La capital de Hungría es la suma de dos ciudades, Buda y Pest, una unión en la que el orden de los factores no altera el producto, sino que lo multiplica. Lo que separa el Danubio lo unen sus puentes, y todas las maravillas que ofrece Budapest se ven y se disfrutan a uno y otro lado. Dos ciudades que se asoman a un inmenso río y que con estos puentes quedan enlazadas mostrando cada una lo mejor de sí.