En la memoria de muchos espectadores todavía está la escena de Julia Roberts, metida en el papel de Maggie, huyendo vestida de novia. La película 'Novia a la fuga' dejó para la posteridad este momento de la estrella del Hollywood alejándose del altar rápidamente gracias a las deportivas que llevaba bajo el vestido.
Si en ese caso estaban pensadas precisamente para salir corriendo, problema que afectaba a la protagonista del film, ahora, este tipo de calzado se impone en las ceremonias, pero no para salir en estampida, sino para lucirlo.
En los últimos años, las deportivas han dejado de estar dirigidas, única y exclusivamente, a la práctica del ejercicio físico y se han colado en la vestimenta general, incluso, en la más sofisticada.
Cada vez son más las mujeres que se bajan de los tacones decantándose por la comodidad. Ya no es raro ver, tanto en looks femeninos como masculinos, trajes de chaqueta con deportivas, una combinación impensable hace pocas décadas.
Al marge de la moda, que también impera, optar por este tipo de calzado contribuye a prevenir molestias y dolores en los pies y evitar problemas futuros en los mismos.
Ir en deportivas, incluso, ya una opción hasta para casarse. Aunque aún no es demasiado frecuente en nuestro país, es una tendencia al alza, tanto para ellos como para ellas. Lo prueba el hecho de que conocidas marcas de calzado tradicionalmente de deporte han sacado una colección para bodas.
Las deportivas permiten evitar molestias, tienen la ventaja de que se adaptan a cualquier terreno y son ideales para darlo todo sobre la pista de baile. Del mismo modo, hay quien ve en esta opción también una manera de mostrar personalidad y originalidad.
A día de hoy, las opciones para enlaces matrimoniales suelen ser en cuero o tejidos transpirables y en tonos blancos. En muchos casos incluyen perlas, encaje o lazos y buena parte de los modelos para mujeres llevan plataforma para ganar altura al igual que se hacía con los zapatos de tacón.
Algunas empresas ofrecen la posibilidad de optar por modelos personalizados, con la opción, además, de que la pareja puede hasta llevar el mismo.
Una opción no más barata
Pese a lo que algunos puedan pensar, casarse en deportivas no es sinónimo de menos gasto. Este tipo de calzado para bodas es costoso. Eso sí, a la larga el comprador puede sacarle mayor partido, reutilizándolas. Los tradicionales tacones blancos o crudos con frecuencia quedan de recuerdo en un armario.
El precio varía en función del diseñador, el material y el modelo y abarca un abanico tan amplio que va desde los 90 euros hasta los 500.
No obstante, existen también opciones low cost a través de conocidas páginas de venta online.
Las recomendaciones de los podólogos
Los especialistas recomiendan que, a la hora de comprar calzado se tengan en cuenta varios factores. Uno de los más importantes es el material, clave para la transpiración del pie y para evitar hongos y rozaduras. Del mismo modo, hay que optar por modelos que no lo presionen en ninguna de sus partes y que tengan suela flexible, pero firme. El calzado con sujección es siempre la mejor opción. si vamos a caminar. Por último, los podólgos aconsejan que entre el dedo más largo y la puntera haya entre 0,5 y un centímetro y que el zapato no sea completamente plano, sino que tenga una pequeña elevación en el talón de entre uno y tres centímetros.
Debemos huir de los tacones altos, que deslizan el pie hacia la punta y generan problemas de rodillas y espalda; y no fiarnos del todo de las tallas, Aunque estas son orientativas, hay que probarse cada modelo y comprobar que se ajusta bien a nuestro pie.