El verano ofrece muchos tipos de planes y turismo diferentes. Uno de ellos es, sin duda, el turismo rural. En Elplural.com te traemos, a partir del Portal Oficial de Turismo de España, cuatro destinos que debes visitar este verano (o en cualquier otra época del año).
Cabrales (Asturias)
Situada en los Picos de Europa -razón suficiente para visitarla- esta localidad asturiana destaca por sus vistas y su gastronomía. En referencia a lo primero, Cabrales contempla un conjunto de miradores de ensueño, desde los que podrás disfrutar de unas vistas verdes y de alta montaña: el Pozo de la Oración o el mirador Pedro Udaondo son algunos de los más destacados.
También las aldeas de Cabrales -como de todo Asturias- son de lo más representativo de la zona norte de España. No debes perder la oportunidad de dar un paseo por su capital Carreña o por Asiegu, reconocido Pueblo Ejemplar de Asturias en 2019. También merece la pena dejarse caer por Po, un pueblecito a orillas del río Casaño, o Arenas, destino histórico de montañeros y senderistas.
En cuanto a su gastronomía, este municipio astur es reconocido en el mundo por el queso cabrales, para muchos el mejor queso azul del mundo e insignia de la localidad.
El Bierzo (León)
Aunque se trata de una comarca leonesa, El Bierzo limita con Asturias, Lugo y Ourense, lo que la hace más atractiva si cabe para los amantes del norte. El encanto de paisajes como Las Médulas han resultado clave a la hora de atraer a centenares de turistas cada año.
Este monumento montañoso debe su forma actual a la mano del hombre, pero es el paso del tiempo quien las ha conformado como uno de los monumento naturales más impresionantes de nuestra geografía. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997, Las Médulas fueron antiguamente una mina de extracción al aire libre que explotaron los romanos. Esto la convierte en un lugar realmente apetecible, no solo por su paisaje, sino también por si historia.
En esta comarca encontrarás también la Sierra de Ancares que, declarada Reserva de la Biosfera en el año 2006 por la UNESCO, pertenece también a Lugo. De este reconocimiento tienen culpa en parte el modelado glaciar de milenios que, junto a la pizarra y la arenisca, son los protagonistas del paisaje.
Si vas a El Bierzo tampoco puedes perderte otros valles ideales para desconectar como el Valle del Silencio o el Valle de Valcarce ni, por suspuesto su capital, Ponferrada. En este lugar clave del Camino de Santiago encontrarás un castillo templario del siglo XII, la Basílica de la Encina o la Casa Consitorial. Todos ellos anteriores al siglo XVIII.
En esta comarca leonesa tampoco podían faltar pueblos como Molinaseca, Peñalba de Santiago o Villafranca del Bierzo.
Albarracín (Teruel)
Localizado en Teruel, es considerado por muchos como uno de los pueblos más bonitos de Aragón y de España. En él destaca su casco antiguo, que contiene nada menos que la emblemática muralla de Albarracín, a la que se puede acceder desde varios puntos de la localidad. Dentro de ella impresiona la Torre del Andador, una torre de vigilancia que data del siglo X.
Destaca también su castillo o alcázar-aunque solo puede visitarse por dentro con visita guiada- la Catedral de San Salvador y, por supuesto, su Plaza Mayor.
Lo cierto es que Albarracín invita a perderse por su calles, desde las que podrás ver la Casa Azul de Albarracín y caminar por el sendero del Río Guadalaviar, próximo al Convento de Las Carmelitas.
En sus cercanías encontrarás otros lugares igualmente bonitos como las pinturas rupestres de los Pinares de Rodeno, la cascada de Calomarde o el barranco de la Hoz.
Besalú (Girona)
Se trata de un pueblo medieval situada cerca de la Costa Brava. En él podrás disfrutar de su Puente Viejo, de 150 metros de longitud y que se alza sobre el río Fluvià. También sobresalen otros enclaves de igual manera medievales, como Peratallada o el monasterio de Sant Pere de Rodes.
Es un sitio ideal para perderse por su barrio judío o visitar la Iglesia de Sant Vicenç. Esta imponente construcción cuenta con una planta de tres naves y diferentes elementos románicos y góticos, perfectos para los amantens de la arquitectura.
Si tienes tiempo acude a Castellfolit de la Roca, un pueblo cercano construído a la orilla de un acantilado y que pondrá el colofón final a un viaje inolvidable y, sobre todo, tranquilo.
