Castrillo de los Polvazares es una localidad de León perteneciente al municipio de Astorga, en la comarca de Maragatería, por donde atraviesa el Camino Francés, una de las rutas más fascinantes del Camino de Santiago. En este pueblo, considerado uno de los más bonitos de España, se puede disfrutar de un auténtico cocido maragato, una deliciosa especialidad gastronómica que se sirve de una manera diferente, con productos caseros de calidad. Además, destaca por una increíble arquitectura, con casas dispuestas en forma de muralla que ofrecían una gran protección al pueblo, y por sus singulares festividades, entre las que lidera, cada dos años, sus extraordinarias Jornadas Napoleónicas, una recreación histórica que logra sumergir a todos los que la presencian en siglos pasados.
Historia de un pueblo con alma maragata
Con orígenes en el siglo XVI, Castrillo de los Polvazares fue reconstruido tras ser destruido por riadas, estableciéndose en su ubicación actual. Desde entonces, sus habitantes, conocidos como arrieros maragatos, se dedicaron al comercio de vinos, pescados y otros productos, alcanzando gran influencia entre los siglos XVI y XIX.
Gracias a su posición en el Camino Francés del Camino de Santiago, el pueblo se convirtió en una parada clave para los peregrinos. Sin embargo, con la llegada del ferrocarril a Astorga en 1866, la actividad arriera decayó.
A pesar de ello, en las últimas décadas, Castrillo de los Polvazares ha renacido gracias al turismo y la conservación de su arquitectura tradicional, manteniéndose como un tesoro histórico de la Maragatería.
Una localidad cargada de belleza y autenticidad
Castrillo de los Polvazares es un encantador pueblo que ha sabido conservar su esencia a lo largo del tiempo. Sus calles empedradas, su arquitectura tradicional y su ambiente pintoresco lo convierten en un destino perfecto para quienes buscan una experiencia auténtica.
Calles Castrillo de los Polvazares (Foto: Junta de Castillo y León)
Este pueblo singular destaca por sus fantásticas calles con piedras rojizas y sus tejados de pizarra, que logran una armonización única. Sus paseos estrechos y empedrados atraen a los visitantes, transportándolos a siglos pasados.
Una de las características más especiales de su arquitectura es la disposición de las casas, alineadas de forma que representan una muralla exterior. Esta particularidad no solo ofrecía protección en épocas pasadas, sino que también contribuye a la armonía visual del pueblo al pasear por sus distintos rincones.
Casas de Castillo de los Polvazares (Foto: Junta de Castilla y León)
Uno de sus fantásticos atractivos es su fascinante Iglesia de San Juan Bautista, que refleja su riqueza arquitectónica y cultural. Construida en el siglo XVI, es un hermoso ejemplo de la fusión de los estilos gótico y renacentista. Su fachada y sus elementos ornamentales consiguen atraer la atención de los visitantes. En su interior, destacan magníficos retablos, esculturas y pinturas religiosas que muestran la importancia del arte sacro en la región.
Además de sus fascinantes calles empedradas y el aprendizaje de la larga historia del pueblo a través de estas joyas religiosas, para finalizar la visita se puede llegar a un punto de calma rodeado de naturaleza: el Parque Castrillo. Este destino cuenta con multitud de árboles frondosos y con senderos serpenteantes, ofreciendo un espacio verde que se centra en ser un refugio perfecto para los turistas y los habitantes. Es un sitio ideal para disfrutar de un paseo tranquilo, respirar aire puro o hacer un picnic en familia. Con bancos y zonas de descanso, el parque invita a desconectar del ritmo de la vida cotidiana y sumergirse en la paz que ofrece la naturaleza del pueblo.
El Camino Francés a su paso por Castrillo de los Polvazares
El Camino Francés, una de las rutas más fascinantes del Camino de Santiago, atraviesa Castrillo de los Polvazares, convirtiéndose en una parada perfecta para los peregrinos que recorren la etapa final del camino.
Castrillo de los Polvazares forma parte del tramo entre León y Ponferrada, ofreciendo un ambiente histórico y acogedor. Existen diversas opciones para recorrer el Camino Francés, como los trayectos desde Logroño, Burgos o León, cada uno con su propio encanto. Vivir la experiencia del Camino de Santiago pasando por este hermoso pueblo significa sumergirse en la tradición y la belleza de todo lo que ofrece la localidad.
Jornadas Napoleónicas: la recreación de una historia cargada de combates
Una de las fantásticas actividades que ofrece el pueblo para todos los habitantes y visitantes es la celebración de sus extraordinarias Jornadas Napoleónicas, que invaden cada una de sus calles y logran transformar la localidad en un escenario de épocas pasadas.
Estos actos se celebran cada dos años, por lo que la espera siempre merece la pena debido a su gran aceptación por parte de las instituciones y los ciudadanos de Astorga y la comarca.
Esta festividad se lleva celebrando desde 2004 y recrea la toma del pueblo por las tropas francesas y la recuperación al día siguiente por las españolas tras varios combates en sus calles.
Degustar el auténtico cocido maragato
Castrillo de los Polvazares no solo destaca por su increíble belleza arquitectónica o por estar rodeado de una naturaleza llena de espiritualidad, sino que muchos visitantes llegan a este punto para probar su auténtico cocido maragato. Esta delicia gastronómica es una verdadera expresión de la tradición culinaria de la Maragatería, en la provincia de León.
Cocido maragato servido "al revés" (Foto: Portal de Turismo de Castilla y León)
A diferencia de otros cocidos, el cocido maragato se sirve "al revés", comenzando por las carnes (ternera, cerdo y pollo), seguido de los garbanzos con verdura y, finalmente, la sopa caliente. Cada ingrediente es cocinado con dedicación, logrando un sabor único e intenso.
Los restaurantes del pueblo son famosos por su preparación de esta receta con productos de calidad y un toque casero que realza su autenticidad.