En pleno casco histórico de Cáceres, en una casa señorial del siglo XVIII, se encuentra el hotel boutique de cuatro estrellas Casa Pizarro. A lo largo de su historia albergó la sede de banca y de comercio de lanas de Extremadura, y tras ser adquirido por los nuevos propietarios, se realizó una meticulosa rehabilitación para darle una nueva vida sin borrar el pasado.
La transformación de esta antigua casa señorial no ha sido un mero proceso de rehabilitación y restauración, sino una remodelación respetando al máximo lo original, restaurando con mimo y gusto por los detalles para ofrecer autenticidad, elegancia y sensibilidad por el patrimonio en cada rincón. Grupo Zaguán, especializado en la rehabilitación de inmuebles históricos para rescatarlos del olvido, es el que está detrás de este proyecto, así como de otros en Cáceres, como el Palacio de los Duques de Abrantes, del siglo XVI, que está siendo rehabilitado para convertirse en apartamentos turísticos de lujo.
En Casa Pizarro se han respetado elementos originales, como los altos techos, los muros de piedra y la impresionante escalera de piedra; se han incorporado materiales nobles como el barro natural y la carpintería tradicional; y el proyecto se ha completado con una cuidada selección de mobiliario antiguo, piezas heredadas y diseños artesanales contemporáneos. El resultado, un espacio cálido, íntimo y lleno de personalidad, donde cada estancia se siente como una pequeña obra de arte en la que se mezclan estilos que confluyen en una agradable sintonía.
Como todo en este hotel boutique, la elección del mobiliario y la decoración ha sido muy minuciosa y detallada. Así lo explica Amelia Keane, responsable de comunicación del grupo, que junto con su marido, Joaquín Pitarch Velloso, se ha implicado personalmente en el proyecto.
“Se buscó en todo momento una decoración armoniosa y un poco original. No quería que fuera ni clásico, ni contemporáneo... sino que combinarse elementos y ofreciera una armonía de estilos”, explica Keane.
El detalle y el mimo en la rehabilitación
Tal como comenta Keane, cuando adquirieron el edificio estaba muy deteriorado, con un mantenimiento prácticamente inexistente y de las 18 habitaciones que tenía, solo 15 eran utilizables. Con ello, y tras un presupuesto que se vio duplicado tras descubrir el verdadero estado del edificio, se restauraron detalles arquitectónicos como las molduras de yeso y zócalos y se eliminaron modificaciones de los años 90 que desentonaban.
Así, se devolvió la belleza a elementos emblemáticos del inmueble, como la puerta principal, la escalera de piedra y las bóvedas, aprovechándose a su vez espacios que antes no se utilizaban. Esto es lo que ha permitido aumentar el número de habitaciones hasta las 21.
Con esta restauración también se mejoró la accesibilidad, la climatización y la eficiencia energética del edificio. Todo ello con el objetivo de equilibrar elegancia y funcionabilidad.
Casa Pizarro, de antigua casa de lanas a hotel boutique en Cáceres
A este respecto, Amelia Keane detalla alguno de los rasgos que ofrecen la elegancia y el confort en las habitaciones. Las lámparas de cerámica son de Manises, las alfombras y textiles han sido confeccionados a medida y los cabeceros de las camas fueron diseñados y fabricados en Cáceres, al igual que el protector de cuero sobre el escritorio. Claros ejemplos de su empeño por potenciar la industria local extremeña.
En cambio, el suelo es barro natural de Valencia o los muebles fueron recuperados en anticuarios de Lyon, aunque algunos que había en el edificio fueron conversados y restaurados. Además, los cuadros, todos distintos pero siempre sobre flora y fauna, han sido pintados por una artista española.
Aunque el diseño y la ubicación en pleno casco histórico reconocido como Patrimonio de la Humanidad son dos rasgos importantísimos en Casa Pizarro, lo que realmente distingue a este hotel boutique de cuatro estrellas es su hospitalidad. El equipo del hotel ofrece un servicio cercano y personalizado: desde recomendaciones para descubrir la ciudad, hasta desayunos con productos locales servidos con mimo.
El desayuno corre a cargo de PandeHuerta, restaurante que se ubica en la planta baja y, al igual que Casa Pizarro, cuida al detalle sus productos y fusiona la tradición con la creatividad, con los productos de temporada y la cocina extremeña como protagonistas.
En Casa Pizarro todo está pensado para que el huésped se sienta en casa, pero con el lujo de no tener que hacer nada. Es un emblema que ensalza Amelia Keane: “Somos el único hotel boutique en Cáceres y queremos que el cliente valore eso, el trato personal y cuidado, la decoración y comodidades cuidadas al detalle. Es lo que ofrecemos y queremos que el huésped lo disfrute”.
21 habitaciones en tres plantas y tres categorías
El hotel boutique Casa Pizarro cuenta con 21 habitaciones distribuidas en tres plantas y divididas en tres categorías. Todas están equipadas con ropa de cama de alta calidad, amenities de aceite de oliva virgen extra ‘La Chinata’, minibar, climatización y wifi.
En cuanto al diseño, cada habitación sigue un mismo estilo, pero ninguna es igual. Cambian los colores, los muebles, los acabados. No obstante, todas tienen elementos comunes: combinación de tonos cálidos y luz natural, invitando a relajarse y disfrutar del confort con alma de casa antigua. Además, algunas de las estancias conservan las antiguas chimeneas, otorgando al espacio un ambiente relajado, costumbrista, elegante y señorial.
Con la amplitud y la calidez como emblemas, cada una de las habitaciones ofrece todo tipo de comodidades interiores y una terraza, ya sea con vistas al casco antiguo o al Santuario de la virgen la Montaña, un lugar sagrado en Cáceres. Cada una de las 21 habitaciones se dividen en las siguientes tres categorías:
- Estándar: acogedoras y elegantes, perfectas para una estancia tranquila en pareja o en solitario.
- Deluxe: más amplias, con vistas privilegiadas al casco antigua y algunas con terraza ajardinada.
- Junior Suite: en la tercera planta, con terraza, solárium y vistas al Santuario de la Virgen de la Montaña.
Casa Pizarro reabrió sus puertas en 2023, tras una rehabilitación que sufrió las consecuencias de la pandemia del coronavirus, con la intención de ofrecer a los clientes comodidad y confort a través de una cuidada y detallada atención. Su privilegiada ubicación, junto al Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear y en pleno casco antiguo, lo convierte en el lugar ideal para una estancia inolvidable y una experiencia única, donde la tradición y el confort se fusionan.
Cáceres cuenta con uno de los cascos históricos más bonitos de España, donde pasear por sus calles y plazas se convierte en una experiencia que se asemeja más a retroceder en el tiempo hasta la Edad Media, con sus palacios y fortificaciones como protagonistas en sus calzadas empedradas.
Y que mejor para disfrutar de esta experiencia que alojarse en un espacio elegante y acogedor que rinde homenaje al legado histórico de la ciudad sin renunciar al confort y las prestaciones del turismo actual.
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