El vino, pese a ser un acompañante ideal en las comidas y celebraciones, a menudo deja recuerdos no deseados en forma de manchas en nuestras prendas y tejidos favoritos. La dificultad para eliminar las manchas de vino puede variar notablemente dependiendo, curiosamente, de la calidad del vino, siendo las manchas de los mejores vinos particularmente rebeldes. No obstante, eliminarlas no es una misión imposible, solo hay que seguir este proceso:

Primero, actúa rápidamente contra las manchas de vino

Cuando el vino hace su aparición no deseada en nuestros tejidos, la rapidez es crucial. Aplicar vino blanco o gaseosa sobre la mancha de vino tinto puede ser un primer paso efectivo, ya que ayuda a prevenir que los taninos penetren profundamente en el tejido, simplificando la tarea de limpieza posterior.

Otra opción en casos de manchas recientes, es aplicar sobre ella productos absorbentes como la sal, el bicarbonato o el talco que pueden ser muy útiles para limitar el daño, ya que absorberán parte del líquido antes de iniciar el proceso posterior de limpieza con otros métodos.

Después, usa la mezcla mágica

Si la mancha no desaparece con los primeros auxilios o si se descubre cuando ya está seca, una mezcla suave de percarbonato de sodio y agua puede ser la solución. Esta pasta debe aplicarse sobre la mancha y dejar que actúe durante varias horas y bajo supervisión antes de proceder al lavado habitual.

En el caso de las alfombras con manchas de vino se puede utilizar esta misma mezcla pero con agua caliente, que la vuelve particularmente más efectiva.

Todos los pasos del proceso de limpieza

Como todos podemos tener un descuido con nuestra copa de vino tinto, a continuación enumeramos los distintos pasos que hay que seguir para eliminar completamente las manchas de vino de tus tejidos:

  1. Absorbe el exceso: antes de aplicar cualquier tratamiento, es crucial absorber tanto vino como sea posible. Puedes utilizar un paño limpio o papel absorbente para dar toques suaves sobre la mancha y recoger el líquido sin frotar, lo que podría extender la mancha. 
  2. Vino sobre vino: como hemos explicado anteriormente, aplicar agua fría o vino blanco sobre la mancha de vino tinto puede ayudar a diluirla. El vino blanco ayuda a neutralizar los taninos del vino tinto, facilitando la posterior eliminación de la mancha. 
  3. Tratamiento prelavado: puedes emplear soluciones como bicarbonato con vinagre blanco, tratamientos prelavado comerciales o la mezcla mágica (percarbonato de sodio con agua) sobre la mancha antes de introducir la prenda en la lavadora. Aplica la solución que elijas directamente sobre la mancha y deja que actúe durante unos minutos.
  4. Lava con cuidado: lava la prenda según las instrucciones de cuidado del fabricante, preferiblemente con agua fría para evitar fijar la mancha. Si la etiqueta lo permite, usar un detergente con oxígeno activo puede ser particularmente efectivo en estos casos.
  5. Revisa la prenda antes de secarla: antes de colocar la prenda en la secadora, tienes que asegurarte de que la mancha se ha eliminado completamente. Si no es así, repite el tratamiento prelavado y el lavado. El secado en máquina de una mancha no completamente eliminada puede hacerla permanente. 
  6. No planches una mancha de vino: no planches la prenda hasta que la mancha haya desaparecido completamente, ya que el calor puede fijar la mancha en el tejido, tal y como ocurre en la secadora.

Tratamiento alternativo para quitar manchas de vino persistentes

Para manchas particularmente rebeldes, se puede recurrir a mezclas de agua oxigenada y amoníaco, aplicándolas con precaución y siguiendo las proporciones adecuadas. Es recomendable hacer primero una prueba en un área discreta del tejido para asegurarte de que no lo dañará. Las proporciones son 5 partes de agua, 4 de amoníaco y 1 de agua oxigenada. Se dejará la prenda unas horas a remojo en esta mezcla, procediendo luego al lavado.

Últimos consejos

La eliminación de manchas de vino requiere paciencia y a menudo la combinación de varios métodos, ya que son muy traicioneras. Es crucial adaptar el tratamiento al tipo de tejido y al color de la prenda para evitar daños. Siempre se debe consultar las etiquetas de cuidado y realizar pruebas en áreas pequeñas antes de proceder con tratamientos más agresivos. Recuerda que cada mancha y tejido puede requerir un enfoque ligeramente diferente, por lo que es importante considerar todas las opciones y proceder con cuidado.

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