En pleno otoño, las primeras lluvias amenazan con convertirse en constantes en la Comunidad de Madrid. Son muchos los que no reniegan de este tiempo oscuro y frío, camuflándose en sus mantas y optando por planes más caseros acompañados de una bebida caliente, pero, para los amantes del campo, además de por los colores rojizos y la caída de las hojas, se abre una temporada que esperan durante buena parte del año: la recogida de la seta.

Cuando llueve, crecen. En los campos, en los bosques y hasta en los jardines. Un plan que se puede convertir en familiar si el lugar de recogida es tan espectacular como los que ElPlural.com ha querido recomendar. Si a esto le sumanos la situación de confinamiento en plena pandemia de coronavirus, buscar setas en Madrid se convierte en un plan perfecto: durante los puentes de noviembre y diciembre no incumpliremos los confinamientos perimetrales y además disfrutaremos de tiempo al aire libre, donde el riesgo de contagio es mucho menor.

Así que, al menor atisbo de rayo de sol, prepara tu cesta, infórmate un poco (evitarás alguna intoxicación) y pasea por el campo retando a tus acompañantes a ver quién se alza con el mayor botín de la jornada. Seguro que, gane quien gane, todos disfrutaréis con el primer revuelto que caiga sobre la mesa al atardecer. También es fundamental tener claros una serie de consejos para buscar setas y tener el equipamiento adecuado: cesta, navaja, ropa impermeable y manuales para diferenciar las setas comestibles de las venenosas.

Dos níscalos, lactarius deliciosus, entre las agujas de los pinos
Dos níscalos, lactarius deliciosus, entre las agujas de los pinos
 

Ten en cuenta que los mejores sitios para buscar setas en Madrid en 2020 están en el norte de la Comunidad. Esto es habitual, pero una vez más este año las lluvias de otoño se han concentrado en la zona de la Sierra de Madrid, llegando a superar en un 50% y un 60% la media de lluvias de octubre, mientras que al sur, en la zona del Tajo y del corredor del Henares se han reducido.

Por ello, lo normal es preguntase ¿dónde empezar a buscar setas? Sin lugar a dudas hay que escoger bien el lugar. Además de guiarnos por la cantidad de lluvias acumuladas en la zona y los días previos de sol, fundamentales para que los hongos surgan, tenemos que buscar zonas de bosque que sean propicias para cada especie. Los bosques con helechos suelen ser terreno abonado para ello y, como regla habitual, podemos guiarnos por los bosques de hoja perenne como los pinares si lo que buscamos son níscalos (rovellón, rebollón, reboñuelo  guíscano, mízcalo, pebrazo), mientras que si lo que buscas es el ansiado Boletus edulis, será mejor que optes por zonas con roble o alcornoque. El color del boleto le ayuda a mimetizarse con el suelo, pero uno de los trucos de los expertos es buscar las amanitas muscarias, las famosas setas rojas con pintas blancas que relacionamos con los gnomos, que no son comestibles (de hecho son setas alucinógenas y muy peligrosas) pero que sirven de chivato. El terreno que les gusta es el mismo y nos pueden decír en qué zona hay boletus.

Por ello, aquí os dejamos una selección realizada por este medio para ocio y disfrute de nuestros lectores que quieran alejarse del ruido de la ciudad y el estrés de la capital:

Recogida de setas. Pixabay
Dos boletos, boletus edulis, recién cogidos
 

Puerto de la Fuenfría

El Puerto de la Fuenfría atraviesa la sierra de Guadarra y une Segovia y Madrid. Es un lugar perfecto para encontrar boletus, setas de cardo y níscalos. Está situado a 1800 metros de altura, entre la sierra de La Mujer Muerta y Siete Picos, pero es un lugar accesible para dar paseos, puesto que está incluido dentro del Camino de Santiago de Madrid

De hecho, este paso de montaña ya fue creado por los romanos para unir ambas vertientes de la sierra, que unieron con una calzada romana que va de Las Dehesas de Cercedilla hasta Segovia. Aquí podemos pasear por caminos usados por montañeros, por la calzada romana, la Carretera de la República y la pista forestal llamada La Calle Alta.

Alameda del Valle

En pleno Parque Nacional del Guadarrama, se encuentran pueblos tan idílicos como Alameda del Valle. Las setas proliferan en sus pinares y bosques y, pese a su altitud y estar enclavada en un relieve montañoso, está muy bien comunicada y llegar no es nada complicado tanto por carretera como en transporte público.

