El periodista Pedro Torrijos ha acostumbrado a sus seguidores a que cada jueves escribe un hilo en Twitter (bautizado como La brasa de Torrijos) en el que narra algún hecho. Esta semana le ha tocado el turno a Whittier, un pueblo de Alaska compuesto por unas 200 personas y en la que todos que vive dentro del mismo edificio, la Torre Begich.
Hay un pueblo en Alaska en el que todos sus habitantes viven en un único bloque de viviendas donde también está la comisaría, el supermercado, correos y hasta un hotel.
— Pedro Torrijos (@Pedro_Torrijos) December 12, 2019
En #LaBrasaTorrijos de hoy, la historia de Whittier, el pueblo que vive dentro del mismo edificio.
(HILO 👇) pic.twitter.com/YK1cwNnv6Q
Aquí. Literalmente, todo el pueblo de Whittier, Alaska está dentro de este círculo. pic.twitter.com/kbOqswWSyj
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Según Torrijos, la leyenda de Whittier data de la Segunda Guerra Mundial, época en la que se construyó este edificio, cuando Alaska era de gran importancia geoestratégica. En un principio, el bloque estaba destinado a instalaciones del ejército de Estados Unidos. Con el devenir de la Guerra Fría, la población perdió interés estratégico y el edificio, junto al Buckner Building que también se construyó en esos años, fue abandonado por el ejército.
Sin embargo, a mediados de los 60, Whittier dejó de tener relevancia como puesto geoestratégico y ambos edificios fueron abandonados por el ejército.
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El Buckner Building también fue abandonado por los habitantes de Whittier y hoy día es un edificio fantasma (MUY fantasma). pic.twitter.com/vCkUFJLVKj
Entonces, todos los residentes de la población se mudaron a los diferentes apartamentos que conforman la torre, y pese a que este pequeño pueblo ha sufrido distintos tipos de catástrofes naturales (terremotos y tsunamis), el edificio se ha mantenido en pie y sus habitantes no se han movido.
En cambio, las Begich Towers fueron enseguida colonizadas por los habitantes que se quedaron en Whittier y las convirtieron en su hogar. En el hogar de todos. pic.twitter.com/W20vKeB5Hh
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Como mencionábamos anteriormente, la Torre Begich está compuesto por 14 pisos y tres módulos distintos, todos ellos conectados por unos pasillos que permiten la libre circulación de todos los ciudadanos. Asimismo, además de los apartamentos residenciales, el edificio tiene un hospital un supermercado, una oficina de correos, una iglesia, una cafetería, la oficina de alcalde, una lavandería, e incluso una sala para exhibiciones y conferencias y una piscina cubierta.
Pero entre sus muros también está el ayuntamiento, la comisaría, el despacho de correos, la iglesia, el centro de salud, un pequeño supermercado, un hotel bed & breakfast, una cafetería, un videoclub, una lavandería y hasta la puerta de la escuela municipal. pic.twitter.com/soQZFEIAq2
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Lo único que no acoge la Torre Begich es el colegio, aunque está conectado con el edificio a través una especie de túnel que protege a los niños de las bajas temperaturas de Alaska.
El colegio está solo a unos metros, al otro lado de la calle, pero las puertas se cierran en invierno y la entrada se realiza exclusivamente por un túnel subterráneo entre el centro docente y las Begich Towers. pic.twitter.com/Qrg1NWYShS
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Sin embargo, no todo el pueblo está dentro del mismo edificio. La única nota discordante es el puerto deportivo de Whittier que durante los meses de verano recibe las visitas de pequeños veleros, embarcaciones de pesca y hasta ferrys de línea.
Para ser sinceros, no todo Whittier está dentro del mismo edificio. El pueblo cuenta con un animado puerto deportivo que, en los meses de verano, se llena de pequeños veleros, embarcaciones de pesca y hasta ferrys de línea.
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(Sí, eso de arriba al centro son las Begich Towers) pic.twitter.com/VA8IBwqwYc