Dentro del territorio destaca un pueblecito aragonés conocido como Sallent de Gállego (Huesca). Lo primero que se puede destacar de él es su enorme oferta turística y patrimonial. Respecto a la segunda -así lo señala su página web- hay que destacar su iglesia de estilo gótico y del siglo XVI, la de Nuestra Señora de la Asunción, o su puente medieval. Pero en este caso queremos destacar las posibilidades culturales que ofrecen las cercanías de este espacio casi espacio natural.

Muy cerca de Jaca

Seguro que has oído hablar de Jaca. Si no has tenido todavía la suerte de estar en ella, tienes que saber que disfruta de un amplísimo catálogo monumental que va desde su catedral romana hasta su Ciudadela, como se conoce a uno de los edificios más emblemáticos del casco antiguo. Este alberga el Museo de Miniaturas Militares, el ayuntamiento renacentista o iglesias como la de Santiago, la del Carmen o la de San Salvador o San Ginés, dentro de la cual se encuentra en sarcófago de la infanta Doña Sancha, una auténtica joya de la escultura románica.

En otro orden de cosas, si eres un amante de las alturas, la mejor panorámica de la ciudad la encontrarás en el Fuerte del Rapitán o en el mirador de Peña Oroel, desde el que disfrutarás de unas vistas preciosas del Valle de Aragón.

Asimismo, si hay un aspecto que hace de Jaca una ciudad llena de vida es su cercanía a los centros invernales de Astún y Candanchú.

Jaca
Imagen panorámica de Jaca. Turismo de Aragón.
 

Acudir al Parque Nacional de Ordesa

Si en algún momento de tu vida acudes a Sallent de Gállego -por qué no este verano-, no puedes perder la oportunidad de hacer parada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que algunos califican como el corazón de los Pirineos. Y no es para menos.

En este enclave mágico puedes disfrutar de lugares mágicos como el Tozal del Mallo, la Cascada del Estrecho, las Gradas de Soaso o el Bosque de las Hayas son algunos de sus atractivos.

A la entrada del valle de Ordesa se ubica Torla, un pequeño pueblo de rasgos pirenaicos. Seguido de él se ubica el Cañón de Añisclo, una especie de brecha profunda que corta la montaña desde el norte hacia el sur. También las Gargantas de Escuaín, a las que se pueden llegar desde el pueblo con el mismo nombre y que es el valle más pequeño de los cuatro que componen el parque nacional. Mientras tanto, con la belleza de sus gargantas podrás también apreciar diversas especies de aves protegidas.

Dentro de los espacios naturales, el valle de Pineta es otro de estos valles, de origen glaciar en su caso y rodeado de poderosas crestas y laderas frondosas que terminan ante la mole de Tres Sorores: Monte Perdido, el cilindro de Marboré o el Soum de Ramond, de más de 3.000 metros de altura.

Cañón de Añisclo

Lanuza y el festival que no puedes perderte

Lanuza es un pueblo de piedra y pizarra del que te enamorarás a primera vista. Además de perderte por sus calles pedregosas y suponer un remanso de paz, acoge cada año un festival de música del que posiblemente no hayas oído hablar.

Se trata de Pirineo Sur, el Festival Internacional de las Culturas que cada verano reúne a artistas de renombre de los cinco continentes. El escenario está instalado sobre las aguas del pantano y atrae a miles de fieles desde 1994. En este caso llegas un poco tarde -porque transcurre en esto días-pero apunta para el año viene, pues es un auténtico planazo.

Pirineo Sur
Pirineo Sur.

Panticosa: el poder de las aguas termales

Otro de los pueblos destacados en este enclave natural es el de Panticosa, especialmente conocido por sus aguas termales. La máxima expresión de este ‘capricho’ se encuentra en Panticosa Resort, que ofrece al visitante un moderno complejo termal de más de 8.500 metros cuadrados dedicados al bienestar y la relajación a partir del poder terapéutico de las aguas termales.

La localidad cuenta desde hace poco tiempo con la Ruta de las pasarelas de Panticosa, una especie de camino de pasos colgantes sobre el río Caldarés que termina en uno de los miradores con mejores vistas del núcleo urbano y de las montañas colindantes de la zona: el Mirador O Calvé.

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