El avance de la digitalización y la omnipresencia de las nuevas tecnologías nos ofrecen numerosas ventajas y avances para facilitarnos el día a día. Sin embargo, en estos meses de verano, cuando lo que piden el cuerpo y la mente es relajación y recargar las pilas, la desconexión se puede convertir en una utopía.

La primera palabra que nos viene a la cabeza cuando hablamos de desconexión es “trabajo” y, ciertamente, aislarnos de la rutina laboral es el mayor objetivo cuando nos vamos de vacaciones. Además, el derecho a la desconexión digital ha tomado especial relevancia en los últimos años en el debate público y ha sido trasladado a leyes y sentencias que nos recuerdan la importancia de aparcar el trabajo fuera de nuestro horario laboral, a pesar de la excesiva conectividad que nos ofrecen hoy en día dispositivos como el teléfono móvil.

Sin embargo, hay desconexión mucho más allá del trabajo y también es importante que aprendamos a desconectar de las redes sociales, porque "la permanente conexión a nuestros dispositivos electrónicos y a las redes sociales altera nuestra capacidad de concentración y provoca una doble paradoja: cada vez estamos más desconectados con lo que hacemos y más lejos de donde estamos", explica Lucía Rodríguez Blanco, especialista en Psicología Clínica del Hospital Universitario General de Villalba.

La falta de desconexión durante las vacaciones no solo nos priva de muchos beneficios para nosotros y nuestra familia o nuestro entorno, sino que también es causa de problemas que pueden lastrar nuestra salud y, a medio plazo, debilitarnos de cara a nuestro bienestar físico.

Y es que tomarse un respiro en las vacaciones se traduce en una vuelta a la rutina con mayor creatividad y productividad y unas semanas de descanso son también una oportunidad para volver a conectar con nosotros mismos, con nuestras aficiones y con nuestros seres queridos

Cómo desconectar del trabajo durante las vacaciones

Desconectar del trabajo es una de las mayores dificultades durante las vacaciones de verano, en buena medida por culpa de la alta conectividad que nos ofrece la tecnología. Esto provoca que un alto porcentaje de trabajadores consulte el correo electrónico, responda mensajes y atienda llamadas durante su descanso.

Las consecuencias de estos hábitos son una mayor ansiedad e irritabilidad, cansancio y sufrir una fase de agotamiento que se traduzca en dolores de cabeza y tensión muscular. Además, se pueden sufrir trastornos de la conducta alimentaria, problemas dermatológicos, trastornos digestivos y problemas cardiovasculares. Además, el agotamiento puede afectar al sistema inmunológico y hacernos propensos a otras enfermedades.

De hecho, si le damos importancia al trabajo, a largo plazo es peor la falta de desconexión. Podemos sufrir el síndrome de burnout, que nos lleva a un cansancio extremo y una pérdida de interés en las tareas laborales. Por el contrario, descansar tiene efectos positivos en nuestra vida laboral. “Se recomiendan como mínimo dos semanas seguidas de vacaciones para desconectar del trabajo y la rutina. De esta manera, a la vuelta notaremos un aumento de la eficiencia y la productividad, daremos menos importancia a los problemas e incluso hallaremos nuevas formas para solucionarlos”, explica la psicóloga del hospital villalbino.

Vacaciones de verano

Consejos para desconectar

Desconectar del trabajo también es una oportunidad para reconectar con nosotros mismos, con nuestras aficiones y con nuestras relaciones personales. Fortalecer nuestros lazos familiares y de amistades, combinándolo con nuestros hobbies y pasiones se traduce en una mejora de la calidad de vida y proporciona mayor sentido de felicidad y satisfacción.

Algunos consejos para afrontar el desafío de la desconexión son:

Planificar con antelación: Delegar tareas y asegurarse de que todo esté organizado antes de partir de vacaciones.

Establecer límites: Comunicar claramente a colegas, jefes, clientes y proveedores de estarás unos días fuera de la oficina y pedir que solo se contacte en caso de emergencias.

Dejar el trabajo en el trabajo: Evitar revisar correos electrónicos o mensajes relacionados con el trabajo durante las vacaciones. Desconectar las notificaciones de trabajo en el teléfono o computadora. Y, si es realmente imposible, Rodríguez Blanco nos da una alternativa: "Lo mejor es marcarse un horario limitado para trabajar, idealmente a primera hora de la mañana, para poder disfrutar del resto del día sin volver a conectarse".

Enfocarse en el presente: Concentrarse en disfrutar del tiempo libre y las experiencias en lugar de preocuparse por lo que sucede en el trabajo. "Conectar con el presente, entrenar al cerebro para estar ‘aquí y ahora’", subraya la especialista.

Evitar pantallas innecesarias: Otro consejo es evitar el uso del móvil u otros dispositivos electrónicos antes de dormir, porque afectan a nuestro descanso. "Es importante no emplear por la noche dispositivos como el móvil y el ordenador, ya que emiten una luz blanca que activa las neuronas, altera el ritmo circadiano, y esto interfiere en el sueño. Además, conectar por la noche es irse a la cama con la sensación de trabajo pendiente, lo que dificulta el descanso", advierte la psicóloga del Hospital Universitario General de Villalba.

Desconectar de las redes sociales para disfrutar

Más allá de la vida laboral, no debemos descuidar cómo nos pueden afectar las redes sociales en verano y la importancia de desconectar de ellas para evitarnos malestar y perder la oportunidad de reforzar también nuestra salud mental y emocional. Es fundamental aprender a usar las redes sociales con moderación, sentido común y limitadas a momentos puntuales.

El uso excesivo de las redes sociales puede contribuir a la ansiedad, la depresión y la baja autoestima al compararnos constantemente con los demás y sentir la presión de mantener una imagen perfecta. Al desconectar de las redes sociales, nos liberamos de esa presión y nos permitimos vivir el momento presente sin distracciones.

"Las redes sociales nunca deben convertirse en una obsesión que lleve a no disfrutar del presente por hacer la foto y plasmar nuestra experiencia en una red. En ese momento estamos en el futuro, en lo que queremos mostrar, y desconectamos de nuestro presente", explica Lucía Rodríguez Blanco. Apartar nuestra atención de las redes nos brinda la oportunidad de ser más conscientes de nuestro entorno y de conectarnos mejor con las personas que nos rodean. También podemos aprovechar este tiempo para enfocarnos en nuestras metas y propósitos personales, sin que las opiniones de otros nos influyan negativamente.

Para ello, la experta nos ofrece seis sencillos pasos para desconectar de las redes sociales y disfrutar mejor de nuestras vacaciones:

  1. Silencia las notificaciones del móvil.
  2. Deja únicamente las aplicaciones que de verdad utilizas.
  3. Lee libros, periódicos o revistas en papel.
  4. Pon un horario para revisar las redes sociales y los correos electrónicos.
  5. Llama en lugar de mensajearte por WhatsApp.
  6. Valora escaparte a un sitio donde no haya cobertura.