El Informe sobre el capital humano 2017 considera que el fracaso de los países para desarrollar adecuadamente los talentos de las personas está subyacente a la desigualdad al privar a las personas de oportunidades y acceso a una amplia base de trabajo de buena calidad. Si España ha bajado de los diez primeros países en Salud, en Formación y Productividad de sus trabajadores ha bajado al 44, lo que significa que es el penúltimo en la Unión Europea, por detrás solo está Grecia.

Las inversiones en educación, dice el informe,  a menudo fracasan debido a una atención inadecuada al aprendizaje permanente, al fracaso en el desarrollo de oportunidades altamente cualificadas y al desajuste de las habilidades necesarias para ingresar y tener éxito en el mercado de trabajo.

Con sólo 62% de la población mundial de capital humano completamente desarrollada, Estados Unidos y Alemania se encuentran entre los países con mejor desempeño en un top 10 dominado por países europeos más pequeños.

El informe mide 130 países sobre cuatro áreas clave del desarrollo del capital humano:

- Capacidad, en gran medida determinada por las inversiones pasadas en educación formal;

- Despliegue, aplicación y acumulación de habilidades a través del trabajo;

- Desarrollo, la educación formal de la próxima generación de mano de obra y el continuo perfeccionamiento y reestructuración de los trabajadores existentes; y

- Know-how, la amplitud y profundidad de las habilidades especializadas-uso en el trabajo.

El desarrollo de los países también se mide en cinco grupos o generaciones diferentes: 0-14 años; 15-24 años; 25-54 años; 55-64 años; y más de 65 años.

Según el índice de capital humano del informe, el 62% del capital humano se ha desarrollado ahora a nivel mundial. Sólo 25 naciones han aprovechado el 70% del capital humano de su pueblo o más. Con la mayoría de los países aprovechando entre 50% y 70% de su capital humano, 14 países permanecen por debajo del 50%.

Un principio fundamental del informe es que la acumulación de habilidades no termina en una educación formal, y la continua aplicación y acumulación de habilidades a través del trabajo es parte del desarrollo del capital humano. Con demasiada frecuencia, las economías ya poseen el talento requerido pero no lo implementan.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) de las Naciones Unidas se basan en la ambición global de "no dejar a nadie atrás". Esto se aplica tanto en la salud como en el desarrollo educativo de la gente. Según estos dos informes –sobre la salud, del que se informa en El Plural, como este del Foro Económico Mundial- comprender las ganancias y lagunas actuales para los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud y la educación son esenciales para quienes decisiones, ya que buscan mejorar la salud y formación de las poblaciones.

Informe completo -203 páginas- del FEM:

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