En el segundo caso, lo más sencillo para llegar desde Madrid es coger la línea 194 de autobuses desde el intercambiador de Plaza Castilla. Aquí puedes ver los horarios de ida y vuelta: Madrid – Rascafría, Rascafría – Madrid.

Alameda del Valle. Youtube

Puerto de Canencia

Cada fin de semana son muchos los amantes de la recogida que se dan cita en este enclave del Valle del Lozoya. Robledales y pinares en los que abundan las setas. Un auténtico paraíso para la micología por las abundantes especies que podremos encontrar.

El trayecto señalizado y más sencillo de seguir se inicia desde el área recreativa que se encuentra ya en el puerto, a 1.524 metros de altitud. Subidas y bajadas donde atravesaremos el arroyo del Sestil entre pinos, robles y abedules.

Se trata de una ruta lineal, que se puede hacer con niños ya que no implica dificultad. La distancia de la ruta completa es de 6,5 kilómetros, con una duración aproximada de 2 horas.

Valle de El Paular

El Valle de El Paular es otro de los lugares donde encontramos diversas rutas para encontrar níscalos y setas de champiñones silvestres. Cerca de Rascafría, El Paular es conocido por sus accesibles y vistosas rutas de senderismo, con su monasterio y su molino de papel, aunque también es sinónimo de setas, pero, cuidado, entre su abundante oferta, hay algunas peligrosas, e incluso mortales.

Las rutas que se abren camino en este Parque Nacional son abundantes. Algunas se pueden hacer con niños, ya que no tienen desniveles y no presentan grandes desafíos. Así, la búsqueda de níscalos será mucho más entretenida, pudiendo ser una divertida aventura en familia.  

Valle de El Paular

Alto de Navahonda

Otra preciosa zona lleva de bellos rincones y muy valorada por los aficionados que aprovechan sus fines de semana para salir en busca de las setas.

Esta ruta, que se iniciará desde la Ermita, tampoco es complicada. El camino está perfectamente señalizado y delimitado y se puede hacer en cualquier época del año. Su longitud es de 6,5 kilómetros y tiene un desnivel de entre 860 y 1039 metros. Su duración aproximada es de dos horas de ida y otras dos de vuelta.
 

Alto del León

Puerto de los Leones

El Puerto de los Leones de Madrid es otra lugar frecuentado por los buscadores de setas en la Comunidad de Madrid, para buscar níscalos y boletus edulis. En el extremo occidental de la Sierra de Guadarrama, cerca del municipio de Peguerinos de Ávila. Es una zona plagada de bosques, que fomentan la aparición de las setas. 

Este puerto también tiene su importancia desde época del imperio romano y está situado a 1511 metros. Se le conoce como Alto del león porque alberga un león de piedra en su cima desde el siglo XVIII. 

Cercedilla

Delimitando Segovia con Madrid, en su elevada altitud la vegetación prolifera y, por tanto, junto a la humedad, hacen de este punto uno de los preferidos para los recolectores.

Además, anualmente se celebran las Jornadas Micológicas. Una guía pwerfecta para los más novatos, a los que se enseña a recoger setas de una forma sostenible, diferenciar las comestibles de las peligrosas y disfrutar de una jornada inigualable.

Además, si la cita no es muy productiva y tu cesto no acaba tan repleta como habías pensado, los restaurantes de la zona serán un punto para comerlas de una forma inigualable.

Cercedilla

Monte Abantos

Perteneciente a Guadarrama, este monte en el término de San Lorenzo del Escorial se llena de amantes de la micología en otoño. Algunas de las especies que se pueden encontrar son boletus, senderuelas, setas de cardo o setas pie azul.

Esta ruta es una de las más conocidas por los amantes del senderismo en Madrid. El pico Abantos es accesible para los más noveles, y su nombre recoge la gran proliferación del ave rapaz abanto, muy frecuentado en esta zona.

Valle de La Barranca

El Valle de la Barranca es un lugar perfecto para buscar amanitas, russulas, lepiotas, níscalos, boletus, cantarelos o champiñones silvestres. 

En este valle situado a las faldas de la Bola del Mundo, en la Sierra de Guadarrama, y dentro de los términos municipales de Navacerrada y Becerril de la Sierra. Su espeso bosque de pino silvestre es un terreno perfecto para buscar setas, junto al río de montaña Samburiel, que desemboca en el Manzanares. Aquí abundan las rutas senderistas para todos los públicos y con paisejes que te quitarán el sentido, si levantas la vista del suelo mientras buscas setas.