 episodios,  es un puñetazo en toda la cara sobre la cruda y dramática realidad que rodea al sistema penitenciario británico. Sean Bean como preso  y Stephen Graham como carcelero no pueden estar  más grandes.

“Dopesick” (Disney+)

Por dura que sea que lo es, hay que ver una de las enormes series de este año. Protagonizada por Michael Keaton, ahonda en el sufrimiento  y las muertes que ha provocado en EE UU la adicción a los opiáceos y la responsabilidad de una compañía, Purdue Pharma, que vendió OxyContin, un analgésico tres veces más potente que la morfina, ocultando deliberadamente que causaba adicción.

“It’s a sin” (HBO Max)

En medio del desconcierto, la incertidumbre y el miedo que sigue generando esta  eterna pandemia, resulta más imprescindible que nunca recordar lo ocurrido en los ochenta con el Sida, tal y como hace esta impecable producción británica. El virus del vih por entonces mortal sembró el terror, estigmatizó y mató sin piedad a buena parte de la comunidad gay. La gran diferencia entre ambas enfermedades  es que, mientras el covid no ‘discrimina’ ni entiende de sexo, origen, raza o religión, el sida  sí sabía escoger perfectamente a quien mataba y a quien no. Otra de las imprescindibles del año.

 “Mare of Easttown” (HBO Max)

Este adictivo thriller lleno de misterio, recovecos y aristas perfectamente engarzadas en manos de personajes mediocres, comunes y corrientes de la América más profunda, es una auténtica gozada.  Y  más con ese  soberbio y potente reparto encabezado por  una “insultante” como nunca Kate Winslet.

“Exit” (Filmin)

La segunda temporada de la serie noruega  ‘Exit’  protagonizada por cuatro amigos millonarios, corruptos, cocainómanos, pero sobre todo, maltratadores de la vida y detestables hasta decir basta, es incluso mejor que la primera. Sin duda,  una de las mejores ficciones europeas que nos ha llegado este 2021.

El tiempo que te doy” (Netflix)

La triste crónica de una ruptura sentimental narrada en episodios de tan solo 11 minutos, desborda magia y belleza a partes iguales. Escandalosamente soberbia  Nadia de Santiago  que escribe y protagoniza tan inmenso dolor

“The Split” (Filmin)

La primera temporada era buena; la segunda es un escándalo. Qué gran idea mezclar conflictos matrimoniales dentro y fuera del despacho de abogados,  donde trabaja Nicola Walker. Tanto ella como el resto del reparto, suman y suman a una de las mejores series de abogados,  con permiso de “The Good Fight” cuya quinta entrega estrenada también este año en Movistar+, es deliciosa.

“Cardo” (Atresplayer Premium)

Bajo el sello inconfundible de los Javis, la serie escrita e interpretada por una fantástica Ana Rujas, se ha convertido en una de las grandes sorpresas de la ficción española de este año. María su protagonista sortea cómo puede su vida instalada en punto muerto.

“Vamos Juan” (HBO Max)

Imposible dar con una serie tan divertida y emotiva. La tercera temporada de la ficción protagonizada por un Javier Cámara  inmenso en la piel del torpe político Juan Carrasco,  es una auténtica joya que supera brillantemente a las dos anteriores entregas.