Agosto es el mes por excelencia que los españoles escogen para irse de vacaciones. A partir de aquí, a sabiendas de que hay quienes aman el calor y quienes lo odian a partes iguales, en las siguientes líneas te traemos un plan que se adapta a ti seas del grupo que seas. Además, es bastante curioso.

Cuando decimos que es un plan llamativo es porque se trata de la playa más pequeña del mundo, y cuando nos referimos a que es apto para todos los grupos es que es fresquito, no solo porque es una playa, sino porque se encuentra en un sitio en el que las temperaturas no suelen ser especialmente altas. Nos estamos refiriendo a la playa de Gulpiyuri, en Llanes, un pequeño milagro geológico que abre la puerta a todo un paraíso natural en el corazón de Asturias.

Playa de Gulpiyuri: un verdadero paraíso natural

Lo primero que hay que explicar es cómo se accede a la playa de Gulpiyuri, pues no es tarea fácil, ya que hay que entrar por un camino que se va estrechando, por lo que lo recomendable es aparcar a los lados y a las inmediaciones. Una vez te bajas del vehículo, la pequeña ‘isla’ se encuentra a apenas unos pasos que te llevará seis o siete minutos recorrer.

Rodeada de verdes prados y tierras de labor, puedes subir hacia un acantilado desde el que verás las olas romper. Se trata de una piedra gigante formada a partir de la erosión, con rocas calizas que sufrieron el desgaste del tiempo hasta que el agua creó una cueva hacia el interior del acanalado. En el momento en el que el fondo de dicha cueva se hundió, lo que quedó fue un hueco circular de unos 50 metros de diámetro y a unos 100 de la costa.

Una vez dejas el coche, esta pequeña 'isla' se encuentra a apenas seis o siete minutos

Actualmente cuando la marea sube, el agua entra por una especie de túneles o canales y forma la playa; pero cuando baja, no hay playa. Dicho de otro modo, queda únicamente el fondo de arena.  Este fenómeno recibe el nombre de desagüe, porque el agua se escapa por el mismo lugar por el que entró.

La playa de Gulpiyuri tiene permitido el baño, aunque te recomendamos que antes de acudir visites la página web del Ayuntamiento para poder revisar bien sus condiciones y que no te pille por sorpresa ningún ‘fleco suelto’.

La playa de Gulpiyuri, una playa sin mar

Lugares para disfrutar si acudes a este rincón de Llanes

Al margen de este regalo de la naturaleza, hay otros sitios que puedes visitar si te acercas a la playa más pequeña del mundo. El más evidente es la aldea de Naves, por su cercanía, en la que destaca la vegetación típica asturiana y la edificación igualmente emblemática de la zona.

Pero por encima de todo es un remanso de paz, de apenas 200 habitantes, que disfruta también de alguna joya igualmente reseñable para cumplir con otro de los objetivos que los viajeros buscan culminar en esta época del año: conocer monumentos. En este caso, destaca la iglesia de San Antolín de Bedón, un templo benedictino que se levantó en el siglo XIII.

Vegetación, joyas históricas y su paseo marítimo

Si te diriges al oeste, a tan solo 20 minutos en coche tendrás la oportunidad de pisar Ribadesella, una de las villas marineras más populares del Principado, reconocimiento meritorio que se ha ganado a pulso por su relación perfecta con el mar, su impresionante casco antiguo y su paseo marítimo. Aunque sin duda el lugar clave de la localidad es la cueva del Tito Bustillo, toda una prueba de arte rupestre.

Otros sitios para ensalzar son Lastres, villa asimismo marinera e igual de espectacular pese a ser más pequeña que la anterior; o los bufones, en este caso de Pría. Se trata de unos sifones de agua que se pueden contemplar cuando el mar se encuentra más agitado. 

Sitios imprescindibles que ver en Llanes

Quedarse en Llanes tampoco es mala opción habida cuenta de todas las oportunidades que ofrece. Empezamos esta breve ruta en el centro histórico de la localidad, declarado Conjunto Histórico-Artístico, de un marcado carácter medieval y con monumentos como el Torreón del siglo XIII, la Basílica de Santa María o el Palacio de Castañaga.

Al margen de los edificios, también encontramos en esta localidad asturiana los Cubos de la Memoria, encargados de proteger el puerto de Llanes y que en última instancia obedecen a una obra de arte en su conjunto, pero también por separado. Es decir, cada uno de ellos es una especie de cuadro.

Más allá de esto y de sus múltiples playas, tampoco puedes dejar de lado los palacios que han servido de inspiración a películas como El Orfanato -el de la Villa Parres- o el Palacio de Colombres. Seamos sinceros, dan un poco de miedo, pero sin duda merece la pena hacer parada en ellos para saber cómo eran las mansiones de la aristocracia de antaño